Los 17 policías nacionales (agentes de los GEOS y de la UIP) que permanecen en el aeropuerto de Kabul realizan a diario varias incursiones para rescatar a los colaboradores afganos del Gobierno español, con el fin de conducirlos hasta el avión que les llevará a España.
El Ministerio de Defensa ha logrado completar este viernes el segundo vuelo de rescate, que ha trasladado desde Kabul a Madrid a 110 personas: colaboradores afganos de la Embajada y de las tropas españolas en aquel país, junto a sus familiares, así como la capitana del equipo paralímpico afgano en silla de ruedas, Nilofar Baya.
La primera etapa del vuelo se ha realizado con un avión militar Airbus 400M, mientras que la segunda, desde Dubái hasta la base de Torrejón de Ardoz (Madrid), se ha efectuado con un avión de Air Europa, que actúa como operador logístico de Defensa en el exterior.
Esta hazaña ha sido posible gracias a la actuación de 17 valientes: los policías nacionales españoles, diez agentes de los GEOS y siete de las Unidades Policiales de Intervención (UIP), que estaban encargados de garantizar la seguridad de la Embajada de España en Kabul y que ahora permanecen en el aeropuerto de la capital afgana, junto al embajador en funciones Gabriel Ferrán, para llevar a cabo la evacuación.
Una muralla humana
El Ministerio de Defensa ha desplazado a Dubái a medio centenar de soldados de élite, con experiencia en varias misiones internacionales, del Batallón de Cooperación Cívico Militar (CIMIC) y del Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo (EADA). Su cometido será coordinar la operación.
Pero por el momento el peso de la evacuación lo están llevando los 17 agentes de Policía Nacional, ya que son los que mejor conocen el terreno por su experiencia de los últimos meses en la Embajada, explican las fuentes consultadas por EL ESPAÑOL.
El Ministerio de Asuntos Exteriores se encarga de ponerse en contacto con los colaboradores afganos, para comunicarles la hora en la que deben dirigirse al aeropuerto de Kabul junto a sus familias.
Pero en la mayoría de los casos, llegar a la terminal es una misión imposible: entre ellos se interpone una auténtica muralla humana, formada por cientos de afganos que buscan desesperadamente un modo de salir del país.
Disparos al aire
Los soldados talibanes han establecido además varios check points en las carreteras de acceso y, habitualmente, sólo permiten el paso al personal extranjero. Las avalanchas humanas y los disparos realizados por los insurgentes han provocado varias muertes en las últimas horas.
Por este motivo, los 17 policías nacionales se turnan para hacer incursiones hasta el exterior del aeródromo: se abren paso entre la marea humana y salen al encuentro de los colaboradores afganos convocados por Exteriores, con el fin de protegerles y acompañarles al interior del recinto, hasta el pie del avión.
Tropas norteamericanas y de los países que integraban la coalición internacional controlan por el momento las tres puertas de acceso al aeropuerto, pero los talibanes en varias ocasiones han amagado con tomar el control de una de ellas.
Esto hace que las incursiones realizadas por los policías españoles resulten especialmente peligrosas: en varias ocasiones, señalan las fuentes consultadas, los agentes se han visto obligados a realizar disparos al aire para dispersar la muchedumbre y alejar a los soldados talibanes.
El embajador se queda
Estos agentes se encargan además de proteger en el aeropuerto al equipo encabezado por el embajador en funciones Gabriel Ferrán: aunque fue cesado del cargo el pasado 5 de agosto, ha decidido permanecer en Kabul para coordinar las tareas de evacuación.
El pasado fin de semana, pocas horas antes de que la ciudad cayera en manos de los talibanes, la Embajada española en Kabul echó el cierre. Todo el personal diplomático, acompañado por los 17 agentes de la Policía nacional, se trasladó entonces a la Embajada norteamericana. Desde allí, la delegación fue evacuada en helicópteros militares de EEUU hasta el aeropuerto.
Las fuentes consultadas por EL ESPAÑOL señalan que el Ministerio de Defensa tiene previsto trasladar hasta Kabul, en uno de los aviones A400M, varios vehículos militares. Defensa confía en que las tropas de élite enviadas a la capital afgana puedan utilizarlos para recoger en sus casas a los colaboradores afganos y sus familias que todavía están pendientes de la evacuación.
Pero las condiciones en las que se encuentra la ciudad, completamente tomada por las tropas insurgentes, no hacen aconsejable por el momento esta medida. Por ello los policías nacionales españoles son, en estos momentos, los encargados de recoger a los colaboradores afganos que han logrado llegar hasta las inmediaciones del aeropuerto.
Robles: "Una situación dramática"
La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha explicado este viernes que si no se ha evacuado a más afganos en los dos aviones españoles que ya han partido desde Kabul es porque la situación para llegar al aeropuerto es "dramática", con check points de los talibanes, entradas "colapsadas" y avalanchas.
En declaraciones a RNE, Robles ha narrado un episodio dramático vivido por una de las personas que ha sido evacuada por el contingente español junto a su familia que "en una de las avalanchas, ha perdido a una hija" que se ha quedado en Kabul. "Si no ha entrado más gente en los aviones es porque la situación para acceder al interior del aeropuerto de Kabul es dramática", ha recalcado la ministra.
Noticias relacionadas
O gestiona tu suscripción con Google
¿Qué incluye tu suscripción?
- +Acceso limitado a todo el contenido
- +Navega sin publicidad intrusiva
- +La Primera del Domingo
- +Newsletters informativas
- +Revistas Spain media
- +Zona Ñ
- +La Edición
- +Eventos