Barcelona

Ramon Espadaler (Vic, Barcelona, 1963) ha sido el principal fichaje del PSC en la campaña de las elecciones catalanas. Exlíder de Unió, concurrió como cabeza de cartel a las últimas elecciones, pero sus 104.000 votos no se tradujeron en escaños y su partido desapareció. 

Ahora, integrado en una nueva formación llamada Units per Avançar, el exconseller en Governs de Jordi Pujol y Artur Mas es el número tres del PSC por Barcelona. Su fichaje pretende ser un mensaje político en sí mismo: Iceta es capaz de pactar con los que no piensan como él desde el centro izquierda no independentista. 

La campaña está marcada por la situación judicial de varios cabezas de lista. ¿Será una campaña normal?

No lo va a ser. Nosotros respetamos los autos y el marco legal, pero nos sabe mal que tengamos una campaña donde no todo el mundo está en la calle defendiendo sus propuestas en mítines y debates. Con todo, quiero confiar en el sentido común de los catalanes que sí quieren cambiar el marco de relaciones con España, pero no por la vía del independentismo y menos de la unilateralidad.

¿La Justicia es independiente?

Creo y necesito creer en la justicia independiente. Por eso no se nos ocurrió llevar en el programa un mandato para el poder judicial. Si uno cree que Montesquieu está vivo, como yo, no tiene sentido. Dicho esto, hay un espacio para discrepar de las sentencias judiciales, faltaría más.

"Confío en Iceta: la política la hacen las personas"

¿Por qué desapareció Unió?

Algo hicimos mal, como consecuencia de nuestra campaña y de las circunstancias de 2015 de mucha polarización. Yo defendía una disposición adicional en la Constitución para amparar derechos históricos, culturales y económicos. Es decir, que no me he movido tanto. El independentismo tiene sus razones y la ausencia de respuesta por parte del Gobierno central, más allá de la judicialización, ha hecho que mucha gente no vea la oportunidad de reencontrarse con España. Confío el espacio del centro, catalanista, no independentista, del centro a la izquierda, pero también en la figura de Miquel Iceta. La política la hacen las personas.

Sin Iceta, ¿no habría pactado con el PSC?

En cuanto a la reflexión política, probablemente sí lo hubiésemos hecho. Pero la moderación y la pacificación  de Miquel Iceta no es sobrevenida. Es lo que requiere Cataluña.

Usted fue conseller de Interior, participó en la consulta soberanista del 9-N, algo que critican los partidos constitucionalistas. Pero desde lo que queda de CiU, el PDeCAT, lo consideran un traidor.

Eso quiere decir que algo estaré haciendo bien. Estuve muchos años en CiU y no reniego, pero el partido en el que yo estaba no hacía una propuesta independentista y rupturista en los términos de Puigdemont y Mas.

¿En qué momento se dio cuenta? ¿Cuándo se rompió?

En 2015, cuando no había posibilidades de reconducirlo, cuando Mas plantea las elecciones como plebiscitarias. Si CiU sólo es útil al independentismo, no es CiU y yo no podía estar ahí.

Espadaler, en una foto de archivo. EFE

Iceta dice que no pactará con independentistas ni con la derecha. ¿No es contradictorio decir que es el partido de la centralidad y del acuerdo y sólo estar dispuesto a pactar si es para que otros lo hagan presidente?

Sí, pero en el contexto en el que estamos, él tiene la capacidad de entender las razones del independentismo y las del inmovilismo. Por lo tanto, es un espacio de síntesis y propositivo. Estos días han criticado nuestra propuesta económica de quita de la deuda y Hacienda federal, pero la crítica tendría valor si hubiera contrapropuesta. No la hay por ninguna parte. Preferimos un Gobierno que no satisfaga a todo el mundo, pero que permita que todo el mundo eche a andar y construya puentes para superar la fractura social y dar estabilidad en el ámbito económico.

"La autocrítica del independentismo es de fin de semana"

Algunos referentes independentistas hicieron declaraciones de autocrítica, asegurando que no estaban preparados y que la unilateralidad es imposible. ¿Cree que es un paso para atrás antes de dar tres adelante?

