El 20 de octubre de 2011, ETA anunció el "cese definitivo" de la violencia. Habían pasado 43 años desde el inicio de las actividades de la banda terrorista que tuvo un enorme impacto en Euskadi y en España. El presidente del Gobierno era entonces José Luis Rodríguez Zapatero. Alfredo Pérez Rubalcaba se disponía a enfrentarse como cabeza de cartel del PSOE a Mariano Rajoy, así que hacía poco que había dejado el Gobierno. Durante más de cinco años había sido ministro de Interior y una figura clave en la lucha antiterrorista.
Casi cinco años después, tras la primera legislatura completa sin muertos, hay heridas que siguen sin cerrarse y la estela de las últimas décadas se deja sentir. Arnaldo Otegi, que cumplió condena por pertenencia a la banda, trató de ser el candidato de Bildu, la cristalización actual de la izquierda abertzale, que como segundo partido podría ser determinante en el Parlamento Vasco tras las elecciones. Otros asuntos, como el desarme de la banda, la política penitenciaria o el lugar de las víctimas del terrorismo siguen siendo motivo de controversia.
Ni Zapatero ni Rubalcaba estarán en Euskadi para ayudar al PSE, una formación que según todas las encuestas caerá al cuarto puesto, al ser superado por el PNV, Bildu y Podemos. Según el CIS, empatará a escaños con el PP y logrará ocho, la mitad que en 2012. Según el Gabinete de Prospección Sociológica del Gobierno vasco, logrará nueve. El diputado Eduardo Madina, vasco y con proyección nacional, apenas aparecerá. Tiene un solo acto programado, este sábado en Erandio, un municipio al lado de Bilbao, pero nada más.
"No los han llamado"
"Zapatero y Rubalcaba no van sencillamente porque no los han llamado", explican fuentes cercanas a su entorno. "Zapatero tiene una intensa agenda internacional y menos disponibilidad, pero tanto él como Rubalcaba irían a echar una mano al partido donde se lo pidieran", explican. "Tampoco es que vayan sobrados", ironiza un exdirigente socialista. "No hay tantas caras a nivel nacional reconocibles ahora mismo en el País Vasco, ni que puedan llenar un recinto", explica.
Según un diputado, el equipo de Sánchez no quiere a nadie "que pueda molestar" en un momento en el que la estrategia de Sánchez está siendo cuestionada. Tanto Zapatero como Rubalcaba, al igual que Madina, se han distanciado del secretario general, como una parte importante de los dirigentes territoriales. "Pero es una cuestión de orgullo", dice un antiguo referente, hoy alejado de los focos. "¿Cómo es posible que el presidente y el ministro del Interior del Gobierno con el que ETA dejó de matar no tengan ningún acto? Deberían estar allí recordando todo ese esfuerzo como una razón para seguir confiando en el PSOE", explican.
Fuentes de la Ejecutiva del PSOE confirman que Pedro Sánchez, con una presencia constante en Euskadi y en Galicia, no les ha pedido que participen en ningún acto y se remiten a la organización socialista en el País Vasco, que "es autónoma y diseña con independencia su campaña", explican.
Una campaña "en clave local"
Desde el partido en Euskadi se explica que la estrategia de la campaña ha sido "en clave local". "Muy pocos miembros de la Ejecutiva harán campaña, con la excepción de Pedro Sánchez, que tiene un gran tirón y a la que nuestra gente valora mucho por su coherencia y fuerza. Pero salvo él y Patxi [López], vendrán una vez Antonio Hernando [portavoz en el Congreso] y César Luena [secretario de Organización]".
En la campaña vasca sí hay espacio para reivindicar el pasado. Este mismo jueves se celebró un acto de reconocimiento a los consejeros socialistas que formaron parte de los distintos Gobiernos de Euskadi desde la constitución del Consejo General Vasco en el que participó la candidata, Iodia Mendia. Pero era un acto, de nuevo, en clave vasca, explican desde el PSE.
"Eso no quiere decir, en ningún caso, que haya ningún problema con nadie. Y menos con Alfredo, cuya figura es muy valorada", asegura un portavoz del PSE.
La ausencia de Rubalcaba es aún más llamativa teniendo en cuenta que hasta Euskadi se ha desplazado Rodolfo Ares, una pieza clave en las campañas de Sánchez y que coincidió como consejero de Interior cuando el anterior líder del PSOE era ministro. Ahora juega un papel clave en esta batalla electoral junto al secretario de Organización, Miguel Ángel Morales.
La ausencia de Zapatero y Rubalcaba contrasta también con la reivindicación habitual que Sánchez ha hecho en las dos últimas campañas de las elecciones generales del fin del terrorismo de ETA. "Hasta el fin del terrorismo etarra tiene unas siglas: las del PSOE", ha dicho en múltiples ocasiones.