Pedro Sánchez convocará una nueva y decisiva reunión del Comité Federal el día 1 de octubre, una semana después de las elecciones vascas y gallegas de este domingo. La convocatoria, avanzada por la Cadena Ser y confirmada a este diario por fuentes de Ferraz, no se esperaba hasta después del 25-S.
La convocatoria da así respuesta a un aluvión de dirigentes territoriales críticos con Sánchez, que desde hace semanas han pedido un debate en profundidad sobre la estrategia del PSOE y han llegado a denunciar la falta de debate y libertad de expresión en el seno de los órganos del partido.
La reunión en sí no es ninguna sorpresa, ya que tras elecciones autonómicas es habitual que se convoque al órgano, la máxima autoridad entre congresos, para reflexionar sobre los resultados.
¿Malos resultados?
Unos malos resultados en Galicia, donde Feijóo podría lograr una nueva mayoría absoluta, y Euskadi, donde el PSE podría perder cerca de la mitad de sus escaños, serían la gota que colma el vaso de los dirigentes críticos con Sánchez, a quien sin duda responsabilizarán de los resultados por su influencia sobre el partido en esas dos comunidades.
Ese Comité Federal sería, pues, la hora de la verdad. El PSOE tendría que decidir si se abstiene para que gobierne Rajoy, si exige al PP otro candidato a cambio de iniciar la negociación o si avala la estrategia de gobierno alternativo de Sánchez. Entremezclado con el plano institucional está el interno en el PSOE, donde distintas sensibilidades luchan por hacerse con el control de la organización.