Rabat
"¡Dajla no es Marruecos!" es el grito con el que el Frente Polisario se defiende ante España y su apoyo a Marruecos en el conflicto del Sáhara. La Delegación Saharaui española emitió el martes una nota de prensa en contestación a la que el Ministerio de Interior español publicó en su web oficial el 6 de diciembre. El comunicado anunciaba la desarticulación de una operación antidroga en la costa de Marruecos fechada en la ciudad de Dakhla, antigua colonia española y actualmente en el Sáhara Occidental, según dictamina la Organización de Naciones Unidas (ONU).
La nota de prensa de Interior, titulada "La policía Nacional desarticula el grupo de narcotraficantes más activo que operaba en los continentes europeo, africano y sudamericano", presume de una operación conjunta hispano-marroquí y se refiere a la costa del Sáhara Occidental como marroquí. En los mismos términos se expresó también el ministro Juan Ignacio Zoido, el pasado miércoles ante los medios de comunicación en Rabat, al mencionar "aguas jurisdiccionales marroquíes" en referencia a Dahkla.

"Gravísimo error"

La Delegación que representa al Frente Polisario en España condena que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado español "colaboren en territorio del Sáhara Occidental con las fuerzas ocupantes marroquíes". Además exige "corregir el gravísimo error" de considerar Dakhla como una "ciudad integrada en Marruecos, un país que ocupa militar e ilegalmente el Sáhara Occidental desde hace 41 años".
 
Los saharauis le recuerdan al Gobierno español que "allí España levantó su primer fuerte en el Sáhara Occidental y allí arrió su última bandera", refiriéndose a Villa Cisneros, la última colonia española y actualmente Dakhla. Por su parte, el catedrático de Derecho Constitucional y Director del Centro de Estudios del Sáhara Occidental, Carlos Ruiz Miguel, asegura a este diario que "las declaraciones del ministro Zoido contradicen la posición oficial del Gobierno español, tanto en Naciones Unidas como expresada fuera del marco español".
 
La República Árabe Saharaui Democrática (RASD) considera que el Gobierno español tiene la responsabilidad de "garantizar la descolonización del territorio como potencia colonial del Sáhara Occidental y administradora del proceso de descolonización de esta tierra". Desde la Delegación recuerdan que se trata de un "territorio no autónomo por Naciones Unidas hasta que se cierre el proceso de descolonización mediante un referéndum de autodeterminación".
 
Marruecos se opone rotundamente al referéndum, lucha por imponer una plan de autonomías, siguiendo los modelos de estado de España y Francia, y considera el territorio del Sáhara Occidental como "provincias del Sur". Mientras que el Frente Polisario mantiene que "la ocupación de Marruecos es totalmente ilegal, una ocupación por la fuerza, violenta y que impone un sistema de violación sistemática de los derechos humanos".

Operación de narcotráfico

A partir de esta operación de narcotráfico, la RASD "no se fía de quién puede deambular por el territorio", refiriéndose a traficantes de drogas y posibles terroristas relacionados con el narco, por lo que ha instalado un segundo puesto de control cerca de Mauritania, donde fuerzas del Polisario llevan desplegadas desde el verano, cuando Marruecos comenzó a asfaltar una carretera en Guerguerat, zona de territorios liberados.
 
Marruecos no se conforma con el apoyo de España y Francia, como primeros socios comerciales y aliados diplomáticos, sino que trabaja para regresar al seno de la Unión Africana (UA), que abandonó en 1984 el rey Hassan II, precisamente por la readmisión de la RASD. Su sucesor y actual monarca, Mohamed VI, lo dejó bien claro en un mensaje dirigido en julio al presidente de la UA, Idriss Deby: "Sobre la cuestión del Sáhara, África institucional ya no puede soportar el peso de un error histórico y un legado engorroso".
 
A lo largo del 2016 la política exterior de Marruecos ha estado enfocada a África; y su soberano, acompañado por una corte de empresarios y dirigentes religiosos, ha visitado varios países del continente en una estrategia de conquista frente a Argelia y al Frente Polisario.

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