El proveedor sanitario revela en esta cuarta entrega nuevos datos que ofrecen algo de luz en la ceremonia de la confusión orquestada por el Gobierno a base de incesantes ruedas de prensa, con tantas palabras como datos imprecisos. El material, por fin, ha comenzado a llegar a España 20 días después de la declaración del estado de alarma -con más de 100.000 españoles contagiados ya y casi 10.000 fallecidos por el coronavirus-. Pero el proveedor duda de la capacidad del Gobierno para distribuir por todo el Estado los envíos desde China y desde lugares tan sorprendentes como Turquía.
En el transcurso de la conversación sorprende con varias informaciones desconocidas. Aporta el beneficiario oculto de la compra de 5,5 millones de test chinos (se supone que buenos) por unos 30 millones de dólares. Es de Tarrasa. Y hay, además, una multinacional, también catalana, que apoyó en sus orígenes el procés, que hará un gran negocio con el Covid-19 en los próximos meses.
Empieza el soliloquio:
“El tema del coronavirus en España es como la energía, que ni se crea ni se destruye, solo se transforma aumentando de tamaño. Todavía no sabemos cómo se creó el dichoso Covid-19, pero sí estamos viendo que es dificilísimo destruirlo y que, por tanto, esto va para largo. Escúcheme lo que le digo: sus consecuencias van a transformar España, a peor, claro”.
“Menos mal que nuestras autoridades sanitarias lo presentaron como una gripe algo más dura. Me acordé esta mañana de esta tontería cuando escuchaba la frase lapidaria del jefe del Samur al ser dado de alta: esto no es una gripe, es una barbaridad. El Gobierno está medio tumbado, que es como se quedan los enfermos del coronavirus al principio, y la economía tirita febril. Pero yo no soy un analista político, como se llaman ustedes; yo sólo me dedico a comprar y a colocar material sanitario. Mi pronóstico, por obvio que sea, es que cuando en las UCI y en las residencias de ancianos dejen de morir personas, entonces vendrá la segunda oleada de muertes: la de las empresas”.
“Los datos son tremendos, en un par de días estaremos en 10.000 muertos. Sin embargo, yo, que he ido denunciando desde estas páginas la parsimonia y el desorden con el que ha actuado el Gobierno de Sánchez, al menos hoy respiro. Por fin, casi dos semanas y media después de la declaración del estado de alarma, el 14 de marzo, empiezan a llegar guantes, mascarillas, trajes de protección, los esperados test, incluso algunos respiradores".
El sainete de las ruedas de prensa
“Es de coña, con perdón, que algunos de los primeros respiradores que llegarán serán de Turquía. Toda una potencia industrial, como es bien sabido. El Gobierno de Castilla-La Mancha, desesperado por la inacción general, ha comprado allí 150. Yo no sé usted, pero a mí me falta oxígeno cuando contemplo el sainete diario de las interminables ruedas de prensa gubernamentales. Siempre hay alguna sorpresa. Hay minutos de gloria para todos los ministros, en parejas, en tríos...”.
“El espectáculo de la tarde del martes, con Pablo Iglesias, fue superior. Casi me caigo de la silla al escucharle decir que gracias a las medidas adoptadas por el Gobierno se habían evitado unas 16.000 muertes hasta el 31 de marzo. Citó como fuente un informe del Imperial College británico. ¿Debemos, pues, estar contentos porque sólo llevamos 10.000 muertos? Pues el Gobierno podía haberse dado cuenta antes y haber actuado con mayor diligencia prohibiendo, por ejemplo, espectáculos masivos… Pero agua pasada no mueve molino”.
“No quiero cebarme con Pablo Iglesias. Como decían los clásicos, no aséis lo que está cocido. Señor vicepresidente, no insista más. La gestión del Gobierno con la crisis del coronavirus ha sido desastrosa; reaccionaron tarde, compraron mal y, ahora que empiezan a llegar los suministros sanitarios, a ver si son capaces de distribuirlos adecuadamente”.
