A España le ha salido un competidor en lo militar y, quién lo iba a decir, es el vecino y amigo Marruecos. A menos de un año para que acabe el acuerdo que España tiene con Estados Unidos para permitir el uso de la base de Rota por las fuerzas estadounidenses, el país norteafricano ha ofrecido su enclave naval de Alcazarseguir para que sea la nueva Rota. De llegar a formalizarse, los buques del Ejército norteamericano podrían hacer escala antes de entrar y salir del Mediterráneo, controlarían El Estrecho y forzaría a España a concesiones territoriales. Y todo esto es visto con preocupación por parte de la Armada española.
La oferta del país vecino llega a punto de que expire el acuerdo entre España y EEUU, firmado en 1988, para permitir el uso de la base de Rota. El conservar las bases dependerá de las negociaciones que tendrán que mantener antes de mayo de 2021 que vence el contrato. Y a ello hay que sumar el contratiempo de la petición estadounidense de aumentar 600 marinos y de cuatro a seis los destructores en el puerto español, lo que obligaría a cambiar el convenio bilateral y, al convertirse en un tratado internacional, pasar por el Congreso de los Diputados.
“La política de defensa se hará siempre en función de lo que diga el parlamento español”, que tendría que aprobar una posible ampliación de las bases, le dijo “muy claro” la ministra de Defensa, Margarita Robles, al secretario de Defensa de EEUU, Mark Sper, según una nota enviada a EL ESPAÑOL desde el ministerio. Sería la cuarta modificación y tendría que ser efectivamente aprobada en el Congreso de los Diputados. Sin embargo, Robles negó, en una comparecencia en mayo en el Senado, que EE UU hubiera hecho “ninguna petición formal” de ampliación de sus bases en Rota.
España compite con los planes militares ambiciosos de Marruecos con cuatro bases en pleno funcionamiento en el norte del país y tres proyectos de construcción de nuevas bases militares: Guercif, Taourirt, Alcazarseguir y Monte Arruit. Estas dos últimas, en fase de crecimiento, no solo controlan El Estrecho, si no que van a forzar a España a concesiones territoriales.
La opción en Marruecos es Alcazarseguir, la primera base marroquí exclusivamente militar a unos kilómetros de Cádiz. Mohamed VI ordenó su construcción en 2008, y cinco años más tarde estaba operativa. Entonces, ya se la ofreció a EEUU, pero el Pentágono la rechazó por no tener calado para las maniobras de grandes buques y portaaviones. Sin embargo, “en estos últimos ocho años han desarrollado la base y ya está equipada incluso para acoger submarinos. Además, se ampliará hasta cuatro veces su tamaño”, adelanta a EL ESPAÑOL una fuente militar marroquí.
Los americanos la visitaron al principio de su construcción y, además, la equiparon con el primer radar que detecta todo tipo de blancos marítimos desde el aire, de tal manera que controla los buques que navegan por El Estrecho. De hecho, EEUU es su gran proveedor de material armamentístico.
Marruecos prueba ahora una segunda oportunidad para llevarse el contingente americano de España. Y aprovechando el poco margen de tiempo de negociación y las fricciones entre Madrid y Washington, podría adherirse al menos los 600 marinos y los dos destructores que los americanos quieren aumentar en la base de Rota. Así, la base naval de Alcazarseguir se convertiría en un apéndice de la española. Sería, en realidad, un dolor de cabeza menos para el Gobierno español a la hora de firmar una ampliación del acuerdo con EEUU y tener que contar con el apoyo del Congreso.
Drones y helicópteros Apache
Las bases de Monte Arruit y Guercif, en Nador, cerca de Melilla, cuentan con drones y acaban de recibir una veintena de helicópteros de ataque Apache AH-64E, según ha podido saber EL ESPAÑOL. A finales de 2019, la agencia americana que exporta equipos militares recomendó al Congreso autorizar la venta de 36 Apache. La capacitación de pilotos y mecánicos se llevará a cabo durante los próximos dos años en Marruecos y EE UU.
En esa parte oriental del país, está previsto construir un destacamento militar en Jerada y en el futuro convertirlo en base a solo un kilómetro de la frontera de Argelia. El decreto para expropiar más de 23 hectáreas de tierra destinadas a la creación de esta infraestructura militar se publicó el 21 de mayo en el Boletín Oficial de Marruecos.
