Albert Rivera y Pablo Casado saben que sus opciones electorales pasan por sacar un escaño más que el otro. Ese resultado tendría una gruesa influencia tanto en el caso de la victoria del centro derecha como en su derrota. Quien se imponga será presidente del Gobierno o, en su defecto, líder de la oposición. De ahí que uno y otro aborden la campaña con un deseo: batirse con Sánchez en solitario. Ciudadanos acaba de enviar al PSOE su propuesta por escrito.
Los naranjas han exteriorizado su reacción poco después de que el Partido Popular haya aireado en redes sociales que una cadena privada de televisión ya les ha ofrecido el careo. Una opción que todavía es humo, teniendo en cuenta que, a pesar del "sí" de Casado, Sánchez todavía no ha respondido. El presidente de los conservadores ironiza acerca de la pretensión de Rivera: "Nosotros tenemos cien escaños más".
Los liberales no desisten. Se agarran a las encuestas, que les sitúan a muy poca distancia del PP. Incluso manejan algunos sondeos que les colocan por encima. “Esperamos que nos responda con día y hora para el debate entre los dos candidatos”, ha escrito José Manuel Villegas, director de campaña, a José Luis Ábalos, su homólogo en Ferraz.
El también secretario general de Ciudadanos ha aprovechado su misiva para lanzar un dardo al socialismo: “Los próximos comicios ofrecerán a los españoles una gran oportunidad para elegir entre la nación de libres e iguales (…) y la propuesta de nación de naciones que promulga el PSOE; entre unirnos más allá de las diferencias y dividirnos entre rojos y azules”. Villegas le ha dicho a Ábalos que intentarán rentabilizar ese debate para diferenciar entre “Albert Rivera, que promueve los acuerdos entre constitucionalistas; y Sánchez, que elige pactar con Torra, Puigdemont, Rufián e Iglesias”.
De momento, Pedro Sánchez ha dicho “no” al debate que suele organizar la asociación universitaria Demos antes de cada elección. Un texto firmado por su jefe de gabinete, Iván Redondo, mencionó “la intensidad de su agenda” como excusa. En 2016, tanto Rajoy -entonces presidente- como su sucesor rechazaron la oferta y la contienda acogió tan sólo a Pablo Iglesias y Albert Rivera.
Queda, por tanto, pendiente la contestación de Ferraz a los ofrecimientos de Ciudadanos y PP. Mientras, las cadenas privadas y la pública trabajan para estructurar sus debates. Ya han trasladado a los distintos partidos sus intenciones. Entre esos ruegos se conjugan distintas posibilidades: a dos, a cuatro, a cinco… ¡incluso a siete! Pablo Casado y Albert Rivera, más allá de su interés en el careo con Sánchez, no cierran la puerta a otras alternativas.