La constitución del Parlamento Vasco surgido de las últimas elecciones autonómicas ha deparado este viernes una pequeña sorpresa. El PP, que se ha visto excluido de la Mesa de la Cámara, ha pedido sin éxito que los parlamentarios acataran la Constitución y su presidente, el exministro y exdiputado Alfonso Alonso, ha denunciado al término de la sesión que el Legislativo no se sitúa dentro de la “normalidad constitucional” y que su grupo hará todo lo posible para reparar la situación generada después de que Podemos y el PNV impidieran desde la mesa de edad “el cumplimiento de la ley”.

La Ley Orgánica de Régimen  Electoral General (LOREG) establece en el punto 8 del artículo 108  que “en el momento de tomar posesión, y para adquirir la plena condición de sus cargos, los candidatos electos deben jurar o prometer acatamiento a la Constitución (…). El requisito se cumple en la Cortes y en el resto de los parlamentos autonómicos – en Cataluña se realiza mediante una declaración por escrito- pero no así en la Cámara de Vitoria. Una circunstancia que , por otro lado, se repite legislatura tras legislatura.

La imprevista petición del PP ha alterado el desarrollo normal del pleno. La solicitud ha sido formulada por su portavoz, Borja Sémper, que tras el llamamiento de  los nuevos parlamentarios y una vez que todos habían ocupado sus sitios, ha invocado la LOREG para exigir “que se cumpla la ley” ante el desconcierto del presidente de la mesa de edad, Juan Luis Uria, perteneciente a Elkarrekin Podemos.

Tras un breve receso Uria ha comunicado la decisión contraria de la mesa, adoptada por tres miembros de la coalición morada y uno del PNV y el voto en contra de una parlamentaria del PP. Los cinco dirigían la sesión constituyente de la Cámara al tratarse de los parlamentarios de mayor y menor edad entre los elegidos el 25-S.

CONTRADICCIÓN

El debate sobre el acatamiento de la Constitución por parte de los parlamentarios vascos ha enfrentado desde siempre a los partidos nacionalistas con los constitucionalistas. La discusión ha sido más o menos intensa en función de las circunstancias y los agentes políticos y se reprodujo por última vez hace unos años al afrontar la reforma del Reglamento del Parlamento Vasco, donde no se recoge la obligatoriedad de cumplimentar el requisito.

No ha estado presente en cambio en las sesiones de constitución de las últimas Cámaras. En 2009, cuando la popular Arantza Quiroga ocupó la presidencia del Legislativo vasco gracias al pacto PSE-EE-PP que dio la Lehendakaritza a Patxi López, no hubo ninguna modificación de los procedimientos anteriores. Interrogado por esa contradicción, Alonso se ha limitado a  reconocer que  tampoco entonces “se cumplió la ley” y que “nunca es tarde” para empezar a hacerlo.

El líder de los propulares vascos no ha querido aclarar el recorrido que llevará a cabo su partido para transitar por el “camino” que ha dicho iniciar para que empiecen a cumplirse las “previsiones constitucionales”. La jurisdicción ordinaria no es competente en este caso al tratarse de un asunto “interna corporis”  por lo que sólo cabría recurrir ante el Tribunal Constitucional.  Algo a lo que ha eludido contestar Alfonso.

EXCLUSIÓN DEL PP DE LA MESA

La composición final del órgano de gobierno de la Cámara nada tiene que ver con la mesa de edad que ha presidido el inicio de la sesión. El Parlamento ha elegido a sus cinco miembros conforme a los pactos previos alcanzados en los que han participado todos los grupos parlamentarios, con excepción del PP, que ha quedado excluido  por primera vez de la Mesa desde 1990.

La presidencia volverá a ser ocupada por Bakartxo Tejería (PNV), un cargo que no ha estado en disputa por la rotunda mayoría de los peneuvistas en las urnas. Junto a ella se sentará otro representante de su partido y miembros de EH Bildu, PSE-EE y Podemos.

La elección ha permitido visualizar por primera vez la entente entre PNV y PSE-EE. Ambas formaciones están inmersas en negociaciones para la consecución de un pacto de gobierno y el acuerdo exhibido este viernes se considera premonitorio del desenlace positivo de las conversaciones. El pacto no ha sido únicamente a dos bandas sino que ha contado también con la participación de EH Bildu.

Alonso ha denunciado la exclusión de su partido de la Mesa por un acuerdo “que no respeta la pluralidad”  y que “marca el futuro de la legislatura y las intenciones del PNV”.

El presidente del PP vasco lo ha calificado de “mal comienzo” y el preludio de que en los próximos cuatro años el PNV gobernará en minoría con el PSE-EE – la suma de ambos partidos se queda a un escaño de la mayoría absoluta-, mientras que la estabilidad del Ejecutivo “dependerá” de EH Bildu.

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