Los Mossos admiten que detener a Puigdemont ante miles de personas podría ser una "batalla campal"
Se desplegarán cerca de 500 agentes, "como en un Barça-Madrid", antidisturbios, vigilancia canina y controles del alcantarillado.
7 agosto, 2024 19:59El dispositivo policial para custodiar el Parlamento de Cataluña y proceder a la detención de Carles Puigdemont ya está en marcha, aunque en los cuarteles de los Mossos d'Esquadra todavía no han recibido órdenes precisas sobre cómo se va a ejecutar. El recinto de la cámara autonómica permanecerá vallado, estarán desplegadas varias unidades de antidisturbios, habrá vigilancia canina y se está controlando el alcantarillado para preservar al máximo la seguridad.
Junts, el partido de Puigdemont, ha convocado una concentración junto a otras organizaciones independentistas para recibir al expresident, que ya ha emprendido su regreso desde el "exilio". La marcha comenzará en el Paseo de Lluís Companys, que desemboca en el Parlament, y en ella se prevé que haga acto de presencia el propio Puigdemont.
Es imposible prever con antelación la afluencia del cortejo, aunque fuentes policiales estiman que podría haber "unas 20.000 o 25.000 personas". "Se organizará un dispositivo como el que se despliega para un Barcelona-Real Madrid", aseguran estas fuentes. Y esto se traduce en que, al menos, "400 o 500 agentes" estarán custodiando los accesos al Parlamento.
Sin la existencia de un control fronterizo en los límites con Francia, la policía autonómica se concentra en reforzar la zona caliente de este jueves. Son conscientes de que arrestar a Puigdemont previamente supondría un enorme despliegue y no merece la pena, en tanto que la persona tampoco representa ninguna amenaza para la seguridad del Estado. "No estamos hablando de arrestar a un terrorista", sostienen fuentes de los Mossos.
Por tanto, se da por hecho que Puigdemont conseguirá llegar a la zona aledaña al Parlament. Y todos los esfuerzos están depositados en que la detención se produzca ahí, antes de llegar al hemiciclo en el que se celebrará la sesión de investidura del socialista Salvador Illa.
Para ello estará desplegada la Brigada Mòbil de antidisturbios (BRIMO) y el equipo de Protección de personas y bienes (ARRO), una unidad especializada a medio camino entre la seguridad ciudadana y el orden público.
Las patrullas caninas también vigilarán los accesos al Parlament y se está realizando ya un control del subsuelo pormenorizado. Aunque en este caso se trata más de una medida de precaución por si pudiera haber algún artefacto explosivo, que suele realizarse antes de un pleno importante en el Parlament.
Los accesos al Parque de la Ciudadela, donde se ubica el Parlament, permanecerán vallados, como ocurrió en otras ocasiones durante las sesiones posteriores al referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 o en la frustrada declaración de independencia. De esta forma, sólo será posible acceder al recinto tras superar un estricto control de los Mossos d'Esquadra.
Limitar el daño
Desde la policía autonómica catalana insisten en que resulta "imposible" que Puigdemont pueda acceder al Parlament salvo que haya instrucciones para dejarlo pasar. Aunque ahora matizan que "habrá que valorar las circunstancias" en las que se produce su llegada.
"Si viniera arropado por 25.000 personas y detenerlo implicara cargar contra toda esa gente, igual resulta contraproducente. En una situación de este tipo, hay que optar por limitar los daños y hay que evitar a toda costa que esto se pueda convertir en una batalla campal", insisten estas fuentes.
En un escenario como ese, los Mossos también valoran la posibilidad de que varios de sus agentes entren en el Parlament, mantengan vigilado en todo momento a Puigdemont y se proceda a su detención en el momento que consideren más seguro.
La orden de detención que pesa sobre él en territorio español obliga a los miembros de las fuerzas de seguridad a arrestar al expresidente, aunque desde los Mossos reconocen que la actuación deberá contar previamente con la autorización expresa de la jefatura del cuerpo.
Desde que, el pasado sábado, Carles Puigdemont confirmara ya oficialmente que regresaría a Cataluña para la sesión de investidura, los Mossos d'Esquadra han estado en contacto con su entorno para valorar los distintos escenarios.
Cómo ser detenido
La opción más conciliadora sería una detención pactada como la que se produjo el año pasado con la entonces eurodiputada de Junts Clara Ponsatí, quien también fue retenida durante unas horas de esta manera en 2018.
Por el contrario, la alternativa más arriesgada podría suponer un enfrentamiento con los manifestantes. Todo dependerá del número de personas congregadas y de cómo se desarrollen los acontecimientos, pero es una situación que tanto desde la Generalitat como desde las fuerzas de seguridad tratarán de evitar.
Después, una vez se produzca la detención, Carles Puigdemont deberá ser trasladado a un juzgado de guardia. Y allí se decidirá si es trasladado a Madrid para prestar declaración ante el juez del Tribunal Supremo que lleva su caso, Pablo Llarena, o permanece en Barcelona.
Debido a su historial escapista, lo que sí es más que probable es que el juez dicte una orden de prisión preventiva. El Supremo considera que el delito de malversación que pesa sobre Puigdemont no cabe en la Ley de Amnistía, pero el expresident podría presentar un recurso de amparo ante el Constitucional para intentar suspender de forma cautelar esa orden de detención.