Las Fuerzas Armadas se desplegaron en 17 misiones internacionales a lo largo de 2017: desde Colombia hasta Afganistán; desde Letonia hasta República Centroafricana. Cada escenario corresponde con un objetivo diferente, relacionado con la pacificación o la defensa de los intereses nacionales. Para cumplir con todas ellas, el Estado desembolsó un total de 834,4 millones de euros; un 8,2% más que en el curso de 2016, cuando se destinaron 771,1 millones al mismo fin.
En 2017, la misión que supuso un mayor desembolso fue la del Líbano, donde el Ejército español vigila el cese de las hostilidades, garantiza la paz y garantiza el respeto de la frontera -conocida con el nombre de Blue Line-. El Ministerio de Defensa ha invertido 138 millones en 2017 en este frente.
Por el contrario, la misión que requirió un gasto menor fue la de Bosnia, conocida con el nombre de Eufor-Althea, donde se sigue contribuyendo al asesoramiento del Gobierno local en materia de Defensa. El gasto fue de 400.000 euros.
Misiones por número de efectivos
Si atendemos al número de efectivos que han participado en las diferentes misiones a lo largo de las distintas rotaciones, Líbano vuelve a encabezar el ránking. En total, 2.083 soldados españoles pisaron aquel territorio en 2017. Por el contrario, en Bosnia, sólo fueron tres.
En total, 10.500 efectivos contribuyeron en las 17 misiones establecidas.
Más cifras
La ministra María Dolores de Cospedal ha ofrecido todas estas cifras en la Comisión de Defensa celebrada este miércoles en el Congreso de los Diputados, en la que también se aprueba el aumento del contingente español en Mali. Esta decisión corresponde con el mandato que el Ejército español asumirá en el país africano para apaciguar el polvorín yihadista en el que se ha convertido, como ya contó EL ESPAÑOL.
En su comparecencia, la titular de Defensa ha ofrecido otras cifras relevantes sobre las operaciones internacionales en las que participan las Fuerzas Armadas.
Por ejemplo, que los soldados españoles detectaron en Turquía 76 ataques con misiles desde Siria, todos ellos frustrados.
También que la Armada española ha contribuido al rescate de más de 42.000 personas en aguas del Mediterráneo desde la puesta en marcha de la operación Sophia (julio de 2015).
En Irak, el contingente del Ejército adiestró a 11.000 efectivos locales en su lucha contra el yihadismo y el objetivo de la estabilización de la región.
En aguas del Índico, donde no se había producido ningún ataque pirata en los últimos años, la operación Atalanta -en la que está integrada la Armada- frustró cinco agresiones a lo largo de 2017.
Los retos de 2018
El año entrante arranca con varios retos latentes para las Fuerzas Armadas. Para empezar, el mandato en la misión EUTM-Mali, que requiere la ampliación del contingente desplegado en la región. También se aumentará el número de efectivos desplegado en Líbano, Irak y Afganistán.
Además, España aspira a albergar en Rota (Cádiz) el cuartel general de la operación Atalanta, de lucha contra la piratería en aguas del Índico. Hasta ahora, la base se encontraba en el Reino Unido. Pero, tras el Brexit, España se postula para este puesto.
En definitiva, 2018 será un año en el que las Fuerzas Armadas adquieran un mayor peso en el escenario internacional, buscando estrechar lazos con los principales aliados -OTAN y UE- y contribuyendo a la pacificación en 17 misiones.
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