La nueva ley quinquenal del cupo y la reforma del concierto vasco han generado un debate inédito en el Parlamento español. El rechazo de Ciudadanos ha roto la armonía con la que PP y PSOE venían negociando y aprobando acuerdos en el Congreso. El trámite de este jueves ha salido adelante con los únicos votos en contra del partido naranja y Compromís.
El cupo ha devuelto al primer plano el complejo sudoku de la financiación autonómica y los presuntos agravios entre comunidades. En España conviven autonomías de régimen general, las Haciendas forales vascas y navarra y los regímenes especiales de Canarias, Ceuta y Melilla. Todos los partidos han usado la infrafinanciación como un elemento de presión política. El proceso separatista en Cataluña comenzó precisamente por la exigencia de un pacto fiscal similar al vasco.
El Gobierno y las comunidades acordaron la creación de una comisión de expertos sobre financiación en la pasada conferencia de presidentes. En su informe, la comisión considera "imprescindible una revisión del cálculo del cupo" y la creación de "un anexo detallado en el que se recoja toda la información relevante para el cálculo, incluyendo un listado exhaustivo de cada una de las cargas consideradas asumidas y no asumidas con sus correspondientes valoraciones".
A favor del cupo
El cupo es la contraprestación que paga la Hacienda foral vasca por los servicios que presta el Gobierno central en la comunidad. El cálculo se hace por quinquenios.
1.Es complejo, pero legal
La diputada del PNV Idoia Sagastizabal ha empezado su intervención por ahí. El cupo vasco puede ser complejo, pero es legal y así lo reconoce el Estatuto de Guernica, la Constitución y la Unión Europea. Sagastizabal ha recordado que el cupo es un acuerdo entre gobiernos amparado por la bilateralidad. Esa bilateralidad, recuerda el grupo vasco, también comporta riesgos. "Nosotros por ejemplo no podemos acogernos a un mecanismo como el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), como sí pueden hacer las comunidades del régimen común", dicen.
Sobre la reforma del concierto, que regula las relaciones económicas entre ambas administraciones, el PNV recuerda que es necesario ir actualizando la ley con los nuevos tributos. El País Vasco tiene su propia Hacienda y recauda sus propios impuestos.
2.El País Vasco no es insolidario
Sagastizabal explica que el País Vasco aporta el 6,24% al fondo de solidaridad interterritorial. La diputada vasca dice que la comunidad vasca representa un 4,6% de la población española y un 6,1% del conjunto del PIB. "Nosotros también pagamos el AVE Madrid-Valencia", dice.
El PNV argumenta que no existen vasos comunicantes entre el cupo y la financiación del resto de comunidades. Es decir, el cupo no supone más o menos financiación para el resto de autonomías. "Cada comunidad invierte el dinero como quiere y ahí lógicamente sí hay diferencias",dicen.
3.El cupo negativo no existe
El PNV sostiene que el cupo negativo no existe, y que se comparan magnitudes incomparables. Es decir, la factura que paga el Gobierno vasco por el cupo siempre es positiva. Sagastizabal afirma que es injusto restar esa cifra a las cuentas del IVA. "Son conceptos diferentes", explica.
En contra del cupo
Albert Rivera ha liderado la oposición al cupo. El líder de Ciudadanos ha criticado el "amaño" del proyecto. "Es un fraude a la Constitución", ha dicho.
1.El cálculo es político
Ciudadanos admite que el cupo y el concierto son una "realidad constitucional que hay que respetar". Lo que critica es que el cálculo es "político y no técnico". José Manuel Villegas, secretario General del partido naranja, dice a EL ESPAÑOL que la demanda de su partido se sitúa en la línea de la comisión de expertos. Es decir, pide que un anexo explique el criterio técnico en lugar de "negociar un importe dependiendo del peso político" del partido de turno.
"En el plan quinquenal la cifra se ha rebajado en 300 millones de euros anuales con respecto al anterior plan", recuerda.
2.País Vasco, comunidad receptora
Villegas admite que el cupo no puede ser negativo, porque es una aportación que realiza el Gobierno vasco. Pero defiende la visión de conjunto que ha ofrecido Rivera para explicar la "sobrefinanciación" del País Vasco. Ciudadanos cree que es una "anomalía" que el País Vasco, con la segunda renta per cápita en España, reciba 3.387 millones de euros.
Según datos del Ministerio de Hacienda, se trata de una comunidad receptora frente Madrid, Cataluña o Valencia, que son contribuyentes netas al Estado en sus balanzas fiscales. Y esta sobrefinanciación, dice, repercute en su gasto social, educativo o sanitario, que duplica la media nacional.
"El cupo, el IVA y las balanzas fiscales son cosas diferentes, pero van ligadas", dice Villegas. "Hay un desequilibrio claro que no discute nadie".
3.Afecta al resto de comunidades
Ciudadanos considera, a diferencia del PNV, que la situación del País Vasco sí afecta al resto de comunidades. "Aquí hay una tarta y si el País Vasco aporta menos, hay menos para repartir", dice Villegas. "De alguna forma influye".
Villegas explica que España puede sostener este "privilegio" porque la cuantía y el porcentaje de habitantes (vascos) sobre el total se puede soportar. El problema sería extender a Cataluña o "generalizar" ese privilegio a otras comunidades. "El desequilibrio haría el sistema insostenible", asegura.
Noticias relacionadas
- Aprobado el cupo vasco: "Lo pagarán los españoles con sus recortes", dice Rivera a Montoro
- Rivera basa su ofensiva contra el cupo vasco en que “los españoles pagarán más”
- Las cifras millonarias del acuerdo sobre el Cupo
- El agravio del cupo vasco dinamita la búsqueda de acuerdo sobre financiación autonómica
- Rivera: "Cs va a ser el primer partido de la democracia que vota contra el cupo vasco"