Sin prisa, pero sin pausa. Así trabajan al alimón Zarzuela y Moncloa de la cara a la nueva Ley de la corona anunciada por Pedro Sánchez. Entre ambos palacios hay establecida una hoja de ruta para enmarcar un nuevo modelo de Monarquía. Se trata de introducir algunas medidas y modernizar la institución.
El objetivo es encontrar una regulación que permita fiscalizar y controlar a la Casa Real. Una norma que satisfaga a todos y que ayude a que Felipe VI no se vea arrastrado por los errores cometidos en el pasado por su padre.
"La idea es que el borrador esté listo antes de que termine el curso que viene, hacia mayo o junio. No se puede permitir que se alargue más porque no quieren tener que negociar con otro Gobierno las cosas que ya están cerradas", asegura una fuente muy cercana al proceso.
"Lo que se está negociando es una fórmula para hacer una institución más fuerte, adaptándola a los tiempos actuales, que son muy distintos a cuando reinstauró, hace más de 40 años. Se buscará dotarla de más transparencia en el rendimiento de las cuentas", explica.
Relevo para Alfonsín
El pasado 18 de agosto, Jaime Alfonsín, el hombre que ha llevado las negociaciones de esa reforma, en su día con la ex vicepresidenta Carmen Calvo, celebró su 65 cumpleaños. El Jefe de la Casa del Rey no tiene una fecha de jubilación marcada en el calendario, pero es consciente de que, tarde o temprano, tendrá que dejar su puesto. La Constitución marca que el Rey nombra y cesa al personal de su Casa de forma libre, por lo que serán ellos los que decidan.
Aunque muchos no vean en esto un problema o un reto para el Monarca, lo cierto es que la duración en el cargo de este abogado gallego demuestra lo contrario. El hombre discreto que camina unos cinco pasos detrás del Rey lleva ahí desde 1995. El entendimiento entre el que primero fue su secretario y luego Jefe de su Casa es algo de lo que nadie duda.
"Es un hombre recto, sin tacha alguna, por eso se lleva tan bien con Don Felipe y por eso le gusta tan poco al padre", nos cuenta un estrecho colaborador del Emérito. "Además, le acusa de ser él -junto con la vicepresidenta Calvo- quien planeó su marcha de España", añade.
Para cuando se jubile Alfonsín, ya hay un nombre en todas las quinielas, el de Alfonso Sanz Portolés, que también pasó del equipo del Príncipe al del Rey como consejero diplomático de la casa... aunque con Felipe VI las quinielas no siempre aciertan.
Los Reyes se encuentran disfrutando, como muchos españoles, de sus últimos días de vacaciones. Aunque todo parece indicar que han pasado unos días en Portugal con sus hijas para después marcharse a Gales (Reino Unido) y ayudar a la Princesa de Asturias a instalarse en su nuevo colegio, el exclusivo internado el Atlantic College.
Nada de esto es oficial porque no se comunica, aunque este lunes se enviará a los medios de comunicación unas fotos de Leonor entrando en su nuevo centro educativo, hechas por el fotógrafo de Zarzuela. Desde el último día en que se vio a la Familia Real en Mallorca, el pasado día 10, este último periodo de veraneo se reserva al ámbito privado. El Jefe del Estado toma vacaciones de su cargo para ser Felipe de Borbón y Grecia, un padre de familia relajado.
Pero como a todos, en breve le tocará volver a la rutina. Zarzuela espera un comienzo de curso que no va a ser fácil para nadie. Al Rey le aguardan sobre la mesa de su despacho los temas con los que va a tener que pelear dentro de su propia casa lo que queda del 2021 y todo el 2022.
El emérito
Parece que la calma del verano vendrá seguida de un otoño calentito para la familia Borbón. Zarzuela ha decidido poner en pausa el tema, pero está claro que a 8.000 kilómetros de distancia se encuentra el anterior titular de la Corona de España y hay que resolver el tema de su situación en el extranjero.
"No, la idea es dejarlo correr, cuanto menos se hable de él menos problemas dará. No hay prisa salvo que le ocurra algo y haya que traerlo por motivos de salud. Don Juan Carlos no está de acuerdo, pero ya está resignado. El problema es que no sólo hay que aguantar la presión del Emérito llamando cada semana pidiendo volver, son muchas las personas que llaman al Rey con el mismo ruego. La última, la Infanta Margarita. La duquesa de Soria teme morirse sin volver a reencontrarse con su hermano Juanito", nos revela una persona cercana a la familia.
La última visita que ha recibido en su exilio de Abu Dabi ha sido la de su amigo, Carlos Herrera. El emérito y el director de Herrera en Cope almorzaron en uno de los restaurantes favoritos del padre del Rey, el Sushi 99, situado en el lujoso Hotel Four Seasons de la capital de Emiratos Árabes.
El periodista contó a EL ESPAÑOL que Juan Carlos "se encuentra bien", que "está deseando volver", pero que es consciente de que la situación política no es la "conveniente" para su vuelta.
"Se agarra a ese argumento como a un clavo ardiendo. En vez de admitir su culpa -que nadie dice que sea delito, pero sí poco ética-, responsabiliza de su marcha a Pedro Sánchez y sus socios en el Gobierno, como si fuera todo una lucha contra la monarquía y su figura, el centro de la operación", nos cuenta la misma fuente.
Ahora mismo, Juan Carlos asume que su vuelta no está próxima y aunque la nostalgia y la monotonía hacen mella en su ánimo, ya no tiene ese estrés que sentía por volver. Parece que se ha resignado a quedarse allí por tiempo indefinido.
Pero también hay que pensar en el coste que para las arcas de Patrimonio Nacional está teniendo la operación olvido del Emérito. Tiene cuatro guardias civiles que le sirven de escoltas a los que el Ministerio del Interior paga dietas y gastos de desplazamiento. Además, cuenta con cuatro ayudantes de campo, los mismos que tenía en España, que se turnan para desplazarse a Abu Dabi, de forma que siempre hay uno con él. Por eso, aunque la casa la paga el emir, su estancia va a coste del Estado.
Retomar relaciones y viajes
Una de las mayores funciones del Jefe del Estado en la representación de España en el extranjero. La pandemia ha impedido que durante casi dos años esta actividad se realice con normalidad. Con el avance del proceso de vacunación, ya se reaniman los viajes de los Reyes, que son mucho más importantes de lo que la gente cree: abren las puertas a las relaciones diplomáticas, económicas y culturales con otros países.
Aunque Felipe VI no tiene la influencia que su padre tenía sobre gobiernos de medio mundo -sobre todo en la zona de Oriente Próximo-, lo cierto es que el actual Monarca tiene una buenísima imagen en toda Sudamérica y en Europa.
De hecho, fue la Casa del Rey la que terminó mediando en la crisis de mayo con Marruecos, tras la hospitalización en Logroño del líder del Frente Polisario, Brahim Gali y el posterior asalto de más de 10.000 marroquíes en dos días a la Ciudad Autónoma de Ceuta. Nunca se sabrá en qué momento Felipe VI hizo esa llamada a Rabat, a petición del Gobierno, pero fue clave para solucionar la crisis.
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