El separatismo no logra reprobar al Rey en el Parlament por la guerra civil entre ERC y JxCat
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El momento en que el PSC se ha sumado a ERC para votar a favor del informe de los letrados del Parlament para que los votos de los parlamentarios supendidos de Junts per Catalunya no sean válidos algo se ha roto en el mismo corazón del independentismo. De hecho, en el pleno del Parlament que ha seguido a la reunión de la Mesa, las dos resoluciones clave que se votaban este martes han sido rechazadas por el empate a 65 entre los votos del bloque independentista y el bloque constitucionalista.
La Mesa del Parlament, con votos a favor de ERC y el PSC, ha acordado dejar "sin efectos jurídicos" los escritos presentados por Junts per Catalunya (JxCat) sobre la delegación de voto de sus cuatro diputados suspendidos por el Tribunal Supremo y se ha instado a ese grupo a reformular el escrito de petición de designación de votos. Pero los cuatro diputados suspendidos de Junts per Catalunya -Carles Puigdemont, Jordi Sànchez, Jordi Turull y Josep Rull- han emitido un escrito en el que mantienen que su delegación de voto es "perfectamente ajustada a derecho", por lo que "asumen" que sus votos "dejarán de ser contabilizados" en el pleno.
Eso ha llevado a que el independentismo pierda su mayoría, ya que las fuerzas independentistas tenían hasta hoy una mayoría de 70 escaños en el Parlament (34 escaños de JxCat, 32 de ERC y 4 de la CUP), pero al no contar ahora con cuatro votos de JxCat ni tampoco el del exconseller Antoni Comín (ERC), pendiente del recorrido judicial de su causa en Bélgica, los soberanistas sólo suman ahora 65 diputados, a tres de la mayoría absoluta de 68 diputados.
Empate a 65 veces por tres veces
Además, al sumar también 65 escaños el resto de partidos de la oposición -Cs, PSC, comunes y PPC-, el independentismo tampoco puede garantizar imponerse en votaciones por mayoría simple, ya que en caso de producirse un empate, una propuesta parlamentaria acaba decayendo si se mantiene ese empate tras dos votaciones más.
Y eso es exactamente lo que ha sucedido en el Debate de Política General de hoy en el Parlament, cuando una resolución de JxCat que pedía reprobar "la actuación del rey Felipe VI y en particular su posicionamiento contra las instituciones catalanas y sus representantes legítimos en su discurso del día 3 de octubre de 2017" ha sido rechazada.
La iniciativa también reclamaba abolir la monarquía alegando que existe una "mayoría amplia de catalanas y catalanes contrarios" a ella, y se ha rechazado tras un empate a 65 votos: el reglamento fija que si se empata hay que votar dos veces más y, si persiste, la resolución se rechaza.
También se pretendía que la cámara "constatara" que "los procesos judiciales contra el independentismo y las libertades civiles han provocado ya la persecución por motivos políticos de centenares de personas y la existencia de presos políticos y exiliados", como también "deploraba" que esos procesos "políticos" no respetan las "más elementales garantías judiciales y democráticas".
Otro punto de la propuesta de los grupos independentistas que no ha prosperado instaba al Govern a que llevara ante la justicia a aquellos individuos o grupos organizados que hagan apología del nazismo, el fascismo, el racismo o el sexismo o "alteren la normal convivencia en las calles de Cataluña o atenten contra la libertad de expresión y manifestación de sus conciudadanos".
La autodeterminación, también rechazada
Por otra parte, el pleno también el pleno ha rechazado en votación reivindicar la autodeterminación de Cataluña. El texto pedía a la Cámara "afirmar el derecho imprescriptible e inalienable de Cataluña a la autodeterminación tal y como se manifestó en las disposiciones aprobadas en la cámara para poder ejercer este derecho".
La propuesta realizada por la CUP también pedía que la Cámara se solidarice con los diputados "objeto de persecución policial y judicial" por facilitar el trámite y disposiciones parlamentarias, destacando a la expresidenta del Parlament, Carme Forcadell.
Otro punto que no ha salido adelante pedía al Parlament condenar las acciones del Estado para tratar de impedir "el referéndum del 1 de octubre de 2017, incluyendo la violencia policial" contra personas en los centros de votación. Así el Parlament tampoco incluye el reconocimiento a la "realidad del conjunto de territorios que forman los Països Catalans, que forman Cataluña, País Valencià, Illes Balears, Cataluña Norte y las comarcas de la Franja de Ponent", ni expresa su apoyo a los movimientos que reclaman el derecho a decidir el estatus político propio en estos territorios, a través de esta resolución.
Tras el rechazo de la Cámara, la diputada 'cupaire' Maria Sirvent ha pedido la palabra para afirmar que para su grupo la propuesta "ha salido adelante, porque la CUP considera que los diputados no están suspendidos".