Podemos ya está imputado en un proceso penal. Los presuntos delitos son malversación, administración desleal y cualquier otro posible ilícito que se pueda derivar de la denuncia por una presunta caja B en las cuentas del partido presentada por el antiguo responsable de sus servicios jurídicos, José Manuel Calvente.
El partido de Pablo Iglesias emprende, así, un camino judicial que puede acabar equiparándolo al Partido Popular de Mariano Rajoy y de la Gürtel, hasta ahora la única formación política nacional que ha aparecido en una sentencia como "partícipe a título lucrativo" de un caso de corrupción. Los otros dos partidos condenados por corrupción ya no existen, Convergència (CDC) y Unió Democràtica de Catalunya (UDC).
Junto a la persona jurídica Podemos, el juez de instrucción del 42 de Madrid ha citado como investigados a Juanma del Olmo, diseñador de las estrategias de Iglesias, al tesorero y a la gerente del partido, Daniel de Frutos y Rocío Esther Val. Según ha podido saber este periódico, en contacto con fuentes del entorno morado, la formación del vicepresidente ve un "intento de derribar al Gobierno" en ésta y otras decisiones que están tomando algunos jueces contra sus líderes y el mismo partido.
Es más, en Podemos acusan al juez Juan José Escalonilla de haber "abierto una investigación prospectiva, a ver qué pilla" asegurando que no hay ni indicios que sustenten las acusaciones. Según las fuentes consultadas, la denuncia ha sido admitida "sólo con testificales", y la documentación aportada por Calvente "son los contratos legales firmados con los proveedores".
Además, recuerdan que Escalonilla ha aceptado en el caso a Vox como acusación popular. "Es una declaración de intenciones", acusan sugiriendo afinidades políticas del instructor, "porque ni siquiera les ha pedido fianza, lo que es totalmente irregular", según el artículo 280 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
"Reedición de las cloacas"
Pero, ¿quién estaría detrás de esa supuesta operación orquestada contra la coalición de Iglesias y Sánchez?
En el seno de Podemos se está viviendo toda esta sucesión de hechos como "una reedición de las cloacas, están resucitando lógicas viejas". Los de Iglesias no saben en este caso a quién atribuir la autoría de la "campaña contra el Ejecutivo", pero aseguran que pasados los años se acaba conociendo al responsable.
"En su momento, no sabíamos quién estaba detrás de los falsos informes policiales o del robo del teléfono a Dina Bouselham, pero al final se supo que era la policía de Fernández Díaz, utilizando la trama corrupta de Villarejo", apuntan aunque el caso sigue en instrucción.
Siguiendo un guion, también en su caso, similar al de las campañas electorales de 2019, las fuentes consultadas presentan a Podemos como víctima. Así, repasando el calendario, constatan que Calvente ya ha declarado, que hay testigos citados en septiembre... pero que a los imputados los deja el juez para el 20 de noviembre. "Son casi cuatro meses de campaña mediática que los convertirá en culpables sin capacidad de defenserse".
Contra los jueces
Lo cierto es que sí hay una acumulación de procesos judiciales, de titulares de prensa y de ataques políticos contra Podemos desde el fin del confinamiento. Al mismo tiempo, la formación morada emprendía una estrategia radicalizadora de sus mensajes que los separara de un PSOE proclive a "mirar a la derecha".
Desde que el magistrado García-Castellón le retiró la condición de víctima en el caso Dina, al advertir indicios de criminalidad contra Iglesias, hasta la imputación de Del Olmo, su mano derecha, de otros dos dirigentes y del mismo partido, Podemos no ha dejado de vivir entre escándalos: investigaciones del Tribunal de Cuentas, citaciones, acusaciones del Sepblac (Servicio de Prevención contra el Blanqueo de capitales)...
Otra juez archivó la querella de Marta Flor Núñez por acoso laboral y sexual contra Calvente, con la que la formación justificó su despido, en diciembre de 2019. Y entre otras cosas, esto descabalga la posición de Podemos en el proceso laboral por despido nulo, que aún no tiene fecha señalada.
En este sentido, las fuentes consultadas señalan a los jueces que están detrás de los procesos abiertos. De Manuel García-Castellón, el entorno de Podemos no deja de recordar que "era el magistrado favorito de Ignacio González", el expresidente de la Comunidad de Madrid encarcelado en su momento por el caso Lezo. De Escalonilla, el titular del 42 de Instrucción de Madrid que ha imputado al partido, señalan que fue el que "archivó el caso de los chats en que policías municipales de Madrid amenazaban a Manuela Carmena".
"Dispuesto a echar mierda"
Sobre los medios, el mismo Iglesias llegó a defender desde la sala de prensa de Moncloa, que "conviene naturalizar las críticas y hasta los insultos a los periodistas". Y que él "no permitiría la impunidad de gentuza" como determinados reporteros -de los que dio nombres y apellidos- "callando que han trabajado con un delincuente como Villarejo".
Sobre los ataques políticos, en el entorno de Iglesias se señala a la oposición "que sólo busca hacer caer al Gobierno", pero descarta que haya una facción del PSOE alimentando sus problemas. "La coalición está muy fuerte, y aunque hay socialistas que no quieren a Podemos gobernando, no son ellos los que controlan el partido, la relación con Sánchez es muy buena".
Lo que está pasando, opinan en Podemos, es que los mismos poderosos que hace unos años los perseguían usando a policías, ahora usan otros métodos. "Se han encontrado con alguien como Calvente, dispuesto a echar mierda con acusaciones falsas por pura venganza, y lo están utilizando para sacar a Podemos del Gobierno".