Sánchez se corrige en su programa: Cataluña ya no es una "nación"
El aspirante a liderar el PSOE se ofrece para liberar a una "democracia secuestrada por el capitalismo neoliberal", propone limitar la duración de las Gestoras a 90 días y pide una "Alianza de Progreso" sin "colisiones frontales" con Podemos.
20 febrero, 2017 19:31Noticias relacionadas
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Un día después de que Mariano Rajoy fuese reelegido como presidente y él dejase su acta como diputado, Pedro Sánchez concedió una entrevista al programa Salvados, de La Sexta, en la que aportó varias ideas inéditas en su discurso hasta la fecha. "España es una nación de naciones", dijo a preguntas de Jordi Évole. "Cataluña es una nación dentro de otra nación que es España, como lo es también el País Vasco, y esto es algo de lo que tenemos que hablar y reconocer". " Entonces, Sánchez optaba por reformar la Constitución "para que Cataluña como nación que es se sienta integrada dentro de España".
El documento de 33 páginas que este lunes hace público el aspirante a liderar el PSOE, una síntesis de sus propuestas políticas, enmienda sus planteamientos sobre Cataluña como nación, que causaron sorpresa y decepción en algunos sectores del partido. Pero el texto tampoco menciona en ningún momento la palabra "investidura" o "abstención", como tampoco las interferencias políticas de intereses mediáticos y económicos que, según dijo entonces, contribuyeron a frustrar su elección como presidente.
La relación de ideas, salpicada con algunas propuestas concretas, en la mayoría inspiradas en programas electorales y la tradición reciente del partido, es más un catálogo socialdemócrata clásico que un gran giro a la izquierda o una copia del discurso de Podemos, donde algunos quieren enmarcar al exlíder socialista. Eso sí, el texto hace hincapié en la lucha contra el "neoliberalismo", palabra mencionada hasta 21 veces, algo que contrasta con Podemos, citada tan solo una vez.
Sánchez vuelve al consenso territorial del PSOE
En lo referente al modelo territorial, Sánchez reivindica "el federalismo, con sus premisas de cooperación, colaboración y solidaridad, como se defiende en nuestra Declaración de Granada [la declaración de consenso del PSOE], puede y debe ser la solución de una España orgullosa de su diversidad", explica.
El documento, elaborado por el economista Manuel Escudero y el sociólogo José Félix Tezanos, no menciona el llamado derecho a decidir en Cataluña, pero recuerda que "la soberanía reside en el conjunto del pueblo español", una manera indirecta de rechazar la medida, defendida por Podemos. Sánchez sí cree que se debe "perfeccionar el reconocimiento del carácter plurinacional del Estado apuntado en el artículo 2 de la Constitución", que habla precisamente de las nacionalidades históricas. Para el hoy militante de base, la independencia de Cataluña es "inviable" en "el actual contexto europeo y mundial". Además, "se intenta fundamentar en mitos y falacias" que los socialistas deberían "seguir desmontando".
Protagonismo del militante y críticas a la Gestora
Sánchez pasa de puntillas por la investidura, por el "no es no" que ha servido como reclamo para su campaña y no incluye la palabra "abstención" en su documento. El texto se limita a recordar de pasad que "el PSOE al final se limitó a dejar el camino expedito al PP" durante la "crisis de gobernación derivada de las dos últimas elecciones generales".
El texto reserva un párrafo duro con la Gestora que le sucedió al frente del partido y critica "la extralimitación en sus funciones" tras ser "nombrada y mandatada de un modo que no se corresponde ni con las reglas, ni con la cultura socialista, ni con los criterios democráticos básicos habituales". Una de las medidas que propone para evitar una situación así en el futuro es "tasar" en 90 días como máximo la duración de todas las Gestoras y "en cualquier caso".
Otras propuestas para mejorar el partido incluyen la obligación de los cargos públicos de rendir cuentas ante los militantes como mínimo una vez al año, crear una Iniciativa Política de los Militantes para permitirles participar más (algo que recuerda a la Iniciativa Legislativa Popular) o que decidan sobre acuerdos de gobierno.
Sánchez también quiere que los militantes tengan voz cuando "en situaciones muy excepcionales de pérdida de confianza o negligencia en el cumplimiento de las funciones encomendadas" haya que destituir a algún cargo orgánico, una medida que podría haber supuesto una consulta sobre su propio futuro posterior a su desautorización por el Comité Federal de octubre. Este fin de semana, Patxi López propuso una medida similar.
"No entrar en colisiones" con Podemos
El documento apenas habla de Podemos, al que sólo menciona por su nombre una vez, para enmarcarlo en los movimientos de indignación contra los efectos de la crisis y el neoliberalismo.
Tanto Podemos, como el 15-M, Occupy Wall Street o Syriza "no traen consigo una propuesta solvente, creíble y factible para la acción política rectificadora que ahora se requiere", lamenta. Eso sí, en otro punto, el texto del candidato pide "no entrar en colisiones frontales y sistémicas con otras formaciones de la izquierda ni mimetizarse con ellas". En su lugar, el PSOE debería sumar fuerzas con formaciones de izquierdas, diferenciadas del PP y europeístas bajo una "Alianza de Progreso" que él se compromete a impulsar.
"La democracia ha sido secuestrada"
Entre las medidas políticas de Sánchez se encuentran muchas que, con matices, son conocidas por el electorado: derogar la reforma laboral, luchar contra el cambio climático, subir el salario mínimo, crear una "renta básica universal" (antes llamado ingreso mínimo vital) a través de un impuesto negativo en el IRPF, derogar el concordato con el Vaticano y sacar la religión del horario y curriculum escolar, derogar la reforma de las pensiones del PP, impulsar un pacto educativo, rebajar el IVA cultural o anticiparse a los desahucios para garantizar el derecho a la vivienda.
Sánchez insiste mucho en la lucha contra los efectos perversos del conservadurismo económico. "La democracia ha sido literalmente secuestrada por el capitalismo neoliberal, sea en sus formas ya conocidas sea en sus nuevos rasgos mucho más descarnados de las doctrinas de la extrema derecha, con Trump en los EEUU o las derechas populistas en Europa", dice.
Sánchez propone, en suma una "transición hacia una sociedad postcapitalista" que "ni será repentina, ni será violenta llevándose por delante el orden democrático; no es necesaria una revolución". Tan solo "un proyecto renovado, fiel a los principios del socialismo, y alternativo -no subsidiario- a las posiciones de la derecha, con un liderazgo coherente, honesto y comprometido con esos objetivos", según el texto.