Compromís exige a Ximo Puig fijar en Valencia el Impuesto de Patrimonio más alto de España
Los socios del PSOE, a los que el presidente valenciano necesita para aprobar su rebaja fiscal, le piden subir tributos a las rentas más altas.
4 octubre, 2022 02:47Noticias relacionadas
Ximo Puig no va a tener fácil sacar adelante su rebaja fiscal en los términos en los que la anunció hace una semana. Su principal socio de Gobierno, Compromís, ha replicado con fuerza a su propuesta.
La coalición nacionalista plantea al presidente dos exigencias para sacarla adelante. Por un lado, que la rebaja del IRPF sea para rentas inferiores a los 50.000 euros brutos anuales, y no de 60.000 como propone el socialista. Por otro, solicita una subida por dos años del Impuesto de Patrimonio para convertirlo en el más alto de España, junto a Extremadura.
La segunda exigencia es la más llamativa. Ximo Puig, en su discurso durante el debate de política general -el más importante del calendario parlamentario en Les Corts-, subrayó que la Generalitat Valenciana no bajará los impuestos a los más ricos. Pero en ningún momento abogó por subírselos, tal y como ahora propone Compromís.
La intención de la formación es, tal y como avanzó este lunes el diario Levante-EMV, que aquellos patrimonios que excedan los 10 millones de euros tengan que hacer frente a un tributo del 3,75%.
En la actualidad, el Impuesto de Patrimonio valenciano se encuentra en el 3,5%, y es ya el tercero más alto de todo el país. Pero Compromís aspira a incrementarlo en 0,25 puntos "durante dos ejercicios, tal y como ha hecho Sánchez con el impuesto a las grandes fortunas", según precisan a EL ESPAÑOL.
Por lo que respecta al IRPF, la formación de Joan Baldoví pide a Ximo Puig que, de entrada, reduzca de 60.000 a 50.000 el máximo de renta bruta anual para acogerse a la rebaja fiscal en el presente ejercicio 2022. "El salario medio valenciano es de algo más de 22.000 euros", le argumentan para defender que su propuesta se excede demasiado. Además, aspiran a que la fórmula anunciada por el presidente valenciano tan solo tenga vigor ese ejercicio.
Para 2023 proponen que entre en vigor la propuesta fiscal elaborada por la Cátedra de Tributación Autonómica a petición de la Generalitat Valenciana. Esta propuesta contempla una mayor progresividad fiscal en IRPF. En la práctica, esto supondría una subida a las rentas más altas, a partir de los 150.000 euros brutos anuales. En definitiva, Compromís pide una doble subida de impuestos y que la rebaja anunciada por Puig no se extienda tanto en las rentas de clase media.
Necesita su voto
La contraoferta de Compromís pone en un aprieto a Ximo Puig, que requiere del apoyo de sus socios (entre los que también se encuentra Unides Podem) para sacar adelante su medida, bien sea en el parlamento si la tramita en la Ley de Medidas de los Presupuestos o en el pleno del Gobierno si lo hace vía Decreto Ley.
Otra opción con la que cuenta Puig es acudir a la oposición, dada la predisposición del centro-derecha a bajar impuestos. El PP ya se ha ofrecido, pero sería la primera vez que el líder socialista busca acuerdos en contra de la opinión de sus socios en un asunto tan relevante.
Lo cierto es que la propuesta de Ximo Puig, que llega a ocho meses de las próximas elecciones autonómicas, tiene un importante componente liberal y arrebata -al menos en parte- la propuesta previa realizada por el líder del PPCV Carlos Mazón. Se trata del primer líder socialista que deflacta el IRPF para hacer frente a la inflación en una modificación fiscal que perdona 50 millones de euros en impuestos a las rentas de entre 30.000 y 60.000 euros brutos anuales.
Tanto es así que el anuncio de Puig pilló a pie cambiado tanto al Ejecutivo de Pedro Sánchez como a sus socios de Gobierno en la Comunidad Valenciana. El propio comunicado oficial de la Generalitat Valenciana daba cuenta de que se trataba de una rebaja de impuestos muy amplia, hasta el punto que beneficia "al 97,4 % de la población". En concreto, las tres medidas desglosadas por Ximo Puig "beneficiarán a 1.344.000 contribuyentes" con "un ahorro medio de más de 100 euros por contribuyente y un ahorro global de 149 millones a las familias".
De este montante total, "dos terceras partes benefician a las rentas inferiores a 30.000 euros", destacó Ximo Puig. Es decir: cerca de 100 millones se los ahorrarán quienes cobren menos de 30.000 euros. Pero los casi 50 restantes supondrán una rebaja de impuestos para quienes perciben entre 30.000 y 60.000 euros brutos anuales, retribuciones que distan mucho de los emolumentos más humildes.
Desde el PP, sin embargo, consideraron que Puig se quedó corto. La portavoz 'popular' en Les Corts Valencianes, María José Catalá, acusó al socialista de "copiar mal y tarde a Carlos Mazón", presidente del partido en la autonomía. La parte en la que coinciden ambas propuestas es la rebaja del IRPF, aunque con distintas fórmulas.
El líder del PP aspira a "convertir la Comunidad Valenciana en la comunidad autónoma con el IRPF más bajo", al combinar dos herramientas. Por un lado, "reducir el tramo autonómico del impuesto en un punto, del 10% al 9%". Por otro, "elevar un 10% el mínimo de la base liquidable que no se somete a tributación". En este segundo mecanismo sí coinciden ambos dirigentes.
Pero la rebaja del PP es más ambiciosa, hasta el punto que aspira a eliminar los tributos de Patrimonio, Sucesiones y Donaciones. "Si la reforma fiscal presentada por Puig supondría un ahorro de 150 millones para las familias, la del PPCV implicaría un ahorro de 1.500 millones de euros", comparó la dirigente, cuya formación presentó su proyecto de reforma fiscal hace casi un año. "Puig solo ha bajado impuestos por la presión del PP y el miedo a las urnas", zanjó la dirigente.
Tres medidas
Ximo Puig desglosó su propuesta fiscal en "tres medidas de calado". La primera de ellas consiste en aumentar en un 10% la cuantía exenta de tributación a toda la ciudadanía, el máximo que permite la norma. "Beneficiará a todas las personas, aunque quienes superen los 60.000 euros de ingresos mantendrán su esfuerzo fiscal en el conjunto de la reforma", explicó la Generalitat.
La segunda medida consistirá en "una nueva tarifa autonómica del IRPF para este ejercicio, con nuevos tramos adaptados a la situación actual". "Solo por este concepto, las rentas de 10.000 euros se ahorrarán 94,5 euros, las de 20.000 se ahorrarán 117 euros, las de 30.000 se ahorrarán 67 euros y las rentas superiores a 60.000 euros mantendrán su esfuerzo tributario, con lo que mejorará la progresividad del impuesto", argumentó el Ejecutivo.
La tercera medida "amplía todas las deducciones y bonificaciones fiscales, y también amplía el número de personas beneficiarias". En concreto, tal y como precisó Puig, "todas las deducciones aumentan un 10%". Entre ellas, según desglosó, se encuentran "las existentes por hijo o hija, por arrendamiento de vivienda, por familia numerosa o monoparental, por conciliación del trabajo con la vida familiar o por gastos en guardería o colegio de hijos o hijas menores de 3 años".
Además, Ximo Puig destacó que en adelante "podrán acogerse a las deducciones más personas, porque, a partir de ahora, pasarán de 25.000 a 30.000 euros las rentas que pueden beneficiarse de la deducción".