Es un paso atrás para dar tres adelante, autocrítica de fin de semana para cambiar de fase. Todos tenemos que hacer autocrítica, pero de ella debe salir una nueva propuesta y el independentismo no tiene ninguna nueva.

¿Qué pasará si el independentismo mantiene la mayoría absoluta?

Si alguien se queda en casa, el independentismo podría llegar a la mayoría absoluta y sería un desastre. No estarían legitimados para una declaración de independencia sino para formular un Gobierno y hacer política por los cauces de la legalidad y las instituciones. Si el independentismo gana y no acepta la ley, estaremos en las mismas. Pero si recapacitan, hay mecanismos previstos en la ley, como la reforma de la Constitución.

Si alguien cree que esto se soluciona ganando por la mínima al independentismo, está muy equivocado. Hay que recuperar el respeto mutuo

Hay quien dice que esa reforma, con el PP en el Gobierno, es imposible.

No sé si es posible o imposible, pero es imprescindible. Si alguien cree que esto se soluciona ganando por la mínima al independentismo, está muy equivocado. Hay que recuperar el respeto mutuo y recuperar las relaciones instituciones. Me parece un insulto que se compare a España con Turquía, pero también que se considere que a una parte de Cataluña se le ha ido la olla y actúa por capricho.

¿Usted hubiera permitido el 1 de octubre?

No podía saldarse con normalidad porque el Govern y el Parlament estaban advertidos por las instancias judiciales, el Gobierno central, el propio Parlament, el Consell de Garantias Estatutaries… Fue forzar al máximo la legalidad.

¿Qué le pareció la actuación de los Mossos?

Íntimamente creo que en los Mossos, incluyendo sus efectivos y sus mandos, no ha habido una voluntad de incumplir la ley o los mandatos judiciales. Estoy convencido.

Si Colau es árbitro, está cantado: tendremos un Gobierno republicano independentista

Si Catalunya en Comú tiene que hacer de árbitro, ¿qué pasará?

Si juzgo por lo que han hecho en Barcelona, está cantado: tendremos un Gobierno republicano independentista. Me remito a los hechos. Colau ha prescindido en Barcelona de un apoyo [el PSC, al que ha expulsado del equipo de Gobierno] que era importante para la ciudad, además de por su gestión. Colau ha abrazado el apoyo de ERC y PDeCAT.

En ese caso, ¿qué gobierno vislumbra?

Lo que hay que hacer, en primer lugar, es que el independentismo no tenga la mayoría absoluta. Y después, llegar a acuerdos sobre la base reformista y ganarse el pan cada 15 días en el Parlament.

¿Cataluña o Barcelona ha dejado de ser referente y tierra de oportunidades?

El día 21 está en juego esto también. Quien más palos va a recibir de la inestabilidad económica será el más débil. Quien tiene la posibilidad de trasladar su SICAV a Madrid o a Valencia, tiene menos problemas que el autónomo que se ha visto con la carretera cortada por un Comité de Defensa de la República. Cataluña tiene que seguir siendo motor de Europa y de España.

El candidato del PSC no reniega de la oposición de Unió al matrimonio homosexual. EFE

¿Podría decirme algo bueno de Puigdemont?

Es una persona que está convencida de sus ideas. No ha cambiado.

En los 90 llevaba ya carteles que ponían Catalonia is not Spain por las playas de Barcelona.

Está profundamente equivocado pero no puedo reprocharle que haya cambiado o haya sorprendido a nadie. No cambia según las encuestas.

"No reniego de la posición de Unió sobre el matrimonio homosexual"

¿Sigue estando en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo?

En Unió teníamos una posición cerrada en ese sentido y no reniego de ella. Units per Avançar ha reflexionado sobre esto y ha tomado una postura de respeto de la ley y por una realidad sobre la que no tenemos nada más que añadir.

No me queda claro si está a favor o en contra.

Personalmente, respeto profunda y absolutamente esta realidad y el marco legal que se le ha dado.

¿Cuál es la Cataluña que sueña para dentro de cinco años?

Me gustaría que recuperásemos la concordia y la cohesión. Que podamos hablar de ella con tranquilidad en una cena entre amigos, que no se apague la televisión. Una Cataluña que recupere el tejido económico y que tenga un mayor reconocimiento de sus instituciones, de su ámbito identitario y educativo. 

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