En la dirección de Ciudadanos sabían que estaba al caer. Algunos incluso presumieron de saber que Toni Cantó acabaría en el Partido Popular meses antes de que se produjera su adiós a la formación naranja. Pero este miércoles, cuando saltó la noticia, todos se sorprendieron. Sin excepción. Ninguno imaginaba que dirigiría una oficina creada ex novo por Isabel Díaz Ayuso.
"Era nuestro responsable de políticas anticorrupción. Una de sus principales reivindicaciones era la eliminación de las duplicidades de la Administración. Cargaba continuamente contra los chiringuitos... ¡y ahora tiene uno en el PP!", desgrana un miembro de Cs muy cercano a Inés Arrimadas.
A lo largo del día, circularon por los móviles de los altos cargos de Ciudadanos muchas noticias publicadas en 2019, cuando Cantó fue candidato a presidir la Generalitat valenciana. "Vamos a cerrar los chiringuitos y ese dinero irá a sanidad y educación", dijo en campaña.
"Había contribuido mucho a la causa de Ayuso. Y eso, en política, siempre se paga. Sabíamos que iban a darle algo, pero pensábamos que sería distinto", sintetizan las fuentes de Ciudadanos consultadas por este periódico.
No sólo sus excompañeros estallaron contra Cantó. También lo hicieron PSOE, Podemos y los nacionalistas. La llamada "Oficina del español" estará encuadrada en la Consejería de Cultura, que dirige otra ex del partido de Arrimadas: Marta Rivera de la Cruz.
Tras el remolino de críticas, el Gobierno de la Comunidad de Madrid corrió a defender a su nuevo fichaje: "Es un área dentro de la Consejería, no una nueva estructura. Igual que hay promoción del turismo o del patrimonio, sale ahora promoción del español".
La propia Ayuso respondió al respecto en un foro organizado por El Economista: "La lengua española es un activo cultural, social y económico que compartimos con casi 600 millones de personas en todo el mundo, y que tiene un potencial extraordinario que debemos saber explotar".
"Que lo explique Toni. Él, que fue presidente de la comisión anticorrupción en el Congreso... Esto es ya un descrédito muy gordo, aunque ya se había dejado mucho crédito por el camino", incide uno de sus otrora compañeros en Ciudadanos.
La incógnita de Toni Cantó
Toni Cantó dejó Ciudadanos el pasado 15 de marzo. Lo hizo en plena Ejecutiva del partido. Arrimadas, aquel día, iba a ofrecerle un puesto en su núcleo duro, pero él se levantó y se marchó.
El estado de alarma de seis meses brindado a Sánchez, los errores de la campaña en Cataluña y, finalmente, la errática estrategia seguida en Murcia fueron algunas de las claves que esgrimió Cantó para relatar su adiós.
En ese momento, el actor brillaba como portavoz en el Parlamento valenciano y era uno de los pocos valores al alza de la organización liberal. De ahí que su dimisión generara una herida profunda en el seno de Ciudadanos.
Al día siguiente, en una entrevista con este periódico, aseguró que no volvería a la política, pero diez días después trascendió su fichaje por Isabel Díaz Ayuso. La presidenta de la Comunidad de Madrid, previas tortuosas negociaciones con Génova, situó a Cantó el quinto de su lista. Tras un guirigay jurídico, intervino el Tribunal Constitucional, que lo dejó fuera por no haberse inscrito a tiempo en el censo electoral.
Cantó estaba bien ubicado para convertirse, por ejemplo, en el portavoz del PP en la Asamblea de Madrid. Un plan que quedó desbaratado al conocerse el veredicto del TC. Desde abril hasta este miércoles, la pregunta fue: ¿qué ofrecerá el PP a Toni Cantó? La Oficina del Español no estaba en ninguna de las quinielas.
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