El 6 de abril de 2016 -era miércoles- las autoridades de Andorra entregan a la Policía Nacional española a un prófugo de la justicia. La extradición tuvo lugar a mediodía, en el paso fronterizo de La Fraga de Moles. Con ella, llegaba a su fin la orden de búsqueda que la Interpol había emitido el anterior 9 de febrero. Aquel hombre se había fugado en un permiso penitenciario y, sobre todo, era -y es- una pieza clave para entender la fortuna de los Pujol en el paraíso fiscal que es Panamá.
A 500 kilómetros de la frontera, ese mismo 2016, la hija del prófugo se labra una reputación de mano dura contra la corrupción como abogada jefe del Estado en País Vasco.
El hombre es Pablo Olona Cabasés, un empresario leridano que había sido condenado por insolvencia punible y que presuntamente había ayudado a la familia Pujol a aterrizar en Panamá. La hija es Macarena Olona, actual diputada en el Congreso de Vox.
Cada vez que Macarena Olona (Alicante, 1979) habla en las escasas entrevistas que concede, siempre cuenta que su infancia fue muy dura. Dice que tiene a su madre por heroína, porque las crió a ella y a su hermana en absoluta soledad. Del padre nunca habla, como si lo hubiera perdido en un episodio traumático o si se hubiera marchado a por tabaco y nunca más se supo. Es un misterio.
Es que uno no elige a sus padres. Sí que puede elegir romper con la estela de lo que fueron y, como en el caso de la abogada del Estado en excedencia y una de las líderes de Vox, convertirse en una persona de orden. EL ESPAÑOL ha podido saber que el progenitor de la diputada de la formación ultraderechista es Pablo Olona, una herencia de la que Macarena no se debe sentir muy orgullosa: a fin de cuentas, la carrera de ella ha ido en el sentido contrario, como intentando remendar algo.
Del empresario catalán que da el apellido a Macarena en realidad se sabe relativamente poco. Es de Lleida, tiene 66 años de edad, es cercano a Jordi Pujol Ferrusola, el primogénito del clan de los Pujol, que está en prisión por un presunto delito de blanqueo de capitales. También tiene vínculos con el empresario Javier de la Rosa, condenado por el caso Grand Tibidabo e implicado en el caso KIO y con el exabogado de Jordi Pujol, Joan Piqué Vidal, condenado por blanquear dinero de los narcotraficantes del cartel de Sinaloa.
En medio de estas corruptelas es frecuente el nombre de Pablo Olona. Su nombre aparece en 21 empresas españolas, muchas de ellas dedicadas al sector inmobiliario, y, en, al menos, tres sociedades en Panamá. Además, EL ESPAÑOL ha podido comprobar que Pablo Olona también figura en una empresa con Antonia María Choclán, Toñi, madre de Macarena Olona. La empresa, ya extinta, era propiedad de la madre de la diputada de Vox y el padre figuraba como socio. De nombre Torre Garrofer S.L., la empresa se creó en 1992, cuando la líder de Vox tenía 13 años.
A pesar de que ambos padres de Macarena Olona tuvieron relación al menos hasta que ella cumplió esos 13 años, su hija siempre que puede le borra a él del mapa, nunca lo menciona. En su vida, en cambio, ha apostado por combatir contra la corrupción, pagando las facturas que ello conlleva, hasta que se adentró en el mundo de Vox y ha venido a convertirse en el ala más dura de la formación. Su lucha ahora es España. O al menos la idea que Vox tiene de España.
El hombre de los Pujol
La extradición de Pablo Olona Cabasés se produjo un mes después de su detención por parte de las autoridades andorranas el día 3 de marzo de 2016. El padre de Macarena había estado cumpliendo una condena de tres años y tres meses en España y, en un permiso penitenciario, jamás volvió a prisión. Según estimaron las autoridades, llevaba en el principado desde diciembre de 2015 tras su fuga y en febrero del año siguiente la Interpol en Madrid dictó una orden internacional para capturarle.
