Ciudadanos obtuvo su mejor resultado histórico el pasado 28 de abril, nada menos que 57 escaños, apenas nueve por debajo del PP. Lo hizo con el compromiso de que no pactaría con Pedro Sánchez bajo ningún concepto, algo que cumplió hasta los últimos días antes de la convocatoria de unas nuevas elecciones, cuando puso condiciones a cambio de sus votos para la investidura del candidato socialista. En esta dirección, la campaña, dirigida por José Manuel Villegas, la estrategia dio un giro de 180 grados respecto a la anterior: facilitarían la formación de un gobierno. En estos meses entre generales también hubo comicios municipales y autonómicos, tras los que los liberales decidieron sentarse con Vox y entrar en ejecutivos locales y regionales con el impulso de la extrema derecha. En ese mismo periodo también se produjeron importantes bajas en las filas de Rivera, como, entre otros, las de Toni Roldán o Francisco de la Torre. Este 10-N, el partido se les ha caído a pedazos: 10 escaños, sexta fuerza y su líder, Albert Rivera, que hace apenas siete meses pudo ser vicepresidente del Gobierno, al borde de la dimisión.