Diccionario del postmarianismo para orientarse en el nuevo escenario político
- El PSOE vuelve a ser primera fuerza política tras echar a Rajoy de la Moncloa.
- Puigdemont y Torra tienen en su mano dinamitar la legislatura de Sánchez.
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El marianismo era algo así como la total quietud política. Un término utilizado para definir la época de Mariano Rajoy en el Gobierno y derivado de la actitud de su protagonista. Parecía que esta etapa sería eterna. Pero el 1 de junio triunfó la moción de censura impulsada por Pedro Sánchez.
Todo ha dado un vuelco desde entonces. El marianismo ha desaparecido hasta del Partido Popular. Un nuevo (y convulso) escenario político, que ahora gira en torno a la figura de Pedro Sánchez, requiere su propia nomenclatura para no perderse.
Abálos. El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, es una de las principales caras visibles de este nuevo tiempo político. Enfangado los últimos días por la crisis del taxi, es uno de los principales apoyos de Sánchez tanto en el PSOE como en el Gobierno. Los taxistas han bajado la bandera, pero amenazan con un septiembre caliente.
Borrell y Batet. Los ministros de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, y de Política Territorial, Meritxell Batet, son algo así como las dos caras del PSOE para Cataluña. Azote de los nacionalistas el uno y dialogante con ellos la otra, son dos pilares del Ejecutivo.
Casado. El nuevo presidente del Partido Popular derrotó a Soraya Sáenz de Santamaría en un congreso que marcará un antes y un después en el centroderecha. Pablo Casado quiere ser la alternativa a Sánchez y a Rivera, y lidera la oposición.
Dolors Montserrat. Nada más conquistar el cetro del PP, Casado apostó por caras nuevas para las principales tareas de su formación. La exministra de Sanidad es la portavoz parlamentaria del grupo más potente del Congreso.
ETA. Por suerte, esta palabra casi ha desaparecido de la actualidad política porque la banda terrorista ya anunció su disolución. Pero sí sigue en el aire qué ocurrirá con los presos. El Gobierno de Sánchez pretende cambiar la política penitenciaria, pero no se sabe cuándo ni cómo.
Francisco Franco. El nombre del dictador ha vuelto a estar de moda. Una de las primeras decisiones del Gobierno del PSOE fue anunciar que exhumaría sus restos del Valle de los Caídos. El traslado iba a producirse este verano, pero ahora parece que se pospondrá unos meses por la batalla legal entre la familia de Franco y el Gobierno.
Guirao y Huerta. El ministro de Cultura y Deporte, José Guirao, es uno de los más desconocidos por los españoles. De perfil más técnico y menos mediático, sustituyó al caído Màxim Huerta, que se vio obligado a dimitir muy pocos días después de que Sánchez formase su gobierno.
Inmigración. A raíz de la crisis del Aquarius, la inmigración ha pasado a estar entre los temas habituales de portadas y telediarios. No por casualidad, la preocupación por el fenómeno migratorio se ha triplicado, según el barómetro del CIS.
Juan Carlos I. La publicación de las cintas de Corinna en EL ESPAÑOL ha señalado presuntos delitos de Juan Carlos I. Un golpe para el Rey emérito y, por añadidura, para Felipe VI que además obligó al cuestionado director del CNI, Sanz Roldán, a dar explicaciones en el Parlamento.
Llarena. El juez instructor del Tribunal Supremo ya ha procesado a todos los líderes políticos no fugados del golpe secesionista, que serán juzgados en el otoño. Víctima de un escrache hace unos días, Pablo Llarena sigue teniendo en su mano el futuro procesal de Puigdemont.
Mateo. Uno de los primeros quebraderos de cabeza del Gobierno ha sido el intento de renovación de la cúpula de RTVE. Tras una inesperada derrota parlamentaria, la veterana periodista Rosa María Mateo fue elegida como administradora única temporal de la corporación. Ya han empezado los cambios. Y en pocos meses se tiene que resolver un concurso público para renovar a todo el consejo de administración.
Nadia Calviño. La ministra de Economía y Empresa, Nadia Calviño, también una desconocida para la gran mayoría de españoles, dirige la política económica del Gobierno junto a su compañera de Hacienda, María Jesús Montero. El papel de Calviño es clave en Bruselas, donde tiene que negociar con los socios europeos sobre el déficit.
Oriol Junqueras. El próximo otoño estará marcado políticamente por el juicio en el Supremo contra el líder de ERC y ex vicepresidente catalán. Él se quedó y Puigdemont huyó quedándose la gloria. Por ahora.
Pablo Iglesias. El secretario general de Podemos, ahora ausente de la primera línea por motivos personales, será determinante en esta legislatura. De alguna manera, será a la vez apoyo y oposición de Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados. La negativa a respaldar el techo de gasto es un aviso de Podemos al PSOE.
Quim Torra. Uno de los asuntos que determinará el futuro de la Moncloa es Cataluña. La crisis catalana no se ha acabado, ni mucho menos. Por ahora, el presidente del Gobierno ha iniciado la senda del diálogo con el president Quim Torra. Este último, aliado para siempre de Carles Puigdemont, puede dinamitar el camino de Sánchez.
Rivera. Ciudadanos quedó fuera de sitio, como noqueado, por el triunfo de la moción de censura de Sánchez. Ahora, el presidente de Cs se afana por recuperar la iniciativa y sigue exigiendo que se convoquen elecciones generales cuanto antes.
Sánchez. A mediados de mayo, cuando se cumplía un año de su reconquista del poder en el PSOE, las encuestas señalaban un camino oscuro para él. Por enésima vez, sorprendió a todos y revivió mediante una moción de censura de todos-contra-Rajoy.
Tezanos. El Gobierno del PSOE ha colocado a unos cuantos amigos de Pedro Sánchez en organismos públicos. El veterano socialista José Félix Tezanos dirige el Centro de Investigaciones Sociológicas. El primer barómetro con él al frente del CIS ha generado una enorme polémica por lo cocinados que estaban los resultados.
UCO. La Unidad Central Operativa de la Guardia Civil se ha convertido en un problema para el Gobierno. El ministro de Justicia, Fernando Grande-Marlaska, decidió fulminar al coronel Manuel Sánchez Corbí como dirigente de la UCO después de que la semana anterior se denunciase la falta de fondos de esta conocida unidad. El coronel Javier Sánchez Gil es su sustituto.
Villarejo. Su leyenda no se agota. Encarcelado desde noviembre por la operación Tándem, el ex comisario José Manuel Villarejo aún es temido por muchos. Su aparición en las cintas de Corinna tal vez sea solo el inicio de todos los escándalos que se pueden descubrir, ahora que la Policía Nacional tiene en su mano los archivos de Villarejo.
Wittgenstein. Todos la conocen por su nombre, Corinna, o porque fue amiga del Rey emérito. Sus conversaciones con Villarejo y José Manuel Vilallonga, ya mencionadas, han pasado por el Congreso. Y los socios del Gobierno van a insistir en que el asunto se investigue.
Zapatero. El expresidente del Gobierno fue un enemigo íntimo de Sánchez en las mil y una peleas internas del PSOE. Ahora, han mejorado sus relaciones. Y hasta colabora discretamente en asuntos de exteriores, como en la visita a Marruecos.