Mochilas con pasaportes y grandes sumas de dinero: la investigación del fraude en el Consulado de Tánger
Hay cuatro personas señaladas, entre ellas, la secretaria del cónsul, una de las jefas de visados y una asesora del Ayuntamiento de la ciudad.
3 julio, 2023 02:53La investigación por las irregularidades en el Consulado General de Tánger ha empezado a dar sus frutos. Los agentes consideran que estamos ante un fraude colosal con la venta de visados que se arrastra desde hace al menos una década y que podría salpicar a otros consulados españoles en el país.
Hay cuatro personas señaladas tras las indagaciones de la Policía: la secretaria del cónsul, Teresa G.; una de las jefas de visados, María G.; la propietaria de una agencia de viajes y asesora del Ayuntamiento de Tánger, Asma B. A.; y el encargado de Comunicación y Relaciones Exteriores en ese consistorio, Abderrahim Z.
La segunda planta del consulado se reserva para recibir a los VIP: los que pagan grandes sumas para conseguir el visado. En esa planta trabaja Teresa G., que recibe directamente a los visitantes en una sala con sofás, que tiene la ventaja de ser la zona más discreta del edificio.
Previamente, por la mañana, la secretaria del cónsul entrega a su ayudante y persona de confianza, Nesrin A., una lista con el nombre de los solicitantes de visado que pasarán por su despacho.
De esta manera, por ejemplo, "el pescadero que les suele subir productos frescos al cónsul y a la secretaria, llegó un día con siete pasaportes acompañado de solo dos personas. Días después se le entregaron los siete visados, habiéndose presentado solo él y su hijo", detalla uno de los testigos.
Una vez firmados los visados, se bajan a la planta de abajo, donde se ponen los sellos y las pegatinas. "A veces falta documentación, pero como viene firmado por el cónsul se tramita", aseguran las fuentes a EL ESPAÑOL. De eso se encarga una mujer española casada con un policía y hermana del jefe de visados nacionales, Lucía Z.
Cobro en bares
En la planta VIP opera por su cuenta Mohamed B. M., a quien "es habitual ver salir del consulado con una mochila cargada de pasaportes, y al rato volver", explican las mismas fuentes consultadas.
A pesar de que se han presentado en el consulado personas con grandes cantidades de dinero, como en su día denunció el encargado de Seguridad, no se están pagando allí los visados: "se reúnen en bares cercanos para cobrar".
Hace algo más de un año, el investigado Abderrahim K., trabajador del Ayuntamiento de Tánger y amigo personal del cónsul y de la secretaria, comenzó a frecuentar el edificio. "Llevaba gente y documentación, entraba y salía como en su casa", explican las fuentes.
El periódico marroquí Goud se ha hecho eco del escándalo de los visados y asegura que el alcalde de Tánger, Mounir Lymouri, "es el principal sospechoso".
Abderrahim Z., una vez descubierto, "confesó en un comunicado que el alcalde estaba mediando para obtener un visado español en beneficio de familiares y amigos de los asesores", publica el mismo periódico.
Los investigadores han empezado a indagar en el incremento de patrimonio y bienes de los sospechosos. En el caso de Nesrin A., acaba de adquirir un Mercedes todoterreno en Alemania valorado en 70.000 euros. El sueldo del consulado no sobrepasa los 1.500 euros mensuales.
Se están haciendo averiguaciones también acerca de cómo puede estar entrando el dinero del fraude en España. Se ha avanzado en dos líneas: que el dinero lo saque el personal del consulado, porque es considerado diplomático y no pasa controles en el aeropuerto; y que parejas de trabajadores que ocupan puestos clave de la aduana y en la policía puedan facilitar su tránsito.
Premios y represalias
A lo largo de los años se acumulan casos de corrupción detrás de los muros del consulado, un recinto extenso que acoge igualmente las residencias del cónsul y el canciller. En función del comportamiento hacia la trama, hay premios y represalias.
Las personas que han denunciado cualquier anomalía han tenido problemas. Es el caso de Aicha H., que fue despedida. Sin embargo, tras amenazar con tirar de la manta, le dieron una plaza en el consulado y hoy "disfruta de un alto nivel de vida a pesar de tener un sueldo modesto".
Un inspector del Ministerio de Exteriores llegó la semana pasada al Consulado de Tánger para investigar la venta de visados, a partir de la denuncia de una ciudadana marroquí que pagó 15.000 euros, tal y como desveló EL ESPAÑOL.
Tomó declaraciones a trabajadores del departamento de visados. El jefe de seguridad, Hassan A., que ya había sido relegado por denunciar irregularidades, confirmó al inspector, delante de diplomáticos, que al consulado entra gente con miles de euros.
Este testigo fue atropellado el martes delante del consulado por una moto. El autor se dio a la fuga y el vehículo interceptado no tiene papeles. Hassan A. había sido citado por el inspector español para el día siguiente del atropello.
El hombre, de 44 años, se encuentra en una clínica donde fue operado de una pierna y se recupera de coágulos en la cabeza.
Esta misma semana el cónsul cogió sus vacaciones de verano, aprovechando la Fiesta del Cordero. Igualmente, ahora se van de vacaciones la secretaria del cónsul y la jefa de visados, ambas denunciadas.