Teruel, dos años después del triple crimen de Igor el Ruso: "Seguimos igual de desprotegidos"
El asesino ha sido trasladado a la prisión de Teixeiro (Orense) tras haber amenazado a funcionarios de Zuera (Zaragoza).
14 diciembre, 2019 02:21Noticias relacionadas
Este sábado se cumplen dos años desde que Norbert Feher, conocido como Igor el Ruso, asesinara al ganadero José Luis Iranzo y a los guardias civiles Víctor Romero y Víctor Caballero en Andorra (Teruel). Feher, que reconoció los hechos una vez que fue detenido, huía de tres robos que cometió en Italia en el verano de 2015 y mataba a sangre fría a todo aquel que se cruzaba en su fuga para que nadie le delatase nunca.
“El autor es consciente de ser buscado y comete los delitos mientras escapa del poder punitivo del Estado”, sentenció este verano el juez que le condena a cadena perpetua por haber asesinado a Davide Fabrri y a Valerio Verri ocho meses antes en el país transalpino, donde desapareció sin dejar rastro hasta que fue detenido en Mirambel (Teruel) la madrugada del 15 de diciembre de 2017.
Son muchas las incógnitas que siguen abiertas dos años después del triple crimen, como qué hizo el asesino durante los ocho meses que duró su huida y con qué intención viajó hasta Teruel. La Guardia Civil sigue manteniendo que el fugitivo simplemente pasaba por ahí y que fue fruto de la mala suerte que se cruzara con sus víctimas.
Sin embargo, en la declaración que el propio Feher hizo ante el juzgado de Bolonia (Italia), mantiene que viajó hasta Híjar –una localidad a veinte kilómetros del crimen– a ver “a alguien” con quien tenía que “hacer negocios”. La “compra de armas” era uno de esos servicios que, según testificó, tenía que hacer en España.
En Andorra, la localidad turolense donde se produjeron los tres crímenes, se sigue sin entender dos años después cómo no se desplegó un dispositivo acorde a la agresividad del asesino, un individuo que casi mata a Manuel Marcuello y Manuel Andreu nueve días antes de los asesinatos.
“Se actuó tarde”
El testimonio de uno de los supervivientes, que aseguró que el atacante no era el típico robagallinas, sino que estaba preparado para matar, solo sirvió para dibujar un retrato robot que no se distribuyó hasta que el asesino confeso de Víctor, Víctor Jesús y José Luis ya los había matado y andaba huido con tres pistolas.
Nadie activó un dispositivo de seguridad acorde a la tentativa de homicidio, a pesar de que hubo once denuncias en un perímetro de diez kilómetros en los nueve días de terror que vivió la comarca. “Solo se actuó después de los crímenes. Aquella noche sí, vinieron los GRS, los GAR y la unidad específica de intervención. ¿Tuvo que haber tres muertos para reaccionar? ¿No bastaron dos intentos de homicidio?”, critica abiertamente Cristóbal Soria, portavoz provincial del Sindicato Asociación Unificada de Guardias Civiles, que reconoce que “nada ha cambiado desde entonces” y por eso la gente se siente “igual de desprotegida e insegura”.
La última queja formal en un cuartel de la Guardia Civil la puso el propio Iranzo la mañana de su asesinato, pero Feher seguía dentro de su casa de campo horas después, cuando le sorprendió al abrir la puerta y le disparó a bocajarro, provocándole la muerte. “¿Cómo nos pueden decir que se rastreó la explotación si el asesino seguía dentro de la casa horas después, cuando llegó José Luis?”, se pregunta Luis Alquézar, portavoz de la Plataforma Amigos de Iranzo, una agrupación de los amigos del ganadero asesinado que se puso en marcha para denunciar los fallos de seguridad previos al crimen y luchar para que la gente que vive en el mundo rural se sienta igual de protegido que en las grandes ciudades.
“Solo queremos que nos digan qué falló y que cambien las cosas para que nunca más nadie tenga que vivir una pesadilla igual”, se queja Alquézar. “Que nadie olvide que nos pudo haber matado a cualquiera de los que aquellos días estuvimos por aquí. Todos corrimos el mismo peligro”.
Francisco Juárez, portavoz de Teruel Existe, reconoce que la seguridad en el mundo rural será uno de los temas puntales que su agrupación, recién estrenada en el Parlamento, llevará para tratar con calma en el Congreso y al Senado. “Hay que poner en evidencia que en el mundo rural se reducen servicios silenciosamente, y la seguridad es uno de ellos. Los que viven en los pueblos tienen tanto derecho que los que viven en la ciudad a sentirse protegidos”, asegura.
