El País Vasco no es Cataluña y sus reivindicaciones discurren ahora mismo por vías diferentes, pero contiene todos los elementos para que la brecha independentista pudiera provocar un incendio similar. Al menos eso opina el PP. Su líder territorial, el ex ministro Alfonso Alonso, lo ha expresado recientemente, señalando cuáles son esos “mismos ingredientes” y el cóctel explosivo que conformaría su mezcla.
“En Euskadi hay un nacionalismo en el poder (PNV), fuerzas radicales como Bildu, populistas de Podemos y la plataforma Gure Esku Dago (GED), embrión de una Asamblea Nacional Vasca. Si estos ingredientes se unen nos llevarían a la misma situación”, ha advertido.
Junto a las tres formaciones políticas con representación parlamentaria de sobras conocidas ha citado un movimiento social prácticamente ignorado fuera de las geografías vasca y navarra que impulsa el ejercicio del derecho a decidir y que es considerado afín a la izquierda abertzale liderada por Arnaldo Otegi. Últimamente muy activo en apoyo del referéndum catalán y sus consecuencias, GED promueve consultas en los municipios desde hace dos años.
Consultas independentistas
Las últimas se celebran este domingo, 5 de noviembre, en once localidades de Bizkaia (Areatza, Atxondo, Berango, Erandio, Elantxobe, Galdácano, Mundaka , Ibarrangelu, Leioa, Otxandio y Getxo) y dos de Gipuzkoa (Andoain y Beizama). En total están llamadas a participar en las urnas 160.853 personas y el núcleo más poblado es Getxo, con 80.000 habitantes.
Los promotores de Gure Esku Dago ( “En nuestras manos está”) mantienen estrechas relaciones con la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Ómnium Cultural, entidades que toman como modelo de movilización y con quienes guardan similitudes de actuación pero también diferencias de partida. La principal es que eluden reclamar abiertamente la independencia y sitúan su objetivo un paso antes, en la articulación de un gran pacto ciudadano sobre el derecho a decidir al que han puesto la fecha de 2019 y cuya metodología concretarán el próximo 25 de noviembre.
No obstante, no ocultan su admiración por el trabajo de ambos colectivos catalanes. “Además de ser dos entidades ejemplares en muchos aspectos, nos han enseñado muchas lecciones: han logrado empoderar a la ciudadanía haciéndola sentir protagonista de su futuro, creando ilusión, han sumado complicidades entre diferentes agentes, han difundido el mensaje al mundo y, sin lugar a dudas, han sido la pieza más importante para llegar al referéndum [del 1-0]. Hemos aprendido mucho de ambas entidades”, recalcaban en una nota reciente de solidaridad con los presidentes de ANC y Ómnium, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart.
UN ARQUITECTO TÉCNICO BAJO EL MODELO ESCOCÉS
Gure Eusko Dago se fundó en 2013 en Irún bajo tres principios: “somos un pueblo, tenemos derecho a decidir y es el momento de la ciudadanía”. Su embrión hay que situarlo seis años antes en Nazioen Mundua, colectivo surgido en la pequeña localidad guipuzcoana de Idiazabal, de apenas 2.000 habitantes, de la mano de Angel Oiarbide.
Su promotor, un arquitecto técnico que hoy tiene 43 años, y al que no se le conoce filiación política alguna, es actualmente uno de sus dos portavoces, junto a la jurista Zelai Nikolas (Barrika, Bizkaia, 1968), aunque sólo él ha abandonado su profesión y consta como liberado al frente de la organización.
“Yo me dedicaba a la construcción pero al volver de Tenerife, donde estudié, me afectó mucho la situación de crispación y violencia y tuve claro que tenía que tratar de aportar algo positivo para solucionar el conflicto que estaba generando tanto sufrimiento”, explica Oiarbide a EL ESPAÑOL.
En 2007 el modelo era Escocia y tras el triunfo minoritario del SNP la convocatoria de un referéndum pactado movilizó al pequeño grupo. “Hicimos varios viajes y lo que más nos impresionó fue la defensa de un parlamentario unionista, que luchaba por el ‘no’, del derecho a decidir Vimos que allí ese derecho no era una reivindicación o un capricho nacionalista, sino un principio democrático”.
