Sede del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) en Madrid.

Sede del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) en Madrid. Eduardo Parra Europa Press

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El espía del CNI en prisión por filtrar secretos a EEUU es un coronel con 30 años de experiencia

El mando de las Fuerzas Armadas estaba 'marcado' por los espías de la CIA debido a su dilatada experiencia en el CNI.

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El espía del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) que permanece en prisión provisional por filtrar información de alto secreto a la CIA es un coronel de las Fuerzas Armadas con 30 años de experiencia en el servicio de inteligencia español.

Según ha podido saber EL ESPAÑOL de fuentes conocedoras de su trayectoria, el agente era un antiguo y reputado efectivo dentro de El Centro (como se conoce en el mundo de la inteligencia al CNI). De los dos, este mando militar era el que más implicación tuvo en la filtración a los agentes estadounidenses, y por eso continúa encerrado en la cárcel de Estremera (Madrid).

Todavía no ha trascendido si los datos que buscaban los espías estadounidenses eran relativos a algún aspecto armamentístico, o de inteligencia económica, o de alguna región del mundo de la que España posee buena información que obtienen sus agentes.

Pero lo cierto es que esas mismas fuentes insisten en que lo que el coronel filtró era una importante cantidad información de máximo secreto, de un área que no le correspondía por el destino en el que en estos momentos trabajaba.

Un año de captación

Tal y como avanzó EL ESPAÑOL, la captación comenzó más de un año antes de que el CNI ordenase las detenciones y destapase el caso que puso patas arriba las entrañas del Centro este mes de septiembre. La operación corrió a cargo de al menos cuatro efectivos del espionaje estadounidense.

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Los españoles fueron captados por sus homólogos norteamericanos en Madrid, tras un largo trabajo de los agentes extranjeros. Pero en realidad, primero convencieron al de mayor rango de los dos. Ese era realmente el que les interesaba.

Los espías de la CIA tenían marcado al mando de las Fuerzas Armadas. Su trabajo en la Dirección de Inteligencia le ha valido durante las últimas décadas el respeto de compañeros y colegas del extranjero. Cuando se dice que un espía está "marcado" quiere decir que una agencia extranjera sabe de su trabajo y le considera un efectivo valioso, apuntan las fuentes consultadas.

Y así, cuando aparece la oportunidad de interesarse por un dato que no pueden obtener de otra forma que entre bambalinas, de manera confidencial, se recurre a esa fuente de nivel para conseguir la información reservada que se busca a cambio de una cierta cantidad de dinero.

El pago

El momento que la CIA aprovechó para ganarse al coronel fue durante una excedencia que se cogió en la pandemia para trabajar en una compañía originaria de ese país.

Según revelan fuentes de la inteligencia nacional a EL ESPAÑOL, a raíz de esa experiencia en la empresa estadounidense fue cuando algunos efectivos de la CIA vieron en él a la persona idónea.

De algún modo, tras un arduo trabajo, supieron que podían convencerle para que colaborara con EEUU, preguntándole por materias de alto secreto que no eran de su competencia y que España guardaba a buen recaudo.

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Tras la excedencia regresó al CNI. Ya después vendrían las filtraciones. Sería en ese momento, determinan las fuentes consultadas, cuando este funcionario, de alto valor para el Centro por sus fuentes y su experiencia en el exterior como agente de inteligencia, convenció a otro compañero para que le ayudase a recopilar los datos que le pedían desde la CIA.

El CNI descubrió hace meses lo que estaba pasando y activó su departamento de Contrainteligencia para contrarrestar lo ocurrido y determinar el alcance de la filtración. Les dejaron hacer, vigilando y anotando discretamente todos los movimientos y los pasos que iban dando en sus contactos con la CIA.

Tras recabar las pruebas, en una investigación en la que intervendría también la Policía Nacional, se solicitó la detención de ambos efectivos. 

Posteriormente, tras confirmar y acreditar la filtración de datos del máximo nivel de secreto, el Gobierno decidió expulsar de territorio nacional a los agentes de la CIA que convencieron a los dos españoles de que traicionasen al Centro.

Fuentes de inteligencia advierten también que el pago no necesariamente se tuvo que realizar en efectivo. No siempre se trata de una cantidad determinada de dinero. A veces el pago se efectúa con un obsequio lujoso, como un vehículo de alta gama.