Saed El Harrak, marroquí de 44 años, saldrá dentro de dos semanas de prisión después de haber cumplido doce años de condena por integrar la célula yihadista que perpetró los atentados del 11-M en Madrid. Formaba parte del grupo de terroristas que se inmoló en el piso de Leganés (Madrid) semanas después de los ataques que causaron 192 muertes en el año 2004.
Según informan a EL ESPAÑOL fuentes de la lucha antiterrorista, el Harrak abandonará el próximo 25 de octubre la cárcel de Mansilla de las Mulas (León) en la que se encuentra. Tras su excarcelación, ya solo quedarán ocho personas en prisión de los 18 que entraron en la cárcel por orden del Tribunal Supremo.
Nacido en la localidad marrroquí de Beni Guerfet, la investigación de los atentados acreditó la relación de El Harrak con los inquilinos del piso de Leganés. Entre los escombros de ese edificio del municipio madrileño, los investigadores hallaron, entre otros efectos, un papel con números de teléfono entre los que se encontraba el de Saed El Harrak. También estaba la documentación de su coche, un Ford Escort. En la explosión de aquella casa, sus compañeros mataron también al miembro de los GEO, Francisco Javier Torronteras.
Contactos telefónicos
El Harrak trabajaba entonces en una empresa llamada Encofrados Román. Según los hechos probados de la sentencia del 11-M, constan varios contactos telefónicos con los autores de los atentados. En el sumario también consta al menos una llamada con la mujer de Jamal Ahmidan, alias El Chino, uno de los cabecillas del grupo que perpetró la matanza.
Estaba especialmente ligado a varios de los hombres de confianza de 'El Chino' como eran Mohamed Oulad y Abdennabi Kounjaa, todos ellos muertos en Leganés. El Harrak era la persona a la que Kounjaa confió su carta de despedida o testamento personal. Eran tres folios manuscritos en árabe en los que, entre otras cosas, decía adiós a sus hijas de la siguiente manera: “vuestro padre ha sido hombre de valores morales y siempre ha pensado en la yihad”.
El Harrak fue detenido el 10 de mayo de 2004 e ingresó en prisión preventiva. Tras dos años en esa situación y aprovechando que las autoridades no prorrogaron su situación logró salir de la cárcel. Volvió a ingresar el 31 de octubre de 2007 hasta este mes que quedará de nuevo en libertad y previsiblemente será expulsado de España.