El Ministerio del Interior ha decidido destituir al coronel Diego Pérez de los Cobos como responsable de la comandancia de la Guardia Civil en Madrid y en su día jefe del dispositivo policial desplegado para frenar el referéndum ilegal del 1-O.
Según cuentan a EL ESPAÑOL fuentes de Interior, el despido fulminante se produce por "pérdida de confianza". Pérez de los Cobos cae en medio de la polémica de la última semana en torno a los dispositivos de seguridad y las medidas tomadas en torno al chalet de Galapagar, la casa de Pablo Iglesias e Irene Montero. Muchos consideraron "excesivo" el despliegue de efectivos para blindar la casa del vicepresidente del Gobierno ante las protestas en su entorno.
En las últimas semanas, la unidad de Pérez de los Cobos había iniciado una serie de indagaciones sobre las manifestaciones en la capital durante el 8-M, poco antes de que se decretase el estado de alarma y el confinamiento de la población. De los Cobos investigaba al delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco, y al director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, por haber permitido la organización de esas manifestaciones multitudinarias a las puertas de la pandemia.
La juez Carmen Rodríguez Medel, titular del juzgado 51 de Madrid, investiga desde hace semanas la actuación de las autoridades sanitarias durante los inicios de la crisis del coronavirus. Recientemente, según relatan fuentes del Instituto Armado a este periódico, los agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil habían remitido a la magistrada informes sobre encuentros en los que participaron el ministro de Sanidad, Salvador Illa, y Fernando Simón, el portavoz sanitario del gobierno.
En esos informes se detallan las reuniones que ambos mantuvieron con una comunidad evangélica de Madrid para que no celebraran un congreso previsto para mediados del mes de marzo. Esa prohibición se produjo tres días antes del 8-M, evento multitudinario que contó con el visto bueno de Simón y el equipo sanitario al cargo de la gestión de la pandemia.
El coronel Pérez de los Cobos había firmado recientemente una orden de la Guardia Civil que prohibía a los vecinos de Pablo Iglesias poner banderas en las "calles circundantes o aledañas" al chalé del vicepresidente del Gobierno. La instrucción se incluía dentro de las medidas para proteger la seguridad en torno a la casa Iglesias y de su pareja, la ministra Irene Montero. El lugar ha sido escenario en las últimas jornadas de las protestas y manifestaciones contrarias a la gestión de la crisis sanitaria.
En el escrito al que tuvo acceso este periódico, se impartía una serie de instrucciones para "proteger a las autoridades y demás residentes en el domicilio". Una de ellas hacía referencia directa a evitar todo tipo de simbología, banderas, pancartas y elementos similares en el entorno de la casa.
Literalmente, el documento decía así en ese punto: "Evitar daños a la finca, incluido pintadas, o la colocación de cualquier otro elemento en el vallado/muro exterior, calles circundantes o aledañas (pancartas, cartelería, banderas o cualquier otro elemento físico que contenga simbología, reivindicaciones, reclamaciones, etc.)".
Seguridad en Galapagar
La última semana las protestas contra el gobierno por la gestión de la crisis sanitaria del coronavirus se trasladaron a Galapagar. Allí, ante la casa de los líderes de Podemos, vigila habitualmente un Guardia Civil en la garita 24 horas al día. Pero el aumento en el tránsito de vecinos y manifestantes que hacían sonar sus cacerolas hizo que se blindara el entorno de la casa más aún de lo habitual.
Media docena de vehículos del Instituto Armado. Vallas. Incluso representantes de la USESIC, la brigada de Seguridad Ciudadana de la Benemérita, se adhirieron al dispositivo preparado por Pérez de los Cobos. Es preciso recordar que además de todo esto Iglesias y Montero cuentan con un equipo de escoltas.
Muchos dentro de la Benemérita han considerado excesivo el despliegue efectuado alrededor de la manzana de esa zona de chalés, conocida como La Navata. Incluso llegaron a cortar la calle para evitar que los vecinos paseasen por delante de la vivienda.
Dispositivo contra el 1-O
Pérez de los Cobos fue en su día el hombre que coordinó el dispositivo desplegado por el ejecutivo de Mariano Rajoy para tratar de impedir el referéndum ilegal del 1 de octubre del 2017. Bajo su control estuvo el mando único que se estableció para coordinar el dispositivo preparado para frenar el desafío soberanista.
Estaba marcado por los independentistas por haber sido el encargado de organizar a Policía Nacional y Guardia Civil.
Dos años después, Pérez de los Cobos resultó clave durante el juicio a los líderes independentistas ante el Tribunal Supremo. Sus discrepancias con el jefe de los Mossos d'Esquadra, José Luis Trapero, fueron notorias, ya que el coronel de la Benemérita sostenía que el despliegue de la policía catalana fue, realmente, burda apariencia, y que el objetivo de su cuerpo policial había sido el de promover una actuación pasiva, para permitir así la celebración del reférendum ilegal.
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