Esta filosofía inspiró el nacimiento de GED, donde el derecho a decidir se visualiza como “un objetivo prepolítico que sirva de encuentro de todas las sensibilidades políticas y en donde quepan diferentes proyectos ”.
“NOS DAN IGUAL LOS RESULTADOS"
Desde entonces el movimiento social pensado para toda "Euskal Herria" se ha extendido mayoritariamente por el País Vasco y Navarra. Tiene 2.000 socios y presencia en más de doscientos municipios, donde han surgido grupos locales, responsables de las consultas celebradas.
El primer hito movilizador en la trayectoria de GED fue la cadena humana que unió Durango con Pamplona y que reunió el 8 junio de 2014 a decenas de miles de personas que cubrieron los 123 kilómetros de distancia. Luego vinieron el mosaico con la senyera generado en la playa de la Zurriola en San Sebastián en vísperas del 9-N y la iniciativa no demasiado exitosa de llenar los estadios de las capitales vascas con urnas gigantes como principal simbolismo. Finalmente se puso en marcha la actual ola de consultas iniciada en junio del año pasado tras el ensayo en EtxarriAranaz y Arrankudiaga-Zollo. Según datos de la organización, estos procesos se han extendido ya a 167 municipios y afectado a 600. 000 personas, sin contar a las convocadas este domingo. Los resultados han sido desiguales y con un escaso porcentaje de participación global, situado en el 27%.
Cadenas humanas, coloristas actos de calle de diseño – con la presencia en uno de ellos de Jordi Cuixart- y consultas. Como en Cataluña. “Algunas herramientas coinciden pero cada movimiento civil tiene que adaptarse a la realidad de su sociedad y el modelo vasco está aún por crear. Aunque tenemos mucho que aprender de ANC y Ómnium, que han organizado las manifestaciones más grandes de Europa sin incidentes y sin crispar a la sociedad y nos han enseñado la capacidad de la ciudadanía de influir en su futuro y a visualizar un escenario en el que lo que se decide se lleva a cabo. Nosotros no somos una asociación independentista aunque creemos que una sociedad adulta puede decidir sobre todo, incluida la autodeterminación”, señala Angel Oiarbide.
“En Cataluña y aquí estamos en fases diferentes. Nosotros surgimos con la intención de hablar con todos y crear un espacio de encuentro y no para impulsar la reivindicación de una parte de la sociedad”, añade en alusión a la ANC.
Bajo esta perspectiva GED defiende oficialmente que lo importante es implicar a los ciudadanos y profundizar en la democracia, no el resultado de las votaciones que patrocinan – “nos da igual que gane el “sí” o el “no”- . Al ser promovidas por una entidad privada y sin participación institucional, las consultas no han estado sujetas a prohibiciones y se han podido celebrar.
CONSULTAS Y FINANCIACIÓN
Las convocatorias a las urnas son gestionadas localmente pero responden a un mismo protocolo. El eje es el estatus político al que se aspira, pero no hay un único modo de formular la pregunta que gira en su mayoría sobre la conformación de un estado independiente. Previamente a la organización de la consulta se exige la apertura de un proceso de diálogo que aúne diferentes sensibilidades y la adhesión firmada para su celebración del 5%, el 10% o el 15% de la población, dependiendo del número de habitantes. El esquema es “tejer” complicidades desde bases democráticas, llegar a “acuerdos” y “decidir”. Las facilidades para votar son máximas: a partir de los 16 años y con posibilidad de voto anticipado.
EGD asegura que se autogestiona. A diferencia de lo que ha ocurrido con las organizaciones catalanas, mantiene que no recibe “ninguna subvención institucional”.
La hemeroteca contradice esta afirmación con un único ejemplo conocido: la ayuda de 100.000 euros otorgada por la Diputación de Gizupkoa bajo el mandato de Martín Garitano, de EH Bildu, fruto de sus pactos presupuestarios con el PNV.