Esos casi cuatro meses que el padre de la diputada de Vox estuvo en Andorra, anduvo con total libertad. Se llegó a hospedar en dos hoteles distintos y también recibió atención médica en el hospital Nostra Senyora de Meritxell. Después de su detención, sus abogados le asesoraron que lo mejor iba a ser aceptar la extradición. Seguramente el desenlace sería ese de cualquier modo y, por lo menos, se podían evitar el tedioso protocolo. Tras ser devuelto a las autoridades españolas fue puesto a disposición de un juez de Seo de Urgel (Lleida) y ahí se le perdió la pista. Seguramente acabó en la Audiencia Nacional de Madrid, que tutela las extradiciones, definitivamente volviendo a la cárcel.
Pero si la UDEF, la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal española, andaba tan interesada en el desaparecido padre de Macarena Olona no era por su delito de insolvencia punible -que consiste en ocultar bienes cuando alguien se declara insolvente-. Según recogió el diario andorrano Altaveu -que ha publicado numerosas exclusivas de los Pujol- después de su extradición, Pablo Olona tenía una larga trayectoria de participaciones en empresas panameñas, al menos desde 1985. Presuntamente, habría estado detrás de sociedades en el paraíso fiscal como Carsa Holding Panama Inc., Villa Marina 9B S.A. o Olos Internacional y ayudaba a empresas españolas a cruzar el charco.
Presumiblemente, Pablo Olona había aprovechado esos vínculos en el paraíso fiscal para colaborar en los negocios que Jordi Pujol Ferrusola quería activar en Panamá. Además, también era cercano a Josep Piqué Vidal y Javier de la Rosa.
Según la noticia de 2016, en 2001 el padre de Macarena Olona tuvo que declarar como testigo en el juicio del caso Grand Tibidabo, que acabó con tres años de cárcel para Javier de la Rosa por apropiación indebida de 68 millones de euros entre 1991 y 1994. Olona, además, tendría vinculación con Piqué Vidal a través del proyecto Puerto Verde Panamá Atlántico. Ahí, Olona habría actuado como conseguidor para el abogado de Jordi Pujol, que acabó recibiendo una condena por blanquear dinero para los narcotraficantes del cartel de Sinaloa.
A pesar de las amistades peligrosas del padre de Macarena Olona, no hay constancia de que haya vuelto a ser condenado tras su delito de insolvencia punible. Sin embargo, Hacienda atribuye a Jordi Pujol hijo nueve millones ingresados en Panamá. En septiembre de 2019, el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata amplió el plazo para la investigación sobre el origen de la fortuna del expresidente de la Generalitat de Cataluña hasta marzo de 2021. Quizás el nombre del padre de Olona siga sonando en este tiempo.
Inmobiliarias en Alicante
Al margen de los vínculos que Pablo Olona guarda con el clan de los Pujol, EL ESPAÑOL ha podido comprobar que tiene o ha tenido diversas empresas en Alicante, localidad natal de Macarena Olona y donde a día de hoy su madre sigue residiendo. Destacarían las empresas Compañía Alicantina de Construcción S.A., en la que fue nombrado administrador único en 2004; Oriol Eurocosta S.L., donde figura como administrador desde 2001; Campos y Bosques Ibéricos S.A., nombrado administrador en el año 2000 y CBI Records S.L., de la que fue también administrador único nombrado en el año 1991.
Aunque la mayoría de las mismas, dedicadas principalmente a la construcción, ya no registra actividad, sus cargos coinciden en el tiempo con la empresa que creó junto a la madre de Macarena Olona.
El nombre de la misma es Torre Garrofer S.L.. Fue constituida en Madrid en 1992 -en la Avenida Pablo Iglesias, que recibe el nombre del fundador del PSOE- y más tarde, en 1999, trasladada a Alicante. Según la documentación a la que ha accedido este diario, Pablo Olona fue socio de esa empresa y Toñi, la madre de Macarena, además de como socia figura como administradora única. Según lo que se recoge en el BORME, el Boletín Oficial del Registro Mercantil, Torre Garrofer cerró en 2007 y la liquidadora fue la propia madre de Macarena Olona, una mujer a la que definen como fuerte y luchadora y que ha salido adelante pese a la situación familiar.
