Casado: "Los socialistas históricos están incómodos y el PP tiene que ser el gran partido de centro"
Considera que los Presupuestos "son papel mojado" y que "Calviño va a acabar como Solbes".
10 octubre, 2021 10:02Noticias relacionadas
El líder del PP, Pablo Casado, se muestra optimista tras la Convención Nacional del Partido Popular, considera que "los socialistas históricos están incómodos", y su idea es consolidarse como "el gran partido de centro fuerte" para desterrar al PSOE.
Si se celebrasen ahora las elecciones, Casado podría ser investido con los apoyos de Vox, Navarra Suma y Ciudadanos, según el Sondeo EL ESPAÑOL-SocioMétrica de este domingo. El líder popular espera aglutinar bajo sus siglas "a todo el centroderecha, pero también a los socialdemócratas que están defraudados" con el Gobierno de Pedro Sánchez.
Se expresa así en una entrevista con el diario El Mundo, en la que asegura que "los socialistas históricos están incómodos y el PP tiene que ser el gran partido de centro fuerte, con un plan de gobierno que, sin ánimo de ser grandilocuente, yo compararía al de 1977".
En ese sentido, Casado asegura que "las elecciones de mayo en Madrid mandaron un mensaje: si sumas más que tu alternativa, acabas gobernando", en referencia a la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso, y adelanta que "el ejemplo de gestión de la Comunidad de Madrid es algo que inspira lo que haremos a nivel nacional", en asuntos clave como la Ley de Vivienda que Madrid descarta aplicar.
A ese respecto recalca que su partido buscará "reformar la ley del suelo para abaratar la vivienda. Necesitamos que el suelo sea más barato. Lo que hace que el precio se dispare es el suelo", matiza.
También da su opinión Casado sobre el proyecto de Presupuestos que, considera "son papel mojado": "Están completamente desfasados porque hasta el INE ha reducido las previsiones a la mitad. Calviño va a acabar como Solbes", asegura.
El líder popular considera que "España está quebrada", y que "estos Presupuestos son la constatación de un fraude masivo, que es pedir con una mano 70.000 millones a Europa, para repartir a dedo, y con la otra subir los impuestos 80.000 millones a las clases medias y trabajadoras".