Su concesión fue impugnada por el delegado de Gobierno Carlos Urquijo, que denunció que “bajo el eufemismo del derecho a decidir” se esconde la reivindicación de la independencia. “Quien quiera patrocinar la independencia puede hacerlo, pero no a través de instituciones públicas sufragadas por todos”, alegó.
Los tribunales dieron la razón a Urquijo y exigieron la devolución de la ayuda, empleada en la organización de la cadena humana de 2014; pero “el dinero ya se había gastado y disuelta la sociedad” que nominalmente recibió la subvención, según explica hoy Oiarbide.
Sus responsables aseguran que GED se financia con las cuotas de socios y donantes y la venta de camisetas, pines y otros artículos. Cada grupo local emplea sus propias fórmulas de recaudación para cubrir gastos. Recientemente la petición de donativos en Galdácano para la consulta de este domingo ha provocado protestas entre los comerciantes de la localidad que han sido difundidas en medios de comunicación.
El Correo recogía este miércoles el malestar de propietarios de tiendas y bares a quienes se les pedía colaboración y recibían la visita de miembros de la plataforma para recoger los sobres, como en el sistema recaudatorio utilizado durante años por el entorno de la izquierda abertzale. Para las empresas, el medio empleado era un correo electrónico con acuse de recibo y una indicación de cuenta para la aportación.
Sentirse “obligados” o “señalados” eran algunas de las quejas de quienes consideran que se les ha puesto en “un compromiso” . Desde la oficina de prensa de la plataforma ciudadana la respuesta es que “no se coacciona” a nadie, que hay otras entidades que utilizan ese método, y que se pretende “manipular” las intenciones de GED.
RELACIONES POLÍTICAS E INSTITUCIONALES
Gure Eusko Dako se declara independiente de los partidos políticos. Pretende hablar con todos pero su mensaje sólo cala con claridad en los más nacionalistas y en algún sector de Podemos. Recibe la adhesión sin fisuras de EH Bildu, con su secretario general, Arnaldo Otegi, al frente; cierto apoyo, más medido, del PNV, que desconfía y guarda las distancias; y el respaldo fragmentado e intermitente de los seguidores de Pablo Iglesias. Públicamente al menos no colabora con las instituciones vascas. Otra diferencia con ANC y Ómnium.
Oiarbide matiza este esquema con la advertencia de que la participación en la base se nutre con personas de todo tipo de perfil: “La sociedad es más variopinta y a nadie le pedimos el carné, pero en nuestros grupos locales hay gente del PSE-EE o de CCOO, una utopía hace cuatro años”.
El papel de GED se ha incrementado enormemente a raíz del conflicto catalán, que contribuye a cerrar filas. Las dos grandes manifestaciones multitudinarias convocadas en el País Vasco en septiembre, los días 16 y 30, a favor del referéndum llevan su firma. A la primera el PNV envío a los presidentes territoriales, a los tres diputados generales y al alcalde de Bilbao.
La segunda contó con la presencia del presidente del PNV, Andoni Ortuzar, y la adhesión de Podemos, evidenciada a través de su secretaria general, Nagua Alba. En la marcha de protesta de este sábado en Bilbao contra la aplicación del artículo 155 en Cataluña GED convoca junto a EH Bildu, los sindicatos nacionalistas ELA y LAB y otras organizaciones minoritarias. El PNV no acudirá en desacuerdo con la gestación de la iniciativa aunque comparte el fondo de la movilización.
La falta de vinculación con el Gobierno vasco no ha impedido que una de sus principales miembros, la consejera de Promoción Económica, Arantza Tapia, acudiera a votar a la consulta organizada en Zumaia el pasado 7 de mayo. Interpelado por ello en el Parlamento el lehendakari Urkullu defendió la conducta “a título personal” de Tapia y se reafirmó en su programa de Gobierno, pactado con el PSE-EE. Sobre la iniciativa, “legal, respetuosa y democrática”, de GED replicó tajante: “ni es un referéndum, ni es independentista, como demuestra que ni se recurrió ni se prohibió”.
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