Toñi Choclán, ella misma, también lleva años dedicándose al sector inmobiliario. Cuatro años después de formar la empresa junto a su pareja Pablo Olona, ella creó otra y sigue activa a día de hoy. Constituida el 17 de julio de 1996, la empresa de la madre es una conocida inmobiliaria ubicada en Alicante. Desde su creación, la administradora única es Toñi. En el año 2014 se nombró como apoderada de la misma a Lucía Olona Choclán, la hermana de la diputada de Vox.
Además, en la actualidad la madre de la política también es administradora de una empresa radicada en Alicante y que se dedica al sector de la construcción. Por otro lado, ha sido socia y administradora de otras cinco empresas de Alicante. En la mayoría de ellas coincide en fechas y lugar con los negocios de Pablo Olona en la ciudad de la Comunidad Valenciana.
Su cese en el País Vasco
Al igual que pasó con los marxistas de la Escuela de Frankfurt, que renegaron del origen burgués de sus progenitores, Macarena Olona ha seguido una vida muy distinta a la de su padre. No ha querido participar en el negocio inmobiliario, al que se han dedicado sus padres y hasta su abuelo materno. No ha querido integrarse en ninguna empresa como su hermana Lucía. Se ha dedicado a luchar contra la corrupción. Ahora que se conoce quién es su padre, es como si la diputada de Vox, en su vida al margen de la política, estuviera intentando desdibujar las líneas que había trazado el que le da el apellido.
Cuando se le pregunta al departamento de prensa de Vox por los años tempranos de Macarena Olona la respuesta es siempre la misma. Que su vida privada no ha sido fácil y que no se quiere pronunciar sobre ello. En esa dificultad, inevitablemente, planea la trayectoria de Pablo Olona. Y es que ella siempre dice que fue criada por su madre, Toñi, en soledad, que es hija de madre soltera.
Uno de los tiempos que guarda con mayor dureza en su memoria es el que transcurrió entre 2003 y 2009, el tiempo que estuvo opositando. Tras graduarse en la Universidad de Alicante, con premio extraordinario en la carrera de Derecho, Olona comenzó las oposiciones para ser abogada del Estado. Cuentan los que la conocen, los que han hablado con ella de esa etapa, que fue muy dura. Estaban solas, ella, la madre, la hermana, y tenían que arrimar el hombro.
Cruzando ahora las cronologías, esto significa que si bien Pablo Olona sí que estaba ahí en 1992, cuando se hizo socio de la empresa de la madre, 10 años después ya no formaba parte del mapa. Ello a pesar de que en esos años seguía teniendo actividad empresarial en Alicante.
Tras un primer destino en Burgos, Olona acabó cayendo como abogada jefe del Estado en País Vasco, en 2013. Además de perseguir a la izquierda abertzale, se especializó en procesos concursales que tenían como benefactores a cargos del PNV. Su presencia se hizo incómoda y el PNV pidió su cabeza a Mariano Rajoy como condición para aprobar los Presupuestos Generales del Estado, por lo que fue cesada en 2017 y llevada a la secretaría general de la empresa pública Mercasa. Ahí siguió con su impronta.
En Mercasa -donde llegó cuando la sede ya había sido registrada por la UCO de la Guardia Civil- comenzó una investigación interna desde el seno de la organización para depurar las numerosas corruptelas que también tenían lugar ahí. Empezó a mandar información clave al juzgado para esclarecer responsabilidades y, antes del juicio y de poder declarar en él, en octubre de 2018, fue de nuevo cesada. Mercasa en este momento estaba controlada por el Gobierno de Pedro Sánchez.
De la misma forma que la trayectoria de su padre pudo llevar a Macarena Olona a luchar contra la corrupción, esta traición que sintió por parte del PP y del PSOE podrían explicar su acercamiento a Vox. Y desde que entró ahí, en marzo de 2019, ha ido reclamando poco a poco su sitio. Se ha convertido en el ala dura, en la que grita en el Congreso de los Diputados y llama sepulturero al presidente del Gobierno. En lo personal, seguirá con esa imagen dulce que transmite; en las entrevistas, hablará de lo que cree que necesita España, de su combate cuerpo a cuerpo contra la corrupción en años anteriores, de cómo es hija de madre soltera… pero nunca hablará de Pablo, su padre.