Nibia Aurora Cano Carrillo no se ocultaba demasiado a pesar de la acusación por terrorismo que pesaba sobre ella. Apenas cumplía con las reglas mínimas de una vida en la clandestinidad exigibles a alguien buscado por cometer presuntamente hasta ocho asesinatos en Colombia, su país natal. Su indiscreción le llevó incluso a exhibir en las redes sociales su visita al estadio Santiago Bernabéu de Madrid durante un encuentro de su selección contra La Roja, o a figurar con nombres y apellidos en el listado telefónico. El final de su escapada esperaba a la vuelta de la esquina.
Agentes de la Policía Nacional en colaboración con las autoridades colombianas arrestaron a esta mujer de 49 años en Orense acusada de integrar una facción del Ejército de Liberación Nacional (ELN). El pasado martes el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno la envió a prisión acusada de participar entre 2002 y 2003 en tres atentados que provocaron varias muertes, incluyendo a un menor de edad. Fuentes de la investigación han informado a EL ESPAÑOL que esta mujer llevaba al menos diez años en España.
Al fútbol entre policías
Sonriente, ataviada con la bandera de su país y enarbolando una bandera de España en cada mano. De este modo se fotografió en el Estadio Santiago Bernabéu, donde acudió con un grupo de compatriotas para animar a Colombia frente España. El partido se celebró el 9 de febrero de 2011 y los españoles se impusieron por 1-0 con un gol del canario David Silva. De aquel día hay fotos de Nibia Aurora paseando con sus amigos por la calle con total normalidad, avanzando entre las decenas de policías que que se despliegan en La Castellana siempre que hay partido en el feudo madridista.
Con una simple búsqueda en Internet, el nombre completo de Nibia Aurora Cano Carrillo aparece en las Páginas Blancas junto a su número de teléfono y la dirección del domicilio en la que fue detenida por la Policía, concretamente en el número 4 de la calle Francisco De Moure de Orense. Al llamar, ya nadie responde al teléfono.
"Venía a Colombia cada año"
“Ella venía cada año a estar con nosotros, así que no entiendo cómo la acusan de prófuga de la Justicia si ella siempre salió legalmente del país”. Así se expresa en declaraciones a este periódico su sobrina Nathalia. Su padre -y hermano de Nibia Cano- también ha sido detenido en el marco de la misma operación en Cucutá de donde es la familia. Según ha informado la Policía, la mujer se encargaba de reclutar y radicalizar a jóvenes mientras su hermano ejercía de coordinador logístico de la organización y se encargaba de obtener el material de guerra. Este hombre ha sido sorprendido cuando trataba de cruzar la frontera con Venezuela.
Desde su familia niegan tales acusaciones y aseguran que jamás tuvieron vínculos con el ELN, ni manifestaron su simpatía por este movimiento terrorista de inspiración marxista creado en 1964. En concreto, los arrestados están acusados de integrar una facción llamada Frente Urbano Carlos Germán Velasco Villamizar. “Tanto mi tía como mi papá se dedicaban a la fábrica de calzado, debido a su separación matrimonial y unas extorsiones ella decidió irse para España hace 13 años”, replican desde Colombia.
Trabajaba de limpiadora en un local
Desde las fuerzas de seguridad colombianas explican a EL ESPAÑOL que la Dirección de Policía Judicial e Investigaciones (DIJIN) sigue la pista de esta presunta terrorista hace aproximadamente un año. El arresto se ha producido después de que Interpol dictase una alerta roja. Al tener constancia de que se encontraba en España, avisaron a la Policía Nacional. Ante las autoridades que procedieron a su detención, Nibia Cano aseguró que su actual ocupación era de limpiadora en un local. Su familia precisa que trabajaba en un bar.
El primero de los tres atentados de los que se les acusa tuvo lugar el 20 de diciembre de 2002 contra una comisaría de Policía. En la acción terrorista fallecieron cuatro policías y tres civiles, entre ellos un niño. Además Cano está vinculada con el homicidio de un policía en noviembre de 2002 y la colocación de otro coche bomba, en el año 2003, contra el diario 'La Opinión'.