Podemos atribuye al empresario la protección de la salud mental de sus trabajadores
La Ley de Salud Mental de Podemos contempla el derecho a la desconexión digital, ambiente agradable de trabajo y bienestar emocional de empleados.
6 septiembre, 2021 12:42Noticias relacionadas
Unidas Podemos ha registrado en el Congreso de los Diputados una proposición de ley de Salud Mental, que pauta aumentar el número de profesionales del sistema sanitario dedicados a este campo y acelerar los tiempos de atención a los ciudadanos.
También pauta, como recoge el texto al que ha tenido acceso Europa Press, el despliegue de programas específicos para identificar patologías en salud mental derivadas de la pandemia del Covid-19.
El texto opta por "atribuir al empresario la protección de la salud mental" de su plantilla como deber de prevención de los riesgos derivados del trabajo. De esta forma, contemplan "prevención, vigilancia y control", la "efectividad del derecho a la desconexión digital, la promoción de un ambiente agradable de trabajo y el mantenimiento del bienestar emocional de las personas trabajadoras".
La iniciativa parlamentaria, que han presentado este lunes los diputados del grupo confederal Sofía Castañón, Rosa Medel y Mar García, ha sido elaborada tras un proceso de consulta con distintos colectivos y asociaciones especializadas en salud mental.
Ahora y una vez que ya está formalizada una de las prioridades para el nuevo periodo de sesiones de Unidas Podemos, la intención es recoger aportaciones que puedan desplegar los grupos parlamentarios, con la confianza de que será apoyada por la mayoría de ellos.
"Prioridad absoluta"
La formación morada ya anunció a finales de mayo el impulso de esta nueva normativa, similar a la ya presentada en 2019 pero que no se pudo tramitar por la disolución de las cortes.
Después de que Más País haya hecho bandera de esta cuestión, el portavoz del grupo parlamentario, Pablo Echenique, ya dijo que "en política es importante lo que se dice, pero sobre todo es importante lo que se hace".
"Actualmente, la salud mental debe ser considerada una prioridad absoluta. De acuerdo con la previsión de la OMS, aproximadamente el 25% de la población tendrá algún problema de salud mental a lo largo de su vida. Situaciones de incertidumbre vital como la crisis económica, el paro, la precariedad laboral o la exclusión social generan en las personas riesgos para su salud mental", desgrana la formación morada en su exposición de motivos para citar también el impacto "adicional" de la crisis del Covid-19.
Más profesionales
La proposición de ley reconoce explícitamente el derecho a una atención integral y universal a la salud mental y establece unas ratios mínimas de profesionales. Concretamente, un mínimo de 18 psiquiatras, 18 psicólogas y psicólogos clínicos y 23 enfermeros y enfermeras especialistas de salud mental por cada 100.000 habitantes, además de unos tiempos máximos de acceso a los servicios de salud mental.
Eso sí, se introduce una disposición adicional en el texto del grupo confederal para especificar que este nivel de ratios se alcanzarán progresivamente en el plazo de cuatro años desde su entrada en vigor.
"Cuestión de Estado"
Castañón, portavoz adjunta de Unidas Podemos en el Congreso, ha destacado que es una "cuestión de Estado" abordar la situación de la salud mental y ha enfatizado que ahora el ratio de profesionales está "muy por debajo de los estándares europeos", por lo que es necesario llegar a ese umbral.
Por su parte, Medel ha señalado que el servicio público está "sobrepasado" y que la pandemia ha demostrado que se ha multiplicado por cien los casos de salud mental, como demuestra un estudio realizado en 55 países con 190.000 casos.
"Esta situación se traduce que sola las personas con recursos económicos pueden acceder a la salud mental privada, lo que provoca una situación de inequidad", ha ahondado la diputada para destacar que esta ley "va a asegurar un servicio de calidad y garantizar la equidad en el acceso a estos servicios".
Prevención del suicidio
Además, la propuesta de ley prevé medidas para la prevención del suicidio mediante el establecimiento de una línea telefónica gratuita de atención, el seguimiento a las personas con tentativa suicida y el establecimiento de protocolos de prevención e identificación "precoz" para grupos vulnerables.
Junto a ello, establece la creación de una formación especializada para la prevención del suicidio y el estigma para personal sanitario, servicios de urgencia, bomberos, policía, protección civil, medios de comunicación, centros docentes y funcionarios de justicia.