Los últimos de UPyD: así son Cristiano y Carmen, candidatos a liderar el partido magenta
Cristiano Brown y Carmen Lamana se enfrentan al reto colosal de resucitar a una formación moribunda.
15 enero, 2017 02:22Noticias relacionadas
Unión Progreso y Democracia se resiste a desaparecer. A 15 días de su congreso nacional, dos candidaturas encabezadas por políticos desconocidos para la opinión pública aspiran a renovar el partido y reconquistar el espacio electoral perdido en los últimos años. Cristiano Brown, concejal de UpyD en el Ayuntamiento de Las Rozas (Madrid), y Carmen Lamana, que ha ocupado diversos cargos orgánicos de la formación magenta en Andalucía, son los aspirantes a liderar UpyD.
La renuncia de su último candidato a la presidencia Gorka Maneiro ha dejado UpyD sin figuras reconocibles. Pero el partido, que cumple apenas 10 años en 2017, mantiene todavía unos 1.500 afiliados, 130 concejales, un puñado de alcaldías (la más importante en Novelda, Alicante) y a la eurodiputada Maite Pagazaurtundúa. El reto es colosal: mantener esa representación y volver al Congreso. La estructura de la organización está muy debilitada. Y en el panorama político, Ciudadanos se ha comido el espacio de centro que ocupaban.
Pero Cristiano Brown y Carmen Lamana, muy alejados de la sombra de Rosa Díez, creen que UpyD no está muerto. Uno de los dos será elegido nuevo líder del partido en el congreso que se celebrará los próximos 28 y 29 de enero en Alcalá de Henares (Madrid). “Todavía tenemos una importante afiliación que podría haberse ido a su casa o a otro partido, pero aquí siguen. Si no creyera que es posible, no estaría aquí”, dice Brown en conversación con EL ESPAÑOL. “Queremos volver a representar el cambio”, asegura Lamana. “Éramos un partido joven y con frescura comparado con lo que había, pero al entrar otros con más frescura nos identificaron rápidamente como un partido viejo”.
Sin relación con C's
Brown, ingeniero de telecomunicaciones nacido en Brasil, es concejal en Las Rozas desde 2011 y era miembro del Consejo de Dirección de Maneiro. Su candidatura propone una estructura más flexible que permita a UpyD al menos mantener su base de militantes y ampliar la de simpatizantes. “La única manera de salvar UpyD es encontrar gente para crecer”, dice.
Brown presume de una coherencia política en el mensaje de UpyD, de la que, en su opinión, carecen otros partidos. Además, defiende que la formación magenta debe regresar a sus orígenes: una relación más fluida con los afiliados y contacto directo con la sociedad a pie de calle. Para Brown, UpyD cometió errores estratégicos de comunicación en el pasado. El ahora candidato quiere potenciar el uso de las redes sociales.
Sobre la relación con Ciudadanos, partido al que emigraron la mayoría de votos, cargos y afiliados de UpyD, Brown sostiene que si se quedó es porque piensa que “es un mejor proyecto político”. “La relación no tienen que ser distinta con Ciudadanos que con el PP, PSOE o con Podemos”, explica. “Tenemos que respetarnos”.
Lamana tampoco cree que sea el momento de hablar de una convergencia con Ciudadanos. “No estamos en ese momento”, dice. “Nos hemos llevado varios varapalos y tenemos que reconstruirnos mirando hacia dentro y no hacia fuera”.
Mensaje transgresor
Nacida en Zaragoza, pero andaluza de adopción, Lamana encabeza una candidatura con mayoría de mujeres para la Ejecutiva. Su propuesta para recuperar UpyD no se centra tanto en el programa como en la forma de comunicar el mensaje: marketing político.
“Mi equipo y yo queremos cambiar la forma de divulgar el mensaje de UpyD para que sea dinámico, más transgresor. Las medidas programáticas, por muy novedosas que sean, dejan de serlo cuando otro partido las hace suyas”, asegura. “Se trata de identificar las necesidades que hay (educación, sanidad, impuestos) y ofrecer un producto como solución: UpyD”.
Lamana, al igual que su rival, asegura que hay motivos para creer en la resurrección de la formación magenta. Asegura que UpyD es todavía joven y que la experiencia de partidos como Podemos y Ciudadanos demuestra que se puede pasar de la nada a cinco millones de votos en apenas uno o dos años. Otra cosa es que la coyuntura no sea exactamente la misma.
Armando Esteve, alcalde de Novelda (26.000 habitantes), es el cargo público más relevante de UpyD junto a Maite Pagazaurtundúa. Esteve se aupó a la alcaldía de la ciudad tras una moción de censura junto al PP contra el alcalde socialista en agosto del 2016. UpyD fue la segunda fuerza más votada y obtuvo el mismo número de concejales que la primera, el PSPV, en las municipales del 2015. Esteve apoyó en un principio a los socialistas. Pero el verano pasado acusó a su socio de gobierno de incumplir las condiciones del acuerdo y rompió el pacto.
“Nos presentamos en las últimas elecciones con un panorama bastante adverso”, recuerda. “Pero siempre he creído que el electorado se merece que sus representantes sean honestos. Llevábamos unos años trabajando ya y no era entendible que cambiásemos de marca porque otras tuvieran más empuje. Al final, esa coherencia fue premiada”.
Igualdad entre los españoles
Esteve, que apoya la candidatura de Brown, asegura que UpyD es el partido que abrió debates sobre la transparencia y el control de los partidos que ahora todos parecen asumir pero que eran impensables hace unos años. “Hemos sido un partido incómodo y hemos conseguido cosas habiendo obtenido resultados pequeños”, explica. “Yo estoy convencido de que sigue haciendo falta un partido que ponga por encima de cualquier principio la igualdad entre españoles”.
El alcalde de Novelda admite que UpyD pecó de soberbia. “No supimos ver lo que estaba pasando”, dice. Pide un partido flexible y una relación más fluida de la dirección con el afiliado. Esteve mantiene la esperanza de que las ideas de UpyD vuelvan a verse como necesarias.
“Lo fundamental es que mantengamos la coherencia, que es lo que nos distingue del resto de partidos”, dice. “Nosotros sí que hacemos lo que decimos incluso con decisiones difíciles y con coste electoral. Pero cuando toca hacer una cosa se hace y otros se pliegan a los termómetros electorales”.