Felipe VI en su tradicional mensaje de Navidad, grabado en el Salón de Columnas del Palacio Real.

Felipe VI en su tradicional mensaje de Navidad, grabado en el Salón de Columnas del Palacio Real.

España MENSAJE DE NAVIDAD

Felipe VI elige la sala del Palacio Real en la que abdicó su padre para el discurso de Navidad como símbolo de estabilidad

  • Sólo en 2015 había protagonizado el mensaje de Nochebuena en el Palacio Real, pero aquella vez lo hizo en el Salón del Trono.
  • El Salón de Columnas ha albergado actos importantes como la firma de la adhesión de España a la UE en 1985 o la Conferencia de Madrid de 1991.
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Sólo en otra ocasión durante su reinado, Felipe VI había salido de su residencia habitual en el Palacio de la Zarzuela para pronunciar su discurso de Nochebuena. Ocurrió en 2015 y el lugar elegido fue también el Palacio Real, aunque aquella vez eligió el solemne Salón del Trono, la pieza más importante de los antiguos aposentos de Carlos III.

"Este Palacio es de todos los españoles y es un símbolo de nuestra historia que está abierto a todos los ciudadanos que desean conocer y comprender mejor nuestro pasado. En sus techos, en sus paredes, cuadros y tapices, en definitiva, en todo su patrimonio, se recogen siglos y siglos de nuestra historia común", dijo el Rey en la Nochebuena de 2015.

Llevaba entonces año y medio en el trono, el reinado de Juan Carlos I quedaba ya atrás y decidió que esa Navidad el discurso debía tener un mayor calado institucional. De alguna forma, la transición de Juan Carlos I a Felipe VI se cerró aquel 24 de diciembre

En la Nochebuena de este año el monarca ha regresado al Palacio Real, pero esta vez la ubicación ha sido el Salón de las Columnas. Fue aquí donde su padre firmó su abdicación el 18 de junio de 2014, por lo que de esta forma quedaría cerrado el círculo. 

Diez años después de aquello, Felipe VI trata de dotar de estabilidad a su reinado. Lo hace, además, en un año en el que han sido cuestionadas las instituciones, sobre todo después de la DANA de Valencia -muy presente en su discurso-, y en un aniversario redondo. 

Los símbolos unen a los pueblos con las monarquías, a éste y al otro lado de los Pirineos, y con esta decisión Felipe VI simboliza que la institución perdura en el tiempo más allá de la coyuntura. 

Importancia histórica

El Salón de Columnas del Palacio Real fue concebido como un lugar de paso a las estancias privadas de los reyes y desde el siglo XVIII se utilizó como salón de baile. Aquí se realizaba el Lavatorio de pies de cada Jueves Santo y en 1975 este mismo espacio albergó la capilla ardiente de Francisco Franco

Con la llegada de la democracia, el Salón de Columnas adquirió de nuevo un potente valor simbólico. En 1985 Felipe González firmó el Acta de Adhesión de España a las Comunidades Europeas; en 1991 se celebró aquí la Conferencia de Paz de Madrid entre israelíes y palestinos, y en 1997 albergó una cumbre de la OTAN.

Hoy esta sala noble es el escenario en el que se suelen celebrar los conciertos con violines Stradivarius que acoge el Palacio Real durante sus ciclos de música de cámara. 

Decoración

Las estatuas de Venus, La Luna y El Sol, junto al Discóbolo Vitelleschi, presiden esta sala. En ella también se encuentran una serie de bustos clásicos de la colección real y los tapices que los artistas Jan Raes y Jacob Geubels tejieron en el siglo XVII siguiendo los cartones diseñados por Rafael.

Éste ha sido, en definitiva, el lugar de excepción para el discurso de Navidad de Felipe VI en el décimo aniversario de su reinado. Un espacio sin la calidez familiar de su despacho de Zarzuela, pero en el que el simbolismo institucional cobra un especial significado.

El Rey ni siquiera ha apelado de forma explícita en su alocución a su emplazamiento, como sí hizo en 2015. Aunque la realización de la Casa Real y los expertos en comunicación no verbal se encargarán de analizarlo.