La casualidad, o la fatalidad, ha querido que el Consejo de Ministros de este martes 18 de mayo tuviera prevista la aprobación de una partida de 30 millones de euros para la cooperación con Marruecos en material y logística para el control de fronteras. Precisamente, en el día en el que el presidente del Gobierno suspendía un viaje a París y cogía urgentemente un helicóptero directo de Moncloa a Ceuta para "defender las fronteras" y la "integridad territorial" de España.
En torno a 8.000 personas han entrado en la ciudad autónoma desde este lunes por la tarde: a nado, en lanchas, saltando el espigón... y el presidente de Ceuta, Juan Jesús Vivas, ha criticado al Gobierno por su "improvisada respuesta" y la insuficiencia de los medios de los agentes de fronteras y los enviados para refuerzo.
En rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, Fernando Grande Marlaska ha aclarado que se ha dotado de 200 agentes más entre Policía Nacional y Guardia Civil a la ciudad, además de las unidades militares trasladadas de madrugada. Todo para defender unas fronteras de la entrada de miles de inmigrantes ilegales, "que serán devueltos de inmediato".
Horas después, fuentes de su Misnisterio han confirmado que a los 200 agentes enviados hasta mediodía se añadirán otros 200 más en la tarde de este miércoles: se van a desplegar otros 50 miembros de Guardia Civil y además, otros 150 agentes de Policía Nacional (de la UIP, antidisturbios) están en alerta por si fuese necesario su traslado y despliegue en Ceuta.
El ministro se explicaba ante los medios minutos después de, efectivamente, llevar al Consejo la aprobación de esos 30 millones de euros para Marruecos. No es la primera ni será la última partida que el Gobierno de España impulse "de sus Presupuestos" o de los de la Unión Europea "para la cooperación y coordinación con los países de origen y tránsito de la inmigración ilegal, la trata de personas, el tráfico de armas y cualquier otro crimen organizado".
Sin embargo, dada la "grave crisis fronteriza", tal como la ha definido Sánchez, el Ejecutivo se ha visto en la delicada decisión de si seguir adelante o no con el trámite. Aprobar la partida podía ser visto como un gesto de debilidad desde Rabat o como un intento de 'enjuague' con las autoridades marroquíes por parte de la oposición.
Bloquearla habría dejado sin financiación decenas de proyectos imprescindibles, como las patrullas conjuntas, la vigilancia con cámaras de visión nocturna, el control marítimo del frente atlántico para evitar una reedición de la crisis de los cayucos a Canarias...
Marlaska ha asegurado este martes que su departamento ya contaba con este presupuesto adjudicado de 30 millones de euros. Y que la partida no es directamente para Marruecos, sino para todos los países implicados en estas operaciones contra la inmigración ilegal y el terrorismo en el Sahel.
El ministro ha expresado su deseo de poder dar un día "las cifras de desmantelamiento de organizaciones criminales" que se han logrado con estas partidas, habituales de su Ministerio. "Se dedican al desmantelamiento de mafias del tráfico de personas otros crímenes organizados gracias la cooperación efectiva con Marruecos y otros países de origen y tránsito", ha aclarado para detener una polémica añadida a la crisis fronteriza.
Según ha dicho, "esta cooperación cuesta un dinero" y ha precisado que son 30 millones de euros, de los presupuestos del Ministerio del Interior, los dedicados en esta ocasión para tal fin.