El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, ha admitido este viernes que le espera una legislatura "difícil" si finalmente logra ser investido antes de que acabe el mes gracias a la abstención del PSOE. Pero también ha dejado claro que su intención es buscar acuerdos con la oposición y dejar de lado aquellas políticas que susciten más rechazo.
"Será una legislatura que, a lo mejor por difícil, se puede convertir en una gran oportunidad para dejar resueltos algunos de los grandes retos que tiene España en el futuro", ha dicho Rajoy en una rueda de prensa al término de la cumbre de la Unión Europea que se celebra en Bruselas. Entre ellos ha citado la recuperación y la creación de empleo, las pensiones, la financiación autonómica, la situación en Cataluña o la evolución de la UE.
"Yo voy a intentar gobernar", ha proclamado el líder del PP. "Tengo una gran responsabilidad si se produce la investidura, pero no soy el único. Las decisiones que afectan a España las tienen que tomar entre los 350 diputados que hay en las Cortes", ha apuntado.
Mano tendida al PSOE
El líder del PP ha querido tender la mano al PSOE y ha anunciado que ajustará su discurso de investidura con propuestas para para tratar de ganarse su abstención. "Si pretendo ahora tener más apoyos, bien por la vía del sí, difícil, o bien por la abstención, tendré que adecuar mi discurso a la nueva situación", ha reconocido Rajoy.
"Esta es una legislatura en la que tendremos que hacer todos un mayor esfuerzo para entendernos, para buscar acuerdos y todos tendremos que ceder en nuestros planteamientos de máximos. Incidir en asuntos en los que hay más posibilidades de acuerdo y dejar de lado aquellos en el que el desacuerdo es más difícil de superar", ha dicho el presidente en funciones.
En todo caso, Rajoy no ha querido valorar la decisión que debe tomar el Comité Federal del PSOE el domingo, aunque ha dejado claro que se presentará a la investidura si así se lo pide el Rey tras la ronda de consultas que se iniciará el próximo lunes.
El caso Gürtel, el pasado
El presidente en funciones también ha eludido pronunciarse sobre el impacto en su investidura de los casos de corrupción del PP, y en concreto del juicio sobre el caso Gürtel. "Es un asunto en el que se están juzgando acontecimientos que ocurrieron hace muchos años. No hay ningún militante del PP allí y lo que digan los tribunales es lo que tendremos que respetar", se ha limitado a señalar.
Rajoy asegura que todavía no ha dedicado "ni un minuto" a pensar en la formación de su nuevo Gobierno ni a decidir si creará la figura de un vicepresidente económico. Y ha tratado de acallar todos los rumores asegurando que, una vez que sea investido, el Rey será el primero en enterarse de los nombres de los ministros. "No le diré nada a nadie antes de hablar con su majestad el Rey", ha subrayado.
El presidente del Gobierno en funciones se ha mostrado convencido de que no habrá "ningún problema" con la congelación de los fondos europeos para España por el desvío del déficit en 2015 si el nuevo Ejecutivo toma las medidas necesarias para cumplir los objetivos exigidos por la UE. "La voluntad del Gobierno es no gastar más de lo que estamos ingresando", ha zanjado.
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