Pablo Iglesias y Oriol Junqueras exploraron el pasado sábado por la noche la posibilidad de alianzas para el futuro en Cataluña. Los líderes de Podemos y ERC abordaron diversos asuntos durante su reunión secreta en casa de Jaume Roures horas después de la manifestación contra los atentados yihadistas en Cataluña. Después de ese encuentro, el propio Iglesias resumía así la estrategia del partido morado con esta frase que comentó a su entorno: "Somos y queremos seguir siendo la España que gusta en Cataluña".
Con ese aserto, Iglesias exponía cuál es el papel que quiere jugar en Cataluña. El secretario general de Podemos cree que su formación, inserta en los comunes de Ada Colau y Xavi Domènech, debe ser el "pegamento" que posibilite una alianza de izquierdas tanto en la propia Cataluña, donde se unirían a ERC y probablemente al PSC tras unas más que previsibles elecciones autonómicas, como en toda España, donde el apoyo de Podemos y ERC al PSOE podría posibilitar la moción de censura de Pedro Sánchez contra Mariano Rajoy.
Los 'comunes', decisivos en Cataluña
Para Iglesias y los suyos, Podemos y los comunes son fundamentales para resolver el entuerto político catalán. "Somos la España que gusta en Cataluña y queremos seguir siéndolo", resumía el propio líder de partido de los círculos. Se refiere, claro está, a que En Comú Podem ha sido la fuerza más votada en tierras catalanas en las dos últimas elecciones generales. Las encuestas apuntan a un resultado bien distinto en unos comicios autonómicos, pero en todo caso los comunes serían decisivos para decantar quién gobierna Cataluña.
Durante la reunión del pasado sábado entre los líderes de ERC, Podemos y Catalunya en Comú en casa del capo mediático Roures, presidente de Mediapro, se habló, por supuesto, del horizonte político de Cataluña y de toda España. La mencionada posibilidad de alianzas fue uno de los asuntos comentados, según desvelaba este lunes La Vanguardia.
Después del 1-O: "Huele a tripartito de izquierdas"
Por ahora, se trata de contactos informales, pero lo que está claro es que tras el 1-O habrá elecciones autonómicas y la coalición Junts pel Sí, entre ERC y el PDeCAT, no se reeditará. Prueba de ello es que este lunes la coordinadora General del PDeCAT, Marta Pascal, criticaba con dureza la reunión del sábado entre Junqueras, Iglesias y Domènech. A su juicio de la convergente, "huele a tripartito de izquierdas".
Pascal afirmaba, en declaraciones a Onda Cero, que "no se esperaba" este encuentro, y criticaba que "algunos", aludiendo a sus socio en el Govern (Junqueras y ERC), "estén más pendientes de lo que viene después del referéndum" que el Govern de Carles Puigdemont (PDeCAT), quien está trabajando "para que el 1-O sea una realidad".
Contra la transitoriedad
En todo caso, el encuentro de Iglesias y Junqueras tras la manifestación del sábado en Barcelona no quiere decir que Podemos y ERC compartan hoja de ruta, ni mucho menos. Su posible alianza para gobernar, tanto en Cataluña como en España, se antoja complicada por sus discrepancias sobre el 1-O. Unas diferencias que se visualizaban también este lunes.
Así, ERC presentaba, junto a sus socios de Junts pel Sí y la CUP, la propuesta de ley de transitoriedad para propiciar la ruptura de Cataluña con España. Y Podemos reaccionaba criticando esta hoja de ruta. El secretario de Sociedad Civil y Movimientos Sociales de Podemos, Rafa Mayoral, aseguraba que la intención de los independentistas de aprobar Ley de Transitoriedad Jurídica antes del eventual referéndum del 1 de octubre "no es el camino", ni se hace en el momento adecuado.
En declaraciones recogidas por Efe, Mayoral recordaba que su formación no está de acuerdo con esta fórmula, ya que aunque considera que el próximo día 1 de octubre se producirá "una movilización social legítima", no se trata de un referéndum que pueda "legitimar" un cambio en el estatus jurídico de Cataluña. Como es sabido, Podemos quiere un referéndum soberanista en Cataluña, sí, pero siempre y cuando sea pactado con el Estado, de forma que tenga "efectos jurídicos". Algo que no ocurrirá el 1-O.