La complicación de la 'operación mascarilla'
“Esto último que le digo no es un tiro al aire. Ya empiezan a llegar aviones a Torrejón, sobre todo, y a Zaragoza, cargados de millones de mascarillas, etcétera. Y, me temo, que no tienen preparada la logística de la distribución. Ni saben. Si para nosotros, que llevamos años haciendo esto, no es fácil, imagínese para el Ministerio de Sanidad, que por no tener se quedó hasta sin edificio en el Paseo del Prado, compartido con el vicepresidente Iglesias y con el ministro de Consumo, Alberto Garzón. Todos ellos, como es sabido, empezando por el ministro Illa, grandes expertos en materia sanitaria y comercial”.
“Problema matemático: si en un palet caben 50.000 mascarillas de tela y 7.000 FFP2, y en cada camión entran unos 30 palets de estos, y un avión de carga almacena el equivalente a unos tres camiones…. Le digo esto para que entienda la complicación de la operación mascarilla, más luego distribuir todo en 17 comunidades autónomas… Una vez que el material llega, a ver cómo sale de los hangares y cuánto tardan en organizarlo. Hacienda tuvo que poner a alguien para desatascar los pagos a los chinos, y aquí, como no se emplee el Ejército, las mascarillas y demás se quedan en pista de aterrizaje. Ya le contaré otro día”.
“Pero entremos en lo más nuevo e importante que quiero contarle hoy. Recordará que en mi monólogo anterior, o soliloquio como usted llama a nuestras conversaciones, le daba en exclusiva la lista de las quince grandes empresas biotecnológicas con el aval de China, a propósito del cuento chino de los test comprados a Bioeasy. Por cierto, ¿nos contará alguna vez el Ministerio de Sanidad cuánto dinero tiraron a la basura con la compra de las 350.000 pruebas hueras? ¿Qué intermediario engañó al Gobierno y le dio gato por liebre? Porque, aquí, mucha rueda de prensa, con preguntas seleccionadas, pero en los episodios oscuros, otro tupido velo”.
“Recordará que ofrecía al Gobierno las 15 compañías fiables, para que no volvieran a errar, entre las que aparecía Wondfo Biotech. Según mi información, es a la que Sanidad ha comprado los 5,5 millones de test. Insisto: más vale tarde que nunca. Veinte días después del estado de alerta, empiezan a llegar las pruebas que, con una gota de sangre y en 15 minutos, determinarán si se está infectado de coronavirus o ha desarrollado anticuerpos tras superar ya la pandemia. En países como Corea del Sur, se hicieron cientos de miles de pruebas de este tipo desde el minuto uno y eso evitó el contagio masivo y las muertes que estamos sufriendo en España. Como le digo, 20 días después del estado de alerta, y tras 61 días de que se detectara en La Gomera el primer caso de Covid-19, el 31 de enero pasado, empezaremos a hacernos los test de manera masiva. Albricias”.
“Wondfo se presenta a sí mismo como el primer producto aprobado oficialmente en China para la prueba rápida de anticuerpos contra el Sars CoV2 y para el diagnóstico del coronavirus en 15 minutos. El precio de cada envase, según calculo yo, oscilará entre 5 o 6 dólares. Que por 5,5 millones de dosis habrá costado a Sanidad alrededor de 30 millones de dólares”.
El intermediario: Skymedic
“Pero tengo más información, y esta es una pista muy muy interesante que usted debería seguir. ¿Cómo ha llegado esta compañía de Guangzhou a Madrid y ha podido franquear las puertas del Ministerio de Sanidad, a 10.411 kilómetros de distancia en línea recta entre un punto y otro? Voy a contarle en exclusiva el intermediario. Se trata de una pequeña compañía catalana. Se llama Hans Biomed, aunque comercialmente es más conocida por Skymedic”.
“Están establecidos en Tarrasa, tienen 11 años de vida, 16 empleados y, sorpréndase, según el último ejercicio disponible, en 2018 facturaron 2,7 millones de euros. Vamos a suponer que por cada uno de los 5,5 millones de test se lleva un dólar; esto quiere decir que con una sola operación habrá doblado toda la facturación de un año”.
“Todos los proveedores españoles envidiamos el golpe de suerte, o lo que sea, del dueño de Skymedic. Se llama Eric, es muy conocido entre las clínicas estéticas al ofrecer, entre otros productos, lámparas para la alopecia o láseres para revitalizar la zona genital femenina. Todo más placentero, afortunadamente, que el maldito coronavirus. Alguna vez sabremos cómo han llegado al Ministerio dirigido por Illa, también catalán. Casualidades”.
