El borrador a Ley para la Igualdad real y efectiva de las personas trans que el Ministerio de Igualdad dirigido por Irene Montero ha presentado al resto del gabinete sigue generando asperezas entre los socios de Gobierno.
Desde el primer momento, la parte socialista de la coalición se desmarcó del texto. "No es el borrador del Gobierno, es solo el del Ministerio de Igualdad, y recoge únicamente las posiciones de Unidas Podemos", trasmitieron fuentes del Ejecutivo a este periódico.
Fue la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, quien primero lo expresó publicamente. La socialista mostró su inquietud por la posibilidad de elegir el género "sin más que la mera voluntad o el deseo".
"Me preocupa la idea de pensar que se elige el género sin más que la mera voluntad o el deseo, poniendo en riesgo los criterios de identidad del resto de españoles. Eso tendrá que tener garantias y unos criterios de seguridad", destacó el pasado jueves.
La titular del departamento que remite el borrador, Irene Montero, ha respondido este sábado a estas críticas afirmando que "la identidad de género no es un capricho, es un derecho".
En declaraciones a Nació Digital, ha salido al paso de las opiniones expresadas por Calvo: "Quiero ser muy respetuosa y prudente, porque sé que esto supone un debate interno fuerte en el PSOE. Son el socio de Gobierno y quiero ser respetuosa con sus diferencias internas".
Pero "por respeto" a "todas las personas LGTBI", Montero ha querido "dejar clara" una consideración: "La identidad de género o la orientación sexual no son caprichos, es un derecho, forma parte de la identidad de una persona, es un derecho fundamental".
Montero ha señalado que cualquier ministerio siempre está "abierto a mejorar las leyes, a que se produzcan cambios como consecuencia de las aportaciones de otros ministerios". "Yo estoy siempre abierta a mejorar el texto, pero los derechos no se negocian", ha puntualizado.