Elena González-Moñux se rinde. Votará los presupuestos de Cristina Cifuentes en la Asamblea de Madrid y desistirá en los juzgados. El pasado octubre, anunció su baja por depresión y acusó al portavoz de su grupo en la Cámara, Enrique Ossorio, de haberla acosado, insultado y humillado en público. Un extremo al que el Gobierno regional nunca dio credibilidad, tampoco los jueces. Ni siquiera el resto de parlamentarios, por lo menos en público.
Han sido casi cuatro meses de pesadilla para Cifuentes. Moñux, a sabiendas de que su voto era clave para decantar la balanza de las votaciones en favor del PP, reiteraba a través de su abogado que no iría a la Cámara y que no apoyaría los presupuestos del Gobierno. En todo este tiempo, Moñux rompió relaciones con sus compañeros y no mantuvo ninguna conversación con la presidenta.
La mediación de Garrido
La mediación, según ha podido saber este periódico, la ha encabezado Ángel Garrido, vicepresidente y mano derecha de Cifuentes. "Aunque no ha habido ningún encuentro presencial, ha sido siempre a través de su abogado", relatan fuentes del PP.
Moñux ha asegurado que votará tanto los presupuestos como el resto de iniciativas trascendentales. No dejará su acta parlamentaria, como algunos especulaban, y volverá a la Asamblea con una considerable rebaja de sueldo. Antes de este enfrentamiento frontal, su cargo de portavoz adjunta le reportaba unos honorarios 700-800 euros por encima de los que percibirá ahora, previsiblemente como presidenta de una comisión cualquiera.
La presidencia de la comisión
"Se le ofreció presidir una comisión desde el principio de las negociaciones, pero le pareció poco. También se le dijo que se le buscaría una salida en una fundación o algo parecido si renunciaba al acta, pero no lo va a hacer", coinciden en el PP de Madrid.
Por su parte, Enrique Ossorio, acusado por Moñux, también ha sellado el armisticio en los tribunales. No tratará de que inculpen a la diputada por injurias y calumnias, tal y como anunció en un primer momento.
"Siempre que la salud lo permita"
"Siempre que la salud lo permita", Elena González-Moñux apoyará a su partido en la Cámara. "Esto nunca ha sido un movimiento para hacer daño al PP", dijo en varias ocasiones tras denunciar a Ossorio.
El Gobierno regional, en conversación con este periódico, se confiesa "optimista". Planea llevar los presupuestos a la Asamblea a mediados de abril, aprobando antes el nuevo reglamento que permita el voto telemático. "Sabemos que está enferma, que no miente". Además de Moñux, Redondo, también diputada del PP, se encuentra de baja por una operación.
"Debemos aprobar el voto a distancia, no podemos quedarnos descolgados. Estamos en el siglo XXI", apuntan en el PP. "Es una ventaja para todos los partidos, es verdad que ha coincidido con lo de Moñux, pero hay que mirar más allá".
Cuatro meses después del distanciamiento de Elena González-Moñux, con más de veinte años de trayectoria en el PP, el grupo azul al completo vuelve a remar en la misma dirección.