El virus sepulta el intento de Artur Mas de volver a la política: mimó el 'procés' y recortó en Sanidad
El año de más desinversión pública en Sanidad coincidió con el auge del 'procés' y el Tricentenario de 2014 promovido por el expresidente.
6 abril, 2020 02:36Noticias relacionadas
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Con Artur Mas empezó el procés separatista en Cataluña, pero también los recortes presupuestarios en la Sanidad catalana. El expresidente de la Generalitat, que había vuelto a la esfera pública tras terminar su inhabilitación el pasado mes de febrero - dando así pie a las especulaciones de su posible regreso en primera línea política-, ha vuelto a esconderse con la crisis del coronavirus.
Si su exconsejero de Sanidad Boi Ruiz ha reaparecido para defenderse de las acusaciones que lo señalan como el responsable de potenciar las mutuas privadas y la privatización de las residencias de ancianos, que ahora son uno de los principales espacios abandonados por las autoridades públicas, Mas sigue sin dar explicaciones.
Como ya hizo en los momentos más críticos del desafío separatista, cuando Carles Puigdemont tomó las riendas de la Generalitat, el ex líder del PDeCat opta ahora por un perfil bajo para que no le salpiquen las críticas políticas. Este silencio contrasta con el que mantenía hasta principios de marzo, cuando promocionó en distintos foros y medios su libro Cabeza fría, corazón caliente (Ed. Campana).
Esta reaparición con motivo del libro fue interpretado por algunos sectores como una forma de volver a recuperar protagonismo en un momento en el que el presidente de la Generalitat, Quim Torra, ya había dado por agotada la legislatura y su partido se hallaba en proceso de buscar un candidato “efectivo” a la Generalitat bajo la supervisión de Puigdemont desde Waterloo. Su nombre estuvo sobre la mesa.
Pero la pandemia del Covid-19 ha paralizado todos los planes y entierra ese posible regreso. Mas ha vuelto a desaparecer de la vida pública. Es en su libro donde ofrece sus últimas visiones de la política de austeridad que aplicó. En aquellas fechas, la contestación en la calle era muy tensa.
Contención del gasto
Al capítulo de entrar en helicóptero al Parlament debido a las protestas del movimiento de los indignados en junio de 2011, se le sumó el malestar en los hospitales por su presencia. Según relata en su libro, ese mismo verano de 2011 tenía que visitar de noche a su hermana, ingresada en el Hospital de la Vall de Hebrón, para evitar problemas.
Mas ganó las elecciones del 27 de diciembre de 2010 después de dos legislaturas de gobierno tripartito (formado por PSC, ERC e ICV -ahora comuns-). Tomó el control de Govern en plena crisis financiera y se vio obligado a llevar a cabo políticas de contención del gasto para no aumentar el déficit público. Si el presupuesto de 2010 se considera el “año cero” en recortes, con los sucesivos Ejecutivos de Mas y cuentas públicas anuales el gasto destinado en Sanidad fue bajando y nunca recuperó los niveles anteriores a la crisis.
En 2011 se destinaron 9.058 millones de euros en Sanidad; en 2012 se invirtieron 8.613 millones; en 2013 bajó hasta los 8.609 millones. En 2014, año del auge del procés separatista, en el que Mas promovió el Tricentenario -una suerte de revisionismo que convertía la guerra de Sucesión de 1714 en una “guerra entre Cataluña y España”- la inversión en Sanidad llegó a su punto más bajo (8.172 millones).
A partir de 2015, con 8.328 millones, empezó a remontar levemente el presupuesto público destinado en Sanidad, pero nunca se recuperaron los niveles de 2010. Con todo, el peso del sistema sanitario pasó a ser del 30,2% del erario público con el último gobierno tripartito al 23,2% si finalmente se aprueban las últimas cuentas pactadas entre el Govern y comuns.
Red clientelar
Más allá de los recortes en materia sanitaria, el exmandatario catalán también fue el artífice de algunas de las privatizaciones y consorcios sanitarios, que generaron una suerte de red clientelar en el que los responsables de estos consorcios o geriátricos estaban vinculados con el partido. Por ejemplo, una de las principales empresas que gestiona las residencias de las tercera edad en Cataluña, Mutuam, recibió al menos 104 millones de euros de 2012 a 2017 del Gobierno de la Generalitat y varios convenios a dedo.
Se trata de una empresa que está trufada de exdirigentes de Convergència, como su presidente, Josep Arqués Suriñach, o su director general, Francesc Brosa, que estuvo durante 32 años en el Departamento de Salud de la Generalitat, según informó Crónica Global.
Con la llegada de Mas a la Generalitat también aumentaron las listas de espera en los hospitales catalanes. Según fuentes del Departamento de Salud, en 2011 los pacientes ascendieron hasta los 80.540 (frente a los 56.670 del año anterior) y el tiempo de espera se alargó a casi seis meses (en comparación a los cuatro de 2010).
En plena crisis del coronavirus y la saturación en muchos centros hospitalarios, se buscan responsables. Cataluña es la segunda región más afectada después de Madrid y, al mismo tiempo, es la que dispone de menos camas UCI por 100.000 habitantes. Tampoco va sobrada de camas regulares. Si en 2010, la región tenía 14.072 camas, en 2018 disponía 12.976, según los datos de CatSalut. Es decir, 1.096 camas menos.
Todas estas desinversiones iniciaron con la llegada de Mas al frente del Govern. Además de la austeridad requerida para sanear las arcas públicas, también cambiaron las prioridades de gasto. Y a tenor de las cifras, la Sanidad no fue una de las beneficiadas.