La ministra española de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, viaja este sábado a Senegal con la misión de negociar con el Gobierno local medidas que ayuden a frenar la oleada de pateras que llegan por la ruta atlántica a las Canarias. En su agenda, una reunión clave es la que mantendrá con los mandos del destacamento de la Guardia Civil en el país.
En el mismo marco de la lucha contra la migración ilegal, visitará la sede de la operación Marfil del Ejército del Aire, en el Aeropuerto de Dakar. Desde enero de 2013, España apoya el despliegue francés en Mali y la lucha antiyihadista en la región del Sahel, además de formar a los soldados de las Fuerzas Armadas senegalesas.
Desde la crisis de los cayucos de 2006, en las costas cercanas a Dakar se pueden ver habitualmente un helicóptero de la Policía Nacional y dos patrulleras de la Guardia Civil, que trabajan en grupos mixtos con agentes senegaleses, con "un objetivo más disuasorio" que efectivo. Sobre todo, porque en la actual crisis, la inmensa mayoría de los migrantes procede de los 3.000 kilómetros de costa desértica de Marruecos y el Sáhara, adonde se desplazan los locales que quieren buscar fortuna en Europa.
Aun así, el pasado octubre, dos cayucos con 186 personas a bordo que intentaban alcanzar a Canarias fueron interceptadas en la costa senegalesa por la Guardia Civil. Habían zarpado desde Mbour, en la región de Thiès, a unos 100 kilómetros al sur de Dakar. Fuentes de la benemérita aseguraron a Efe entonces que está habiendo "muchos intentos" por todo el país de llegar a Europa, y al menos tres cayucos han alcanzado desde aquí las islas Canarias en los últimos meses.
Caos ministerial
En los últimos días, González Laya había recibido críticas políticas por su ausencia de la crisis migratoria canaria. El Ejecutivo no sólo tiene una emergencia humanitaria abierta, sino otra política, con broncas públicas entre ministros del PSOE y de Unidas Podemos, y cinco ministerios implicados en la crisis migratoria. Pero la labor de Exteriores se está centrando en los contactos diplomáticos.
Así, este viernes se desplazó a La Haya (Suiza), donde se reunió con Manuel Vitorino, director general de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM); Filippo Grandi, alto comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), y Michelle Bachelet, alta comisionada para los Derechos Humanos.
"He pedido que nos ayuden a gestionar de manera humana y digna las llegadas a las Canarias, para respetar nuestros compromisos en materia de refugio y asilo, pero también para repatriar a quienes estén en situación de irregularidad", subrayó. Precisamente, este periódico informaba el viernes de que los traslados de inmigrantes están siendo a la Península, más de un millar hasta la fecha. Porque las deportaciones se están viendo estancadas por la influencia de la Covid, y la negativa de los países de origen y tránsito a aceptarlos.
La pandemia
Por eso mismo, la ministra prevé reunirse este sábado en Dakar con su homóloga, Aïssata Tall Sall, nada más llegar a la capital senegalesa. Con ella prevé repasar los acuerdos de repatriación y abordar las dificultades que afronta el país africano por la pandemia, que dificulta la vigilancia de las costas y ha afectado gravemente a su economía, con el cierre de más de 7.000 empresas.
Posteriormente, González Laya se verá con toda probabilidad con el presidente del país, Macky Sall. Además, la ministra española se verá con una delegación de empresarios y tendrá un encuentro con mujeres representantes de la sociedad civil local.
En lo que va de año, no menos de 17.000 personas han arribado a las costas de las islas convirtiendo Gran Canaria en una especie de segunda Lampedusa, la isla italiana en el Mediterráneo que se hizo trágicamente famosa en los peores momentos de la crisis de los refugiados. "Ahora, esas rutas están más controladas, y las mafias se han desplazado al desierto occidental", explican fuentes del Gobierno. Y eso los lleva -por cientos al día- a las costas españolas de Canarias.
"Hay un mensaje muy claro de compromiso por parte de España para gestionar la migración como siempre lo ha hecho, de manera responsable y solidaria, pero también con tolerancia cero hacia las redes criminales que en estos momentos vemos que están traficando con personas", aseguró previamente González Laya en rueda de prensa en La Haya.
Despliegue político
La crisis ha llevado a España a aumentar los contactos con los países de origen y tránsito de los migrantes hacia Canarias: este viernes, mientras José Luis Ábalos y José Luis Escrivá se desplazaban de urgencia a Canarias, el titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska, se entrevistaba en Rabat con su homólogo marroquí, Abdeluafi Laftit.
La ministra señaló que dialogará con las autoridades senegalesas para favorecer la migración regular, que se reforzará con la firma de un acuerdo sobre portabilidad de derechos adquiridos por ciudadanos senegaleses en España. Aunque, según informa Efe, también se buscará colaborar en la lucha contra redes ilegales de tráfico de personas.
"España tiene un esquema de migración regular con Senegal que pondremos en valor durante la visita, pero al mismo tiempo se buscará luchar de manera muy clara y conjunta" contra esas redes criminales, señaló González Laya.