15 de marzo de 2016: las tres ofertas de Sánchez
Carles Puigdemont recibe a Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, en el Palacio de la Generalidad. "Está claro que hoy Sánchez no viene a trabajar de verdad, sino a construir un relato. A él le interesa la fotografía porque lo contrapone a Rajoy, que no mueve ficha. Y a mí también me va bien", dice el presidente autonómico catalán.
Sánchez sondea a Carles Puigdemont respecto a tres opciones: una reforma de la Constitución, un nuevo Estatuto de autonomía y un referéndum de independencia votado en toda España.
La primera opción es rechazada por el presidente catalán por la imposibilidad de contar con los votos del PP. La segunda es también rechazada por falta de demanda. "¿Tú has oído que en Cataluña alguien esté pidiendo un nuevo Estatut?" le responde Puigdemont a Sánchez.
Entonces, Sánchez pasa a hablar del referéndum y le pregunta tres cosas a Puigdemont. Cuándo se celebraría ese referéndum, cuántos años deberían transcurrir hasta un nuevo plebiscito en caso de una victoria del no, y si este incluiría la opción de escoger entre la independencia y la hipotética oferta que hiciera el PSOE:
"La fecha la podemos negociar. Y la fecha de una segunda consulta, y también cuántos años deberían pasar sin hacer ninguna consulta más si la perdiésemos" responde Puigdemont. "Estamos hablando como si estuviéramos negociando el referéndum" añade luego.
Al salir de la reunión, Sánchez afirma ante los periodistas que no existe posibilidad alguna de un referéndum de independencia.
5 de abril de 2016: los cuernos de Junqueras con Sánchez
Francesc Homs informa a Puigdemont de que Oriol Junqueras se reunió en secreto con Pedro Sánchez hace unos días. El presidente catalán le envía un mensaje al líder de ERC para confirmarlo, pero este no le contesta al mensaje. Al cabo de un rato, Junqueras le llama.
Junqueras admite que se vio con Sánchez, pero que lo hizo como presidente de ERC, no como vicepresidente del Gobierno autonómico catalán.
"Tienes todo el derecho del mundo, pero me parece que tendrías que habérmelo dicho" dice Puigdemont. "Es que fue él quien me pidió que no lo dijera, que se tenía que ocultar" responde Junqueras.
Puigdemont afirma en el libro que consideró "una deslealtad" la reunión de Junqueras con Sánchez. "Me has dejado con el culo al aire, y eso no se hace. No quiero otra jugada como esa. Ten presente que a mí no me cuesta nada volverme a casa. Y si vuelve a pasar, lo haré, pero dejando bien claro quién es desleal con quién" le riñe el por aquel entonces presidente de la Generalidad.
3 de octubre de 2017: El misterioso "líder español"
Tras el discurso televisivo del Rey, Puigdemont recibe el mensaje de WhatsApp de un "líder político español" cuyo nombre no menciona y que le dice que "el Rey acaba de perder la Corona".
5 de octubre de 2017: La alcaldesa socialista llorosa que no quiere a "esa" España
Puigdemont recibe la llamada de la alcaldesa socialista de Santa Coloma de Gramanet, Núria Parlón. Esta, entre lloros, le confiesa que está muy asustada y le pide que no consume la declaración de independencia. "Cataluña se está haciendo trizas y estamos volviendo a la España de 1936. Si me hacen elegir, yo me quedaré aquí, porque quiero a Cataluña y no quiero a esa España, pero, por favor, desacelera" le dice Parlón.
5 de octubre de 2017: La escritora extremeña y Javier Godó
Durante los momentos álgidos del procés, Puigdemont recibe un mensaje de Antoni Puigverd, "columnista de La Vanguardia y gerundense". Puigverd le habla "como mensajero de personas de la sociedad catalana que están en condiciones de asegurar la propuesta de intermediación internacional. Concretamente, del Vaticano. Solo pedimos un margen de tiempo".
A pesar de sospechar que Puigverd sólo quiere hacerle perder el tiempo, Puigdemont le pide a su secretaria que le diga al columnista de La Vanguardia que está de acuerdo en seguir adelante con esa mediación.
A medianoche, Puigdemont recibe la respuesta de Puigverd: "Querido president Carles: Magnífico, el discurso de ayer. Tengo contacto con una escritora extremeña que lo ha oído y ha quedado maravillada. Por lo visto, tenía una imagen negativa de ti, y de repente le has parecido un político excepcional. Realmente, los españoles no te conocen".
