Pedro Sánchez ha superado su primer escalón en el camino que ha iniciado para recuperar el liderazgo en el PSOE. Unas 1.500 personas acudieron a respaldarle en su primera aparición pública tras su traumática dimisión como secretario general de los socialistas, primero, y su renuncia como diputado, después. En la cita, Sánchez se escudó en la “legitimidad y credibilidad” propia que dijo tener para exigir a la gestora la convocatoria inmediata de un congreso e incitó a la militancia a apoyar este proceso contra la dirección provisional encabezada por Javier Fenández con el único objetivo de forzar “ya” la celebración del congreso.
“Desde esa legitimidad, yo le digo a la gestora, vuestro tiempo acabó”, dijo. Y añadió: “Compañeros de la gestora, con todo el respeto y toda la solidaridad de un militante de base, una gestora no está para dirigir al partido, está para convocar un congreso ya”. El ex líder de los socialistas tenía frente a sí un auditorio entregado a la causa. La primera vez que pronunció la palabra ‘gestora’ desde el público se gritó: “¡Ahí, dale fuerte!”. Y cuando la moderadora de la mesa redonda (que en realidad fue un mitin en toda regla) se equivocó al presentar a una de las participantes y la llamó Susana, se oyó un leve pero generalizado abucheo.
Sánchez apeló a la militancia en este proceso para forzar la celebración del congreso y de primarias. “Esto es un movimiento coral, no es un movimiento mío, es un movimiento de la base”, dijo. Ya antes, nada más comenzar su intervención, les dijo que les había echado de menos y que en este proceso de “reconstrucción” del partido lo que falta es “la voz y el voto de los militantes”. “Es lo que pedimos hoy en Xirivella”, recalcó. El ‘espíritu Xirivella’, que acuñaron varios participantes en la ‘mesa redonda’ como José Antonio Pérez Tapias. “El núcleo del espíritu de Xirivella es la participación de la militancia (…) Ha tomado cuerpo”, dijo.
Un aforo superado
El ex secretario general se había garantizado que no hubiera un pinchazo en su reaparición eligiendo una invitación de una agrupación local en Valencia, la de Xirivella, para participar en una mesa redonda casi íntima con el título ‘Repensar el PSOE, construir el futuro’. El escenario: un auditorio con apenas 350 butacas con la casi segura previsión de superar el aforo. De hecho, el viernes, la organización ya hablaba de sacar el acto a la calle a la espera de una afluencia mayor. Finalmente, y pese a la lluvia que solo paró tres cuartos de hora antes de comenzar y que amenazaba con impedir el acto en el exterior, unas 1.500 personas (parte llegada de otros puntos) acudieron a la cita y Sánchez pudo exhibir músculo y presumir de apoyo de la militancia.
Las más de mil personas que le esperaban en Xirivella le recibieron con gritos de ‘no es no’ y ‘presidente, presidente’, con los puños en alto mientras sonaba la música de ‘La Internacional’. Sánchez respondió subiéndose a una silla para saludar.
Para su reaparición, eligió la provincia de Valencia, cuyo secretario general del PSPV-PSOE, José Luís Ábalos, ha sido uno de sus grandes defensores en contra de la postura del presidente valenciano, Ximo Puig, uno de los participantes en la operación que acabó con su caída. Ábalos fue fiel a la disciplina de voto y se abstuvo en la investidura de Rajoy. Pero en el acto de Xirivella, Sánchez estuvo acompañado por algunos de los diputados del ‘no’. Allí estaban Odón Elorza, Zaida Cantera, Sofía Hernanz y Mari Luz Seijó.
Asume que cometió errores
El exlíder del PSOE también criticó las actitudes de la gestora con aquellos que no se abstuvieron al posicionarse como defensor de un “PSOE plural y diverso, donde caben los que por disciplina o convicción se abstuvieron en la investidura y también caben aquellos que votaron que no, como los compañeros que hoy nos acompañan”.
El que fuera candidato socialista a la Moncloa asumió que también él había cometido errores (sin concretar) y pidió perdón por ello. Luego insistió: “Solo seremos capaces de unir al PSOE sumando la voz y votos de la militancia (…) Hay motivos para la esperanza. Solo la unión del PSOE volverá a unir a la izquierda para derrotar a la derecha, y en esa lucha podréis contar conmigo”. Y luego sonó la música de Diego Torres y su canción ‘Color esperanza’.
Ya por la tarde, el ex secretario general acudió a la localidad también valenciana de Sueca para participar en un encuentro con la agrupación local, que celebraba su centenario. Sánchez mantuvo mantuvo una reunión -en la que de nuevo se superó el aforo previsto- donde volvió a exigir el congreso y unas primarias. La agrupación de Sueca agradeció la visita colocando una placa conmenorativa por el centenario y por la visita “del compañero del PSOE” Pedro Sánchez.
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