Dos conferencias de Manuel Valls. Una en Barcelona y otra en Madrid. Las dos para presentar su libro. Al inicio y al final de la primera, los CDR (Comités en Defensa de la República) trataron de rodearle y le gritaron: "¡Fascista!". Una circunstancia que ha condicionado el arranque de la segunda. "Intentar impedir un acto así es fascismo. No impedirán mi campaña, he sido jefe de Gobierno en Francia, un país que ha sufrido atentados".
El candidato a la alcaldía de la Ciudad Condal ha exhibido su trayectoria como primer ministro para atacar y restar importancia a los separatistas que planearon boicotear su estreno como escritor en castellano: "Es inaceptable que una ciudad como Barcelona tenga que soportar esas situaciones. Me solidarizo con aquellos que las viven día tras día".
Valls, ha aclarado, nunca llamará "fascista" a quien apueste por la independencia, pero sí a quien busque anular el debate: "Todavía existe gente que quema los libros".
Traje azul y camisa blanca de cuello duro, Manuel Valls ha compartido escenario en la Fundación Rafael del Pino con Gregorio Marañón Bertrán de Lis, presidente del patronato del Teatro Real, que ha hecho las veces de entrevistador. Ha sido Marañón quien ha explicitado el momento en el que Valls decidió ser candidato. La culpa la tuvo un mensaje de su madre. "Fill meu, recorda: roda el món i torna al Born". Fue el 23 de abril, Sant Jordi. Valls había viajado a Barcelona para recoger un premio que le brindaba Sociedad Civil Catalana. Aceptó el ofrecimiento de Ciudadanos, pero con una exigencia: libertad para confeccionar su lista.
Empujado por las preguntas de Marañón, Valls se ha desnudado personal, literaria y políticamente. Incluso ha reconocido "estar viviendo el amor en catalán, cosa que no hacía desde los catorce años". Ideológicamente, se ha definido como "socialdemócrata". Ha revelado que el temor a traicionar al PSOE francés -al que pertenecía- le impidió entrar en el Gobierno de Macron. En Barcelona, no le pesará este pasado: "Los partidos son demasiado pequeños, a veces su propósito es colocar a la gente. Eso me impidió tener la libertad que he encontrado aquí". Una libertad que ha aceptado Rivera: los naranjas no podrán imponer una cuota en la lista electoral.
Su relación con Macron
Su relación con el presidente francés, ha explicado, pasa por "combatir al nacionalismo y el populismo": "No compartimos la misma cultura política. Reconozco su increíble hazaña. Tenemos que hacer mucho juntos". Con esa misión se refería a la defensa del concepto Europa, para lo que también ha propuesto "la unión de PP, PSOE y Ciudadanos": "¿No vale mucho más ese proyecto que los intereses de un solo partido?".
"Ser de izquierdas es más difícil que ser de derechas", ha esbozado. Gobernar, nada más llegar, supone la "traición": "Así lo interpretan algunos". Ha puesto el ejemplo de Venezuela. "A Felipe González le dicen de derechas por criticar la situación. Yo también lo hago. Si nos llaman de derechas, ¿qué pasa con todo lo que está más a la derecha? ¿Son fascistas? Así resumen el debate". Con tono provocador, Valls ha asegurado que si Inés Arrimadas fuera de izquierdas, "la gente habría salido a la calle para criticar a los racistas que la invitaron a irse de Cataluña".
"Voy a ganar"
"Voy a ganar", ha presumido Valls al poco de comenzar su discurso. Le acompaña, se ha sincerado, "un cambio personal": "Tenía ganas de nuevos horizontes, de ver el color del mediterráneo. La luz de París es distinta". Todo un conglomerado de circunstancias que le han empujado a trasladarse definitivamente a Barcelona. Se ha comprometido a permanecer en la oposición si no es investido. También influyó el terrorismo que azotó Francia cuando todavía encarnaba la jefatura del Gobierno: "Eso te hace comprender la verdadera importancia de Europa, de la democracia liberal en el sentido más fuerte de la palabra. Eso es lo que he venido a defender".
"Barcelona es la ciudad, la contaminación, la movilidad, la cultura... Pero también es el destino de Cataluña, de España y de Europa", ha resumido. Y la amenaza, ha recalcado, "son el nacionalismo y los populismos de derecha e izquierda". En su "flexible proyecto" caben los tres grandes partidos constitucionalistas. Con esa "plataforma amplia" afrontará "el combate de su vida".
Manuel Valls ha confesado aprender más de las novelas que de los políticos. Su biblioteca y sus cuadros "son lo que más valen" en su casa. Los cómics de Tintín, Orwell, Jorge Semprún, Galdós, Pla, Camus, Zweig y Tolstoi son los autores con los que fraguará su abordaje a la alcaldía barcelonesa.