Puigverd también le dice a Puigdemont que el empresario Javier Godó está "a su disposición" para lo que "considere conveniente". "Me he tomado la libertad de darle tu número de móvil. Me dice que no lo usará, para no invadir tu espacio. Pero que sepas que lo tiene".
10 de octubre de 2017: Junqueras no vota
El 10 de octubre debe votarse la Declaración Unilateral de Independencia (DUI) en el Parlamento autonómico catalán. Puigdemont se reúne con sus consejeros para pactar los pasos a seguir.
El presidente catalán mantiene contactos con Jorge Moragas, director del Gabinete de la Presidencia del Gobierno, con Iñigo Urkullu, presidente autonómico vasco, y con algunos obispos. Eso le lleva a pensar que el Gobierno podría dar pasos hacia una solución dialogada. Pero necesita tiempo y se lo pide a sus consejeros.
Dada la trascendencia de lo que se va a votar en el Parlamento, Puigdemont pide una votación previa a sus consejeros.
"No me basta con lo que hemos dicho hasta ahora. Las posiciones están muy claras, pero lo que os pido es que, tomemos la decisión que tomemos, todos la asumamos como govern. La situación es lo suficientemente relevante para que este sea un acuerdo de govern asumido por todos. Por eso os pido que hoy, excepcionalmente, sometamos el acuerdo a votación y que la votación sea secreta" dice Puigdemont.
Las opciones son dos: declarar la independencia unilateral o "abrir la ventana de oportunidad que parece haber surgido a raíz de las conversaciones de los últimos días". Puigdemont confiesa que lo que más teme en ese momento es que le acusen de traidor.
Todos los consejeros se levantan y votan, menos uno: Oriol Junqueras. "Vicepresident, ¿tú no votas?", le dice Jordi Turull, molesto. "El president ya sabe cuál es mi opinión", responde Junqueras. Puigdemont y la consejera Clara Ponsatí también le reprochan a Junqueras su negativa a votar.
"Junqueras argumenta su postura y desgrana argumentos a favor y en contra de las dos opciones", dice Puigdemont en el libro. Pero no vota.
10 de octubre de 2017: la independencia según el Marca
Ese mismo día, tras la votación de los consejeros, Puigdemont informa a Urkullu de que abrirá una puerta a la negociación. "No declararé la independencia y ampliaré el plazo para dar tiempo a las conversaciones que estamos teniendo estos días".
Urkullu le envía entonces un mensaje a Mariano Rajoy explicándole la situación con una metáfora futbolística:
¡Estimado presidente!
A la hora que nos hallamos, si se cumple lo que sospecho que puede ser la parte nuclear de la intervención del president Puigdemont, lo interpretaría con un símil futbolístico: en lugar de juego vertical y pase hacia delante, es un pase lateral en horizontal que incluso alguno interpretará como un pase hacia atrás.
Convendría una valoración prudentemente positiva y mostrar la disposición al diálogo incluso en el ámbito parlamentario catalán, además de otros canales que se utilicen, y en el Congreso de los Diputados.
Atentamente,
Iñigo Urkullu Renteria, lehendakari
10 de octubre de 2017: Moragas no sabe si Cataluña es independiente o no
El presidente Puigdemont declara la independencia, pero la suspende a los ocho segundos. Moragas le envía un mensaje a Josep Rius, jefe de gabinete de Puigdemont: "¿Habéis proclamado la independencia o no?".
Rius le responde: "Lee bien lo que ha dicho el president Puigdemont y verás que hemos hecho lo que nos pedíais".
Moragas responde poco después: "Josep. Esta es nuestra visión final: 'Dice que suspende los efectos de la declaración de independencia, luego la hay… ¿Y cómo quiere negociar con esta amenaza?".
Rius replica: "No se vota nada. El Parlament no ha decidido nada. Es una apuesta por el diálogo que todo el mundo verá".
10 de octubre de 2017: la cómoda posición de la CUP
Esto dice Puigdemont respecto a la cómoda posición de la CUP: "La CUP no arriesga nada. Cero. Los hiperventilados no se juegan nada. Desde fuera es muy fácil decir a los demás lo que tienen que hacer. Y como ellos lo dicen todo, argumentarán que no les hacemos caso. Es muy fácil ser de la CUP. Me siento solo. Solo, solo, solo".
11 de octubre de 2017: Puigdemont se siente traicionado
Puigdemont, que esperaba empezar a negociar, se encuentra con un ultimátum de Rajoy, que le exige al Gobierno autonómico catalán que aclare si el 10 de octubre se ha declarado o no la independencia. Si no responde, el Gobierno aplicará el 155 y relevará a todo el Gobierno autonómico catalán.