Esta política de rearme preocupa a la Armada española, en un momento en que Madrid negocia con Washington el mantenimiento de los americanos en las bases de Rota (Cádiz) y Morón (Sevilla). Por eso el ejército español amplió las patrullas y la vigilancia en El Estrecho. A pesar de las buenas relaciones entre Rabat y Madrid, el país sigue reclamando los peñones, Ceuta y Melilla y tiene previsto realizar controles marítimos en las dos ciudades autónomas.
De todos modos, Marruecos ya no necesita el apoyo de las fuerzas militares de estas ciudades en caso de una revuelta porque lleva décadas adquiriendo armamento subvencionado precisamente por EEUU. Además, con el aval de los norteamericanos y Gran Bretaña en El Estrecho, Marruecos pretende cerrar en el futuro el espacio aéreo a las ciudades españoles.
Marruecos ya 'robó' el Africom
No sería la primera vez que Marruecos le ganase la batalla a España. El país magrebí consiguió que se instalase en su territorio el Comando Africano de Estados Unidos (Africom), creado por el Pentágono en 2007 con la excusa de una protección humanitaria en la llamada “guerra contra el terrorismo”, pero que realmente intenta rivalizar con China en el continente africano. En su momento se pensó que podría instalarse en España, pero finalmente se optó por el país en el norte de África con el que mantiene relaciones en materia de seguridad y defensa desde décadas.
Con el visto bueno de Mohamed VI, el Pentágono construyó la mayor base militar norteamericana en África, en la localidad costera de Tan Tan, frontera entre Marruecos y el Sáhara Occidental. Desde entonces el Reino alauita ha recuperado el papel de cooperación militar con los americanos que tuvo después de la independencia de Francia.
“Marruecos es un gran aliado militar de EE UU, un socio estratégico en la región”, afirmó Towensend, el comandante del país americano para Africom, en su visita a Marruecos en agosto de 2019. También destacó “el papel de Marruecos en la seguridad regional, sobre todo en el Sahel”, y tildó la cooperación militar entre ambos países de “rica y diversa”.
EEUU ya se había instalado en Marruecos en 1951. Crearon cuatro bases militares en la época del protectorado, incluida la base aérea Nouasseur, donde posteriormente se construyó el Aeropuerto Internacional Mohamed V.
Después de obtener la independencia de Francia, los estadounidenses se quedaron hasta 1963. Incluso, tras una visita del rey Hassan II a EE UU, la base de Kenitra siguió como centro de telecomunicaciones de los americanos hasta 1978. Y la base abandonada en Ben Guerir, destinada al control de satélites, se convirtió en el sitio de aterrizaje para el transbordador espacial de la NASA en 1987.
La cooperación de seguridad entre los dos países está consolidada, pero además cuentan con el apoyo de Francia, interesada en que soldados americanos se instalen en Marruecos como refuerzo a sus tropas desplegadas en el Sahel.
En todo este tiempo, varios acuerdos han permitido a los militares americanos el acceso y los derechos de tránsito a las bases de la Fuerza Aérea de Marruecos, como durante las Guerras del Golfo. Actualmente, EEUU ha solicitado a Marruecos desplegar las fuerzas militares del Africom en Túnez de cara a la posible opción de intervenir en Libia.
España cerca de Trump
El Gobierno de Sánchez tendrá que mover ficha y limar asperezas con la administración de Donald Trump para firmar la renovación en Rota y Morón. La ministra de Exteriores, Arancha González Laya aboga por “el diálogo”, y mantuvo una reunión en febrero con la ministra de Defensa, Margarita Robles, y el embajador de EEUU en Madrid, Duke Buchan. Se trataron asuntos en materia de Defensa y los problemas comerciales entre ambos países, ya que Trump quiere cobrar aranceles a cambio del polémico impuesto a las grandes tecnologías.
En todo caso, las fricciones de España y EEUU vienen coleando desde que la ministra Robles retiró en 2019 la fragata Méndez Núñez del grupo de combate del Golfo Pérsico, desde el que EEUU controla a Irán.
Posteriormente, el Departamento de Defensa de Trump no eligió el astillero público Navantia para el diseño de la construcción de fragatas para la armada estadounidense, sino a la compañía italiana Fincantoeri. Entonces, la ministra española lo justificado porque “la oferta Italia era muchísimo más barata”.
La esperanza estaba puesta en la invitación del presidente americano a los Reyes de España que tenían previsto viajar el mes de abril, acompañados además de una representación empresarial y de un grupo de ministros, pero que no pudieron realizar por la crisis sanitaria mundial del coronavirus.