“Si hay una intermediario que ha intermediado a favor del intermediario, y perdón por el juego de palabras, eso ya no lo sé. Busque usted. No se lo voy a contar yo todo. Eso sí, al menos este catalán no podrá quejarse de España. ¡Menudo pelotazo económico! Ni este catalán ni otros muchos más importantes. Atentos a la multinacional Grifols, especializada en el sector farmacéutico y hospitalario”.
“Grifols espera producir inmunoglobulina para hacer frente al Covid-19. Será un plasma con anticuerpos contra el coronavirus. Aunque los ensayos de su división Bioscience se harán en Estados Unidos, España será otro gran mercado. Como usted sigue de cerca los temas políticas, más que los sanitarios, como me doy cuenta por las preguntas que me hace, ya sabe lo del pasito para adelante y para atrás de Víctor Grifols con el proceso soberanista catalán. De hecho, fue uno de los principales apoyos de Artur Mas en su iniciática locura independentista. Pues España será un gran mercado de beneficios para Grifols”.
“El Gobierno central se decantó por los test Wondfo, para fortuna del intermediario catalán, pero España, ante la inoperancia del Ministerio de Sanidad en la crisis del coronavirus, se ha convertido en un reino de taifas. El mundo hoy es un zoco sanitario para las comunidades autonómicas. Castilla-La Mancha, infectado por el coronavirus debido a su proximidad a Madrid y a que miles de albañiles manchegos vienen a la capital y vuelven a dormir a sus casas, está sumida en una crisis monumental. Y la desesperación no es buena para salir a comprar. Espero que los respiradores turcos les salgan bien y los 60.000 test adquiridos a Zhejiang Orient, también, aunque no están validados por el Gobierno chino. El consejero de Salud, Jesús Fernández, y el presidente García Page son políticos responsables que no se merecen lo que les está pasando”.
No sabremos los muertos exactos
“Tengo que dejarle ya, aunque no descarto seguir utilizando su canal ante la desinformación y la mala praxis que España está sufriendo con este Gobierno en el que faltan cabezas y sobran carteras. No sé cuándo acabará esto, aunque sí estoy seguro de que jamás sabremos cuántos españoles murieron por coronavirus. ¿Ha leído el Documento Técnico que recoge el procedimiento para el manejo de cadáveres de casos de Covid-19?”.
“Fíjese en lo que dice el punto 2 sobre las Autopsias. 1) Autopsia de Covid-19: Se recomienda no realizar por el riesgo biológico de contagio para los ejecutores de la misma, por el riesgo de propagación del virus. Si no hay autopsia, con cientos de enfermos que acaban muriendo en residencias o, incluso, en sus casas antes que ir al hospital, usted me dirá de qué servirá la estadística oficial. Yo tampoco creo que sabremos exactamente cuántas españoles murieron por este virus”.
“De momento, iremos contando los muertos según nos lo vaya retransmitiendo el doctor Simón, ahora con coronavirus, sobre quien prefiero no opinar. Las previsiones no pueden ser más funestas. Este jueves, cuando sus lectores lean mi filípica de hoy, mi cálculo es que habrá otros 869 fallecidos, cinco más que hoy. En los próximos días oscilará entre 850 y 910 muertos al día. Hay un grupo de matemáticos, Inverence se llama, que lo están clavando. Me anticipan que este jueves Madrid pasará de los 4.000 muertos por el coronavirus y Cataluña llegará a los 2.000. ¿Cuándo acabará esto? Nadie lo sabe. Pero si no se para la progresión de muertes en residencias de ancianos podemos superar los 20.000 muertos. Anote lo que le digo…”.
El proveedor arrancó con el primer principio de la termodinámica, la energía no se destruye, sino que se transforma, y acaba con una frase proverbial de la cultura clásica, a modo de epitafio del Gobierno Sánchez: “Cada vez que deliran los reyes, lo pagan los griegos”. Los reyes, en este caso, no viven en el Palacio de la Zarzuela.