Roca Rey casi puso el cartel de no hay billetes. El público, tan denostado por el aficionado, es más sabio de lo que parece. O de lo que cree el aficionado. El público fue de Manolete, de El Cordobés y el público es de Roca Rey. Seis puertas grandes consecutivas avalan el idilio del peruano en el coso de Monleón. Y en la tarde de este viernes no fue la séptima por el descabello. Pero fue una tarde pletórica y cumbre del peruano. En Castellón, Roca Rey también es quien más tira en la taquilla. Detalles…
Roca Rey se metió a la gente en el bolsillo con el saludo de capa. Verónicas ganadoras, dos chicuelinas casi en los medios y una media. Ipso facto. En el quite, también por Chicuelo, fueron tres de mano baja con la cara del toro de Victoriano, bravo como un tejón, comiéndose los vuelos.
Poderoso, dominador, largo y apabullante el peruano. Gallista, si quieren. Y aunque no quieran. Como a veces ocurre con El Juli, Andrés tenía la muleta, la espada y la montera antes del tercer par. Las ansias, las ganas de mandar. Y triunfar a golpe cantado. Como los mandamases del toreo toda la vida de Dios.
De buenas a primeras, la muleta planchada, alante y los derechazos por debajo de la pala del pitón. En la segunda serie hubo más redondez. Macizo el toreo en redondo, en plenitud el torero y su toreo. Y un pase de pecho soberbio de autoridad y mando. Al natural lo cuajó por abajo. El compás abierto, muy abierto, los riñones encajados, la muleta a rastras, el toreo en los cielos. La entrega hundida y despatarrada.
El aire molestó y sopló igual que en los dos primeros actos, pero hay toreros a los que el viento les molesta menos. A Roca Rey el viento se la sopla. Perdió las dos orejas, que hubieran sido del tirón, con el descabello.
"Cantapájaros" se llamaba el sexto, nombre del toro de la colosal obra julista en Las Ventas. Manseó en el peto y se rajó el toro en banderillas. A su aire.
Roca comenzó de rodillas. Hasta de rodillas torea por abajo. De repente, se fue el frío. El público pidió música. El peruano lo sujetó como pudo y se lo pasó muy cerca. Los terrenos del toro conquistados. El dominio, la autoridad. El descabello, de nuevo, le privó de irse con tres orejas de ley. Las figuras del toreo no van con medias tintas.
El primero de Victoriano, corretón y abanto de salida, se centró algo en la muleta de Urdiales, que fijó con torería y canalizó en el prólogo sus embestidas. La faena nunca prendió, más por la deslucidez del burel que por el afán del riojano. Poco fondo y menos empuje tuvo el primer “victoriano”.
El cuarto tuvo poca gracia. Urdiales lo trató con tacto, muletazo a muletazo, sin posibilidad de ligar ni de hilvanar una serie. En un descuido, sobrevino la voltereta, fea, aparatosa. Por la media rosa a la altura del gemelo derecho había una evidente mancha de sangre. Diego pasó a la enfermería tras la muerte del sexto.
Arrestoso fue el saludo de Manzanares al segundo, que se dio un costalazo. Y luego otro antes del tercio de banderillas. José Mari se fue al tendido del 7, quizá más abrigado ante la tempestad de Eolo, para prologar el trasteo. Claudicó otra vez el toro. Cosa extraña en este hierro, a este toro también le faltó empuje. Y nunca metió bien la cara, sin entrega pero sin comerse a nadie. Siempre cortando el viaje y mirando al torero. Quizá el toro medio, que dicen.
Verónicas y mandiles conformaron el recibo del alicantino ante el quinto. Con una revolera muy coreada. Prologó Manzanares por abajo, con trincherazo y cambio de mano marca de la casa. Perdió el toro varias veces las manos.
Por eso el embroque era más exigente y el muletazo se vaciaba por alto. El fondo notable del toro creció cuando Manzanares ofreció su mejor versión. Curiosamente al natural. El insólito fallo a espadas le privó de cortar, al menos, una oreja.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de Toros de Valencia. Viernes, 18 de marzo de 2022. Corrida de toros. Cuarta de abono. Se lidiaron seis toros de Victoriano del Río, de buena presentación y notable juego. Deslucidos primero y segundo, bravo y encastado el tercero, rajado el cuarto, con gran fondo el notable quinto, rajado el sexto. Casi lleno en tarde muy ventosa y fría. Festejo retransmitido por el Canal Toros de Movistar. Se guardó un minuto de silencio en memoria de Paco Ferri, miembro de la Tertulia Taurina del Ateneo Mercantil. Diego Urdiales pasó a la enfermería tras la muerte del sexto.
Diego Urdiales. De burdeos y azabache. Pinchazo y dos descabellos. Silencio. En el cuarto, estocada y descabello. Ovación.
José María Manzanares. De corintio y oro. Pinchado y estocada tendida. Ovación tras aviso. En el quinto, dos pinchazos y estocada. Ovación.
Roca Rey. De rosa y oro. Estocada atravesada y tres descabellos. Oreja. En el quinto, estocada y cuatro descabellos. Ovación tras dos avisos.