Todo estaba ya preparado para que los 74 eurodiputados de los Verdes votaran este miércoles a primera hora si aceptaban la petición de entrada en el grupo de Carles Puigdemont y Toni Comín, fugados en Bélgica desde octubre de 2017. Los intentos previos de llegar a un acuerdo amistoso, con la mediación de la eurodiputada de Esquerra Republicana, Diana Riba, habían fracasado. Los números no les daban. Los Verdes los ven como 2 representantes de la derecha radical por sus tratos con los nacionalistas flamencos de la N-VA. Iban a perder la votación. Por eso, el expresidente catalán ha decidido en el último minuto retirar su solicitud de adhesión, justo antes de que los Verdes le dieran el portazo final.
La decisión deja al descubierto la soledad total de Puigdemont y Comín en el Parlamento Europeo desde que fueron reconocidos como eurodiputados gracias a la sentencia del Tribunal de Justicia de la UE sobre Oriol Junqueras. Ningún grupo político les quiere. Deberán seguir como miembros no inscritos de la Eurocámara, lo que limita gravemente sus recursos y su tiempo de palabra. Y les priva de cualquier apoyo en la tramitación del suplicatorio que ha pedido el Tribunal Supremo.
En una carta remitida a los copresidentes de los Verdes, la alemana Ska Keller y el belga Philippe Lamberts, Puigdemont y Comín justifican su espantada con el argumento de que quiere evitar la división interna del grupo. "Lo último que querríamos es entrar en un grupo después de un proceso que haya podido causar serias discrepancias entre algunos de sus miembros y que nuestra aceptación sea un elemento de discordia en un espacio político al que nos sentimos muy próximos y vinculados", dice la misiva.
El trámite del suplicatorio ya está en marcha
Mientras tanto, el proceso para levantar la inmunidad de Puigdemont y Comín ya está en marcha. La comisión de Asuntos Jurídicos del Parlamento, la responsable de los suplicatorios, designó el pasado lunes como ponente al búlgaro Angel Dzhambazki, del grupo de derecha radical Conservadores y Reformistas Europeos, el mismo que el de la N-VA y Vox. Lo hizo en cumplimiento del sistema de turno previsto, aunque Dzhambazki ha protagonizado varias polémicas en Estrasburgo por sus puntos de vista racistas, sexistas y homófobos.
En todo caso, el papel de Dzhambazki es muy limitado: su informe debe reflejar la posición mayoritaria en Asuntos Jurídicos. Y tanto populares, como socialistas y liberales han anunciado que apoyarán levantar la inmunidad a Puigdemont. Según el calendario más optimista, el ponente expondrá sus planes en la próxima reunión de febrero. En marzo podría ser la audiencia a Puigdemont y Comín si la piden. En abril se votaría ya el levantamiento de la inmunidad en Asuntos Jurídicos y el asunto iría al pleno ya en mayo. Otras fuentes prevén que el proceso se alargue mucho más.
Choque en los Verdes
La petición de entrada de Puidemont ha provocado un choque entre los dos pilares que forman el grupo de los Verdes en la Eurocámara: por un lado, el más importante, el Partido Verde Europeo; por el otro, la Alianza Libre Europea (ALE), que reúne a las fuerzas nacionalistas y secesionistas de la UE. ALE, a la que pertenece ERC y en cuya dirección está Riba, apoyaba la entrada de Puigdemont y Junqueras. Los Verdes se han opuesto por los tratos del expresidente catalán con los nacionalistas flamencos de la NV-A, que son de derecha radical.
"Para nosotros su adhesión plantea un problema", había destacado Lamberts. "Es incoherente que esos miembros pidan adherirse a un grupo cuyos valores son claramente los opuestos a los de sus mejores amigos belgas. Hay una incoherencia que no es el fruto del azar y la lógica debería conducir a esos dos miembros a unirse al grupo donde está el partido de sus mejores amigos", reclamó.
El copresidente de los Verdes se quejaba de que Puigdemont ni siquiera le ha llamado para negociar su adhesión y le sugirió que se vaya al grupo ultra de los Conservadores y Reformistas Europeos, donde está la N-VA y también Vox.