La crisis del coronavirus puso fin a la política de bloques. Y la piedra angular de la legislatura -los nuevos Presupuestos Generales del Estado- también requerirá de esa “tregua política” de la que ha hablado Inés Arrimadas para que salgan adelante.
Ciudadanos ha dejado claro que tiene “la llave” de las cuentas públicas, pero que Pedro Sánchez deberá esbozar una propuesta acorde con las recomendaciones europeas. Es decir, renunciando a deshacer la reforma laboral y a significativas subidas de impuestos, dos ruegos exigidos por Unidas Podemos.
Por todo ello, la líder naranja considera que su modelo es “antagónico” al que propone Iglesias. Además, considera que su participación en las negociaciones frena las posibilidades de Sánchez de pactar con ERC o EH Bildu.
Arrimadas ha redoblado su órdago porque se siente fuerte, y más después de que el PP se haya alejado de explorar esta vía con Sánchez. Como ya informó EL ESPAÑOL, desde Moncloa vieron con satisfacción que se “priorizara” a Ciudadanos en la ronda de contactos, por delante de ERC. Y este miércoles, la portavoz y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, dejó entender que el presidente y la liberal “comparten diagnóstico”.
Las palabras de la portavoz refuerzan la línea emprendida por Sánchez y sus ministros económicos desde la aprobación de un decreto de nueva normalidad que también salió adelante con el apoyo de Ciudadanos. “No es el momento de llevar a cabo subidas impositivas” -remarcan en Moncloa en conversación con este diario- y menos en una situación donde la economía sigue dañada por la pandemia. Pese a ello, creen que hay “margen” para que Cs y Podemos se entiendan.
El hecho de que Arrimadas no haya puesto líneas rojas a la presencia de Nacho Álvarez, responsable de el política económica de Podemos, en los encuentros con el Ejecutivo es un primer paso para encarar con actitud constructiva el debate sobre las cuentas. Por este motivo, la propia líder de Cs hizo un paralelismo con los “esfuerzos de la ciudadanía” en los momentos más duros de la pandemia y la necesidad de que ahora sean los políticos quienes demuestren flexibilidad y amplitud de miras.
Además, los ministros del PSOE creen que el acuerdo entre estas dos formaciones puede ampliarse debido a que se deberá llevar a cabo una "política expansiva” que da margen a que ambos partidos se sientan cómodos. “Los 140.000 millones son para salir de la crisis, pero también para hacer inversiones y cambiar el modelo productivo”, detallan fuentes socialistas.
Iglesias presiona a ERC
Quien todavía queda sin manifestar con claridad su disposición a dialogar sobre medidas, buscar puntos de encuentros y desbloquear unas cuentas que redactó hace dos años el exministro del PP Cristóbal Montoro es Pablo Iglesias.
El líder morado reivindicó el pasado miércoles la necesidad de insistir en la mayoría de la moción de censura a Rajoy. Lo que se traduce en priorizar el diálogo con ERC por encima de Ciudadanos.
"El orden que acordamos es de cordura y cortesía parlamentaria. Primero hablamos con los grupos que apoyaron la investidura, después con los que se abstuvieron y después con el bloque de la derecha. Es de cajón de madera de pino", afirmó Iglesias en una entrevista televisiva, a la vez que advirtió a Sánchez de que él pretende estar presente en la presentación del borrador que, según la ley, se debe presentar a las Cortes antes del 30 de septiembre.
Por su parte, ERC no parece dispuesto a apoyar unos Presupuestos que "miren hacia la derecha". Y ya hizo su primer amago de desmarcarse cuando criticó las "deficiencias" en la aplicación del Ingreso Mínimo Vital. Una nueva prestación que fue una de las propuestas estrella de Podemos y que siempre contó con el aval de los de Junqueras.
Sea como fuere, también en Podemos varias fuentes admiten que las distancias se van ensanchando con ERC, y que la opción Cs es la que la Moncloa y Sánchez persiguen con más ahínco.
Quedan todavía al menos tres semanas de negociación, encuentros técnicos para definir los márgenes de gasto y recaudación, reformas estructurales que presentar a Bruselas y sobre las que habrá que hablar. Pero las primeras reuniones para sellar un nuevo e importante pacto presupuestario dejan claro que Ciudadanos quiere formar parte de él, y que Sánchez también.