Un reo con medios
Además, Juárez reconoce que hubo “fallos impepinables” en el caso del triple crimen y anima a los gobernantes a responder todas las dudas que existen. Sin embargo, la plataforma de electores ve “muy prematuro” impulsar una comisión de investigación en el Congreso para depurar responsabilidades, como ya intentó sin éxito Compromís en el Senado.
Desde el zarpazo que dio Feher sobre el territorio, el municipio y la provincia siente el mismo desamparo que entonces, porque todos los fallos que precedieron al crimen siguen sin resolverse. “El capitán que estuvo en el operativo de búsqueda que se saldó con tres muertos sigue en su puesto. ¿Cómo no vamos a sentir miedo, si los que lo hicieron mal siguen ocupando sus despachos? Si otro asesino viene a esconderse a nuestros campos, tomarán las decisiones los mismos que estaban. ¿Actuarían igual, si todo se hizo de forma correcta?”, insiste Alquézar.
Los amigos del ganadero recuerdan que registraron 87 preguntas, dudas que ayudarían a resolver el crimen, hace más de un año en la subdelegación del Gobierno. La única respuesta que han recibido hoy es que “trasladaron el expediente al Ministerio del Interior. Ahora, en vez de tener que ir a Teruel a reclamar nuestras respuestas nos mandan a Madrid”.
Aquellos días en los que Feher seguía escondido y armado por los campos de Teruel, las autoridades ni siquiera lanzaron un aviso a la ciudadanía para que tomaran precauciones para subir al campo porque alguien peligroso había disparado a matar y podía seguir en la zona. “¿Por qué debía irme?”, contestó Feher cuando le preguntaron por ello en el juzgado de Bolonia (Italia) que le ha juzgado a cumplir cadena perpetua por los dos crímenes que cometió allí en la primavera de 2017.
Mariano Tafalla, abogado de la viuda de Caballero, reconoce que dos años después se ha podido corroborar “la peligrosidad del sujeto: es alguien que asesina a sangre fría, sin miramientos a la vida ajena”. Además, subraya el contenido de la sentencia italiana, que desveló en exclusiva EL ESPAÑOL: “Explica claramente el recorrido que hace por España, que fue ayudado por la banda criminal a la que pertenece. De hecho, la sentencia hace mención a doce personas que le ayudaron a escapar. Eso no se ve en la instrucción española”.
El letrado destaca que Feher “dispone de medios económicos a su servicio. Cambia el abogado de oficio por otro que no es gratuito. Es obvio que alguien le paga, aunque siempre nos dijeron que no”.
Traslado a otra prisión
La sentencia de Italia condena a Feher a cadena perpetua por los dos asesinatos que cometió allí de una forma prácticamente idéntica a como actuó en Teruel. Sin embargo, en Italia se han incluido en una sola causa los asesinatos, los intentos de homicidio y los robos, y se insiste en que el fugado tuvo ayuda para salir de Italia.
En España, la juez que instruye el caso se limita a investigar lo que sucedió en el lugar del crimen la tarde del 14 de diciembre y excluye todo lo demás: los robos previos y el intento de homicidio. Tampoco se investiga en España si Feher pertenece a una banda organizada ni a qué fue a Teruel.
Igor el Ruso, mientras espera un juicio que probablemente se celebrará en primavera de 2020, fue trasladado hace unas semanas desde la cárcel de Zuera (Zaragoza) hasta la prisión de Teixeiro (A Coruña) por haber amenazado a funcionarios de la prisión, que también se sentían inseguros trabajando cerca del reo.
“Hubo una inacción evidente entre los días 5 y 14 de diciembre. Justo después de los crímenes de Andorra ocurrió la desaparición del niño Gabriel en Almería. Se destinaron 400 guardias a buscar al niño. Aquí solo se utilizaron patrullas territoriales; un día en concreto se usó un helicóptero y varios perros para buscar a un peligroso asesino que ya había dejado claras sus intenciones de matar. ¿Por qué en otros casos sí se da una rueda de prensa para explicar el dispositivo y en este caso nadie da la cara?”, pregunta en alto Cristóbal Soria.
Mientras la Guardia Civil y los gobernantes siguen sin dar respuestas, familiares, amigos y vecinos de las víctimas han preparado este sábado una concentración en la plaza del Regallo de Andorra a las siete de la tarde con un lema muy claro: “2 años, 3 muertos, 87 preguntas sin respuesta, 0 responsables. Fueron Víctor, Tote y José Luis. Pudiste haber sido tú”. Antes habrá una mesa redonda en el Centro de Estudios Ambientales (CEA) Ítaca con el título "Sombras dos años después del triple crimen".