Iglesias reduce a "un 20%" las opciones de que pueda votar 'sí' a la investidura de Sánchez
Si el presidente sigue sin llamar, Podemos votará para que no deje de estar en funciones y, así, tener dos meses para lograr que ceda a la "coalición".
17 julio, 2019 03:06Noticias relacionadas
"Todo depende de lo que voten nuestras bases... y de las posiciones que tomen los otros grupos". Son palabras de Irene Montero, número dos de Podemos, en la mañana de este martes a la salida de la Junta de portavoces del Congreso de los Diputados. Aparte de quejarse de que la Cámara Baja lleva "casi tres meses parada" sin la posibilidad de trabajar y de controlar al Gobierno en funciones, Montero trataba de zafarse de las preguntas que, insistentemente, le lanzaban los periodistas. "¿Pero Unidas Podemos votará no o se abstendrá?".
La portavoz parlamentaria se perdía en circunloquios para no fijar posición "antes de tiempo". Primero, por respetar la consulta interna a sus bases -aún en curso-. Segundo, porque aunque no lo digan en alto, escuece la acusación de que puedan emitir el mismo voto que Vox en la sesión de investidura de Pedro Sánchez.
Y es que de momento, y tal como están las cosas, la posición del grupo confederal es la que le sirva para que Pedro Sánchez no sea investido presidente ni en la primera votación del martes -en la que necesita una imposible mayoría absoluta- ni en la segunda del jueves -en la que le bastarían más síes que noes-. Y decimos "de momento" porque aún queda alguna vaga esperanza.
Según ha podido saber este periódico, el secretario general de Podemos reduce a "un 20%" las opciones de que Sánchez deje de estar en funciones a partir de la próxima semana. Así lo comentó Iglesias en una conversación con periodistas aunque, a tenor de los acontecimientos, todavía parece un cálculo muy alto.
"Más cesiones"
Fuentes de la dirección del partido lamentaban este martes que "queda menos de una semana, y no hemos recibido una llamada de Pedro Sánchez". Y es que la "mano tendida" de Iglesias sigue en el mismo lugar que ha estado desde el día después del 28-A. Es más, este martes incluso deslizó durante su entrevista con la Sexta que estaba dispuesto "a ceder en muchas cosas" si el PSOE aceptaba de una vez sentarse a negociar "un Gobierno de coalición sin vetos ni líneas rojas".
Qué quiere decir ese "muchas cosas" es el detalle que no dio. Pero la digresión seguía a las insistentes preguntas sobre su disposición a aceptar quedarse personalmente fuera del Ejecutivo en el caso de que Sánchez aceptara cualquier otro ministro de su formación. Salvando las distancias, la sugerencia de Iglesias se asemeja a la que la semana pasada pronunció Santiago Abascal desde Murcia: "Si nos reunimos los tres, desatascamos la situación", dijo el presidente de Vox para pedir "respeto" a Albert Rivera.
Pero esa concesión era un toque de atención a Sánchez, un "a ver si llamas" para acelerar esto, que queda menos de una semana. Iglesias insiste en que los "temas de Estado no serán problema" y de hecho fija en "que se cumplan los artículos de los derechos sociales que recoge la Constitución" su objetivo negociador para que haya un Gobierno progresista. "Y de coalición", por supuesto.