
La Guardia Civil advierte de una nueva estafaa.
Un 'chivatazo' permite intervenir 1.500 kilos de cocaína en un coche abandonado en Huelva
Un vecino alertó a la Guardia Civil de que había personas sospechosas que podrían estar traficando con droga.
Más información: Cae en Sevilla el mayor alijo de cocaína llegado en narcolancha jamás intervenido en el sur de España
La llamada de un vecino ha conseguido que la Guardia Civil intervenga hasta 1.580 kilos de cocaína en un coche abandonado en un pueblo de la provincia de Huelva. De esta forma, la alerta sde este ciudadano propició la operación contra los narcos en Sanlúcar del Guadiana.
Tras la llamada de esta persona a la Guardia Civil, los agentes se desplazaron al lugar donde les habían alertado que se podía estar produciendo ese tráfico de drogas. Al verse sorprendidos, los narcos emprendieron la huida.
Fueron "varios" los vehículos y personas que se dieron a la fuga, señalan fuentes de la Guardia Civil, lo que provocó una persecución por las calles de la localidad onubense.
Cuando por fin dieron alcalce a uno de los coches, sus ocupantes se fugaron. En el interior de dicho vehículo los agentes encontraron 55 fardos de arpillera, los cuales contenían en su interior 1.580 kilos de cocaína.
En los últimos meses se han producido varias intervenciones de cocaína en Andalucía. De hecho, el pasado mes de diciembre la Guardia Civil intervino el mayor alijo de cocaína jamás encontrado en el sur de España tras ser introducido con narcolanchas. Se tratataba de siete toneladas de esta droga, que estaba escondida en una finca de Coria del Río, en Sevilla.
Campo de Gibraltar
La operación se llevó a cabo dentro del Plan Especial de Seguridad para el Campo de Gibraltar. Porque la droga, señalan fuentes de la investigación, llegó a Sevilla desde esta zona gracias a las embarcaciones rápidas que usan los narcotraficantes.
Los agentes de la Guardia Civil desplegaron un dispositivo de película. El inicio de la operación se inició el pasado 27 de diciembre, de madrugada. Entonces, los agentes vieron cómo dos narcolanchas entraban a toda velocidad por el río Guadalquivir y subían la corriente para llegar a una finca de Coria del Río, ya en Sevilla.