En apenas un año, las posibