En cuarenta años de democracia, nunca había existido una bisagra liberal que permitiera al gobierno de turno lanzar las reformas sin depender del nacionalismo. La disyuntiva era la consecución de la mayoría absoluta o el pago de prebendas al PNV y la extinta CiU. Sin embargo, fue Ciudadanos quien se hizo el harakiri cuando tuvo escaños suficientes para sumar con el PSOE en 2019.
Arrimadas construyó su discurso de la convención en positivo, mirando más hacia delante que hacia atrás, probablemente porque el pasado más reciente está repleto de decisiones funestas, desde el “no” de Albert Rivera a negociar con Sánchez hasta el despropósito de Murcia, ya en tiempo de la propia jerezana.
Rodeada de los líderes liberales europeos -incluido el presidente de Renew Europe, Dacian Ciolos-, Arrimadas trató de dibujar una hoja de ruta “verdaderamente liberal”; es decir: el “pacto programático con conservadores y socialdemócratas”, “sin socios de preferencia”.
Si Ciudadanos revive -vino a decir Arrimadas-, por primera vez el liberalismo engrasará “todas esas reformas pendientes que necesita España”: “Porque el PP y el PSOE nunca lo han hecho. En los momentos importantes miran a los extremos; no se miran entre ellos”.
Para que se “miren”, deslizó Arrimadas, debe haber alguien en el centro: Ciudadanos. A partir de ahí, la presidenta de los naranjas expuso un decálogo de “asuntos urgentes a tratar”.
. Educación: Arrimadas criticó la nueva ley del Gobierno, no sólo por ser de parte, sino porque “no garantiza la igualdad de oportunidades”. La presidenta de Ciudadanos exigió un “pacto de Estado” que logre una norma “para todos”, que no nazca de la ideología y que impulse “la meritocracia, el esfuerzo y la digitalización”.
. Empleo: en Ciudadanos reiteran que la mayor parte de los trabajos actuales “no existirán dentro de unos años”. Insisten en la búsqueda de un “mercado laboral flexible”, acorde al reto tecnológico y con la vista puesta en “los jóvenes”. “No nos sirven las reformas y contrarreformas de PP y PSOE, que han sido un desastre. Los datos están ahí”, reiteró.
. Pensiones: Arrimadas aseveró que toda medida que no entrañe el fomento de la natalidad y la calidad del empleo será “un parche”, pero no una verdadera reforma del sistema de pensiones. Tendió la mano a Sánchez y Casado para abordarla.
. Natalidad: la líder de los liberales dijo que el 80% de los españoles “querría tener más hijos de los que tiene, pero no puede”. También habló de España como “el tercer país más envejecido del mundo”. “Muchos de nuestros problemas se deben a la pirámide poblacional”, alertó. También apostó por lanzar políticas de conciliación que “primen el interés general sobre el de los partidos”.
. Ciencia e innovación: de ahora en adelante, según explicaron en la convención, Ciudadanos intentará implementar una suerte de “patriotismo verde”: “Seremos el partido de la ciencia”. Arrimadas ofrecerá su mano al bipartidismo para “introducir el conocimiento científico como algo básico en la sociedad”. Se haría desde distintos ministerios: Educación, Universidades, Ciencia, Administración Territorial, etc.
. Desarrollo sostenible: está ligado al punto anterior. “No podemos mirar hacia otro lado con el cambio climático y el calentamiento global”, apremió Arrimadas. “A diferencia de otros, no caeremos en el populismo incoherente de pedir a los demás lo que unos no hacen”.
. Despoblación: Arrimadas urgió a “no dejar tirada a la mayor parte de España”. Y no sólo por una cuestión de “empatía”, sino de “eficiencia, inteligencia y sostenibilidad”: “Los españoles tienen los mismos derechos vivan donde vivan”.
. Vivienda: “Uno de los mayores problemas de los jóvenes es independizarse. Tenemos que mirar de frente a ese reto y huir de recetas populistas”. A juicio de Arrimadas, cuando la vivienda se torna “inaccesible”, se genera “un caldo de cultivo en el que prende el populismo”.
. Emprendimiento: subidos al tren de la revolución tecnológica, Ciudadanos considera que es más sencillo “eliminar la burocracia y favorecer la competitividad fiscal”.
. Orden constitucional: Arrimadas concluyó la exposición de su decálogo con un llamamiento a “reforzar las instituciones libres” y a “respetar los principios básicos de la Constitución”. En clara referencia a PP y PSOE, resumió: “Hay partidos que la cuestionan dependiendo de si les beneficia o perjudica electoralmente”.