El fiasco de Más País: la alternativa a Podemos se tambalea en Madrid y no logra socios territoriales
La formación se rompe en la capital tras la marcha de cuatro ediles y Errejón no consigue lanzar el proyecto en otras Comunidades autónomas.
12 septiembre, 2021 02:32Noticias relacionadas
El 25 de septiembre de 2019, cuando Íñigo Errejón presentó Más País, el exdirigente de Unidas Podemos tenía grandes planes en mente. A corto plazo, acabar con el "bloqueo" que entonces impedía "un gobierno progresista, ecologista y feminista". A largo plazo, en sus propias palabras, "cambiar el país trascendiendo la izquierda".
Lo primero lo consiguió, aunque sus tres diputados no han tenido ningún peso en la legislatura. Y lo segundo es ahora mismo una quimera, pues el partido no pasa uno de sus mejores momentos después de que su grupo municipal en Madrid, bastión de la formación desde la alcaldía de Manuela Carmena, se haya fragmentado por la escisión de cuatro ediles díscolos que se han constituido en grupo mixto.
Además, su líder nacional atraviesa una situación muy delicada, ya que será juzgado por la presunta patada a un vecino de Lavapiés el pasado mes de mayo. Supuestamente, el denunciante se acercó a Errejón, le pidió un selfie y el diputado, ante la insistencia del desconocido, le propinó un puntapié en la boca del estómago.
Es por ello que la tesitura actual es muy distinta a la que cabía esperar el pasado 4 de mayo, cuando Isabel Díaz Ayuso arrasó en las elecciones autonómicas de la Comunidad de Madrid y un nuevo escenario político pareció dibujarse a nivel nacional. El PSOE fue, por primera vez en la región, sorpassado por una formación a su izquierda, mientras que Unidas Podemos se dio tal batacazo que Pablo Iglesias abandonó la política. Más Madrid fue, tras el Partido Popular, el gran triunfador de una noche que hacía presagiar un gran futuro a la formación que dirige Errejón a nivel nacional.
Pero la evolución de los acontecimientos no ha sido, desde entonces, propicia para el partido que tiene como misión "la justicia e igualdad social, el ecologismo, el feminismo, la diversidad y la laicidad". En otras palabras, una alternativa verde a los que han sido los dos partidos hegemónicos de la izquierda en el último lustro.
Muchos son los factores que pueden explicar que el proyecto ecologista no termine de despegar: un proyecto político que, aunque con consignas más amables, no se diferencia en exceso del que puede tener Podemos, una falta de implentación territorial (defecto que ya acusó Ciudadanos), falta de repercusión mediática de sus tres diputados nacionales y un debilitamiento de Madrid ciudad, hasta ahora su núcleo de poder.
Falta de identidad
Desde Más País presumen de abordar temas "del siglo XXI" y que vienen al calor "de la ola verde europea", tales como la salud mental, el transporte, la conciliación, el cambio climático... Pero lo cierto es que, en la práctica, su discurso en temas pivotales es indistinguible del que practica Unidas Podemos.
El analista político Gorka Maneiro cree que Más Madrid es "fundamentalmente lo mismo que Unidas Podemos", ya que "es una izquierda dispuesta a pactar con los nacionalistas", pero destaca dos diferencias: "Por un lado, apenas tiene implantación nacional. Y, por otro lado, al contrario de lo que podría pensarse, la desaparición de Pablo Iglesias resta protagonismo a su supuesto antagonista: Íñigo Errejón".
Acaso el tono de ambas formaciones podría considerarse como factor diferencial pero, añade Maneiro, "tras la marcha de Pablo Iglesias [y el nuevo liderazgo de Ione Belarra] ya no tanto".
Es cierto que Más Madrid pretende hacer política en un espacio "más amable" y alejado de la confrontación característica de los morados, inspirada en la teoría política de Ernesto Laclau. Pero más allá de que su relación con los medios de comunicación ha sido menos conflictiva, y de que han traído propuestas constructivas en relación a la salud mental, tan sólo han cumplido a medias esa promesa de moderación.
Durante toda la pandemia, la formación ecologista cargó contra el Hospital Zendal para hacer campaña contra Ayuso, a la que acusaron el pasado mes de mayo de haber convertido Madrid, en palabras de Mónica García, en "el 100 montaditos de Europa". Una frase que la candidata tuvo que rectificar, aunque ya era tarde para frenar la oleada de críticas.
En la última semana, con motivo de la supuesta agresión homófoba a un joven de 20 años en Malasaña, que resultó ser falsa, García ha acusado a Ayuso de "homofobia" por no haber dicho "ni mú" mientras la Policía Nacional esclarecía la situación. No ha habido rectificación alguna en este caso.
Sin implantación territorial
Uno de los factores que mejor ejemplifica el fiasco de Más Madrid es su fracaso a la hora de lograr implantación territorial, siquiera a base de alcanzar acuerdos con otras formaciones. Una circunstancia que ya condenó a Ciudadanos al fracaso en su intento por sorpassar al Partido Popular en 2019, pese a haber liderado las encuestas en 2018.
Su incapacidad para conseguir arraigo en determinados territorios ha llevado a Errejón a buscar acuerdos con los nacionalismos periféricos en la Comunidad Valenciana (Compromís) y en Aragón (Chunta Aragonesista). Además, ha tendido la mano en varias ocasiones a Mes Mallorca en Baleares o a Marea Atlántica en La Coruña.
También ha expresado su voluntad de representar un "andalucismo progresista". Un término al que apelan constantemente desde Adelante Andalucía, aunque su máxima dirigente, Teresa Rodríguez, dijo no querer "ser la delegación andaluza de Íñigo Errejón" en una entrevista concedida a este medio el pasado mes de junio.
Las encuestas
Las últimas encuestas arrojan unos resultados a nivel nacional bastante lejanos a las expectativas que se marcaron en la formación de Íñigo Errejón hace dos años, cuando se presentó Más País con el objetivo de ser el "antídoto contra la abstención y el bloqueo" ante las "tres derechas".
Según Sociométrica, si hoy mismo se celebraran las elecciones generales, Más País obtendría un 4,5% de los votos, que se materializaría en 9 diputados. Muy por debajo, incluso, del porcentaje de voto que obtendría Unidas Podemos (10,3%), su principal competidor en el nicho de la izquierda a la izquierda del PSOE.
El partido que ahora lidera Ione Belarra no acusaría demasiado desgaste por su paso por el Gobierno, pues tan sólo perdería 2.5 puntos respecto a las últimas elecciones generales, una cifra similar a lo que crece (2.1) el partido de Íñigo Errejón. Y es que el 18,8% de los podemitas parecen haberse mudado a la aternativa ecologista.
Esto se debe, según el sociólogo Gonzalo Adán, a que "Podemos no está al borde de la hecatombe como venden algunos medios, sino que tiene un fuerte suelo electoral del 10%. No va a desaparecer a corto plazo".