Puigdemont se desespera. "Pero ¿qué hacen? Les hice caso. Abrí la maldita ventana de diálogo. Tomé en consideración todas las presiones. Me he enfrentado con los míos. He llevado la situación al límite para llegar a un acuerdo. He dejado a la gente con un palmo de narices. He propuesto públicamente un tiempo muerto. ¿Y ahora me amenazan?".
"Es una traición en toda regla" añade. Puigdemont cae entonces en el conspiracionismo. "Lo tenían planificado. Lo tenían todo planificado. Han conseguido lo que querían. Era una farsa. No había ninguna voluntad de diálogo. No la ha habido en ningún momento. Los obispos, Urkullu, Moragas… Solo querían hacernos parar. Pero a cambio de nada. Contribuyeron a hacer creíble que había voluntad de diálogo".
11 de octubre de 2017: Puigdemont tiene claro que el delito que han cometido es el de rebelión
En uno de los pasajes más reveladores del libro, el propio Puigdemont reconoce que el delito en el que encajan sus actos no es el de sedición, sino el de rebelión: "Probablemente aplicarán el 155, aunque no lo necesitan. Con respecto a mí, les basta con la vía judicial. Si quieren acabar con nosotros, lo harán por la vía judicial. Me aplicarán una sanción diaria de treinta mil euros o suspenderán mis funciones acusándome de un delito de rebelión, por el cual puedo pasar quince o veinte años en la cárcel".
11 de octubre de 2017: Vila se baja del barco
El consejero Santi Vila escribe un artículo en el diario nacionalista Ara pidiéndole al propio gobierno del que él forma parte que no declare la independencia. Puigdemont entra en cólera al leerlo. "Estábamos pactando internamente cómo desescalábamos, cómo hacíamos una parada técnica, y él se pone al frente con un artículo del Ara como si fuese idea suya, solo para sacar rendimiento en el futuro".
Puigdemont le envía entonces un mensaje a Santi Vila: "Gracias, Santi, por contribuir a la estrategia conjunta. Cuando esté en la cárcel pensaré en ti".
17 de octubre de 2017: No huye el presidente, huye Puigdemont
Pocos días antes de su fuga a Bélgica, Puigdemont le dice esto a Xevi Virgo, el director del diario El Punt Avui que le entrevista para el libro. La confesión demuestra que Puigdemont ya tenía planificada su huida muchos días antes de la segunda declaración de independencia en el Parlamento autonómico catalán:
"No huiré. La palabra no es huir. Se lo complicaré, pero no eludiré mi responsabilidad. Si fuese Carles Puigdemont, lo haría… Vaya, seguro que lo haría. Pero soy el president de la Generalitat. No puedo huir. Se lo pondré difícil, pero no huiré. Si me conviene, me refugiaré en Bélgica. No huiré porque sabrán dónde estoy, pero se lo complicaré. Apelaré a la comunidad internacional".
23 de octubre de 2017: Las dos opciones de Puigdemont
Pocos días antes de la segunda declaración de independencia, Puigdemont anota sus pensamientos en su libreta. En ese momento sus opciones son sólo dos: "O rendirnos (que se puede expresar en términos matizados) o seguir adelante con la proclamación de la república. Las consecuencias de una u otra opción son muy duras. Nada quedará intacto".
25 de octubre: Marta Rovira, la halcón que huyó entre lloros
Puigdemont decide convocar elecciones autonómicas anticipadas si el Gobierno le ofrece garantías de que no aplicará el 155. Junqueras le responde que esa "no sería la decisión que tomaría ERC", pero no se opone con vehemencia a la convocatoria de elecciones.
Cuando Puigdemont le explica a la plana mayor del procés su decisión, Marta Rovira presiona con mucha dureza para declarar la independencia de forma unilateral. Junqueras, por su parte, presiona como Rovira, pero rechaza asumir la responsabilidad de convertirse en presidente y ser él el que declare la independencia.
Rovira lo amenaza entonces con el abandono de ERC, lo que haría que él apareciera como el culpable de una traición histórica al independentismo. "No sé si actúa de acuerdo con Junqueras, pero es durísima conmigo. Me hace sentir como si acabara de matar a un niño" dice Puigdemont.
La discusión continúa y Puigdemont le ofrece a Junqueras cederle la presidencia. "Ser el jefe de Estado de una república sin contenido es como ser el presidente de Freedonia" le dice. Pero Junqueras no responde, algo que, de acuerdo a Puigdemont, el líder de ERC hace cada vez que debe pasar de las palabras a los hechos. "Está actuando al más puro estilo Junqueras" dice.
26 de octubre de 2017: Puigdemont intuye lo que pretende ERC: un tripartito
Puigdemont, que ya ha decidido convocar elecciones, es acusado de traidor por ERC, la CUP y el sector hiperventilado del independentismo. Los republicanos juegan con dos barajas. Dicen que apoya a Puigdemont en la convocatoria de elecciones, pero se desmarcan en público de su convocatoria para aparecer con las credenciales independentistas intactas en unas futuras elecciones autonómicas.
Puigdemont dice entonces que ERC "lo quiere todo". "Quiere elecciones y no quiere decir que las quiere. Saben que, si yo convoco elecciones y ellos mantienen públicamente que quieren la DUI, yo y mi partido estamos acabados y que en las próximas elecciones arrasarán. Y, aunque en las próximas elecciones las dos formaciones sumemos mayoría, tendrán la excusa ideal para decir que en nosotros ya no se puede confiar, y podrán gobernar con los comunes y los socialistas".
27 de octubre de 2017: La agresión de un diputado del PP
Puigdemont explica en el libro que, después de que Carme Forcadell declarara la independencia en el Parlamento, un diputado del PP le agredió por la espalda. En la versión del libro que ha llegado a la prensa, el nombre del diputado popular aparece tachado. Es de suponer que la versión que se pondrá a la venta mostrara ese nombre sin censura:
"Puede que no lo haya visto nadie, pero el diputado del PP XXX le ha agredido al pasar por delante de él antes de salir del hemiciclo. Le ha propinado un fuerte golpe en la espalda al tiempo que le dedicaba un insulto".
27 de octubre de 2017: Junqueras se borra
Tras la declaración de independencia, el presidente Puigdemont convoca la primera reunión del gobierno de la república en el Palacio de la Generalidad. Junqueras y Marta Rovira, dos de los miembros del estado mayor del procés que más habían presionado para declarar la independencia, no comparecen. Ella lo hace finalmente, pero él no. La conclusión final es obvia. Junqueras se ha borrado porque tiene miedo.
Cuando Puigdemont pregunta por Junqueras, Rovira improvisa una lamentable excusa: "El vicepresident no vendrá. No se encontraba muy bien. Sí, se encontraba mal. Y, de hecho, es que… Es que tenía también… Tenía también un compromiso familiar".
Según Puigdemont, el día de la DUI en el Parlamento catalán, Junqueras se pasó la mayor parte del tiempo callado. "El president está atónito" dice el libro. "No se explica cómo puede estar ausente en un momento como este".
27 de octubre de 2017: Aflora la cobardía
Tras la declaración de independencia, los que más habían presionado para proclamarla se echan atrás. "Carme Forcadell tiene cara de asustada. La persona que hace 24 horas me plantaba cara ahora tiene cara de pánico", dice Puigdemont. "Perdonad, pero yo esta noche, por recomendación de mi abogado, no dormiré en mi casa", dice la presidenta del Parlamento.
Clara Ponsati, por su lado, comunica que esa misma noche se va a París. "La que había de ser una reunión tranquila y serena se convierte súbitamente en un intercambio de reproches y acusaciones. La angustia se propaga. Ninguno de los que días antes habían defendido la DUI apuesta esta noche por respaldarla y hacerla efectiva" dice el libro.
"El vicepresident no está, Forcadell dice que no dormirá en casa… ¡Menudo panorama!", remata Puigdemont.
27 de octubre de 2017: Gobierno a la fuga
El miedo se propaga y el Gobierno autonómico catalán decide huir de Cataluña. La excusa es evitar que se produzcan episodios de violencia. En realidad, el independentismo ni siquiera ha salido a la calle a celebrar la independencia y apenas unos pocos miles de convencidos se agolpan en la plaza San Jaime de Barcelona:
"El govern (o, mejor dicho, la parte del govern que sigue en la reunión) decide abandonar Cataluña en las próximas horas para protegerse y evitar ser encarcelado, pero también para evitar que se produzcan episodios de violencia" dice Puigdemont. "Si encarcelan a todo el govern, habrán acabado con el procés. Tenemos que irnos y esperar fuera de Cataluña las próximas horas".
Me explico. De la investidura al exilio ha sido publicado por la editorial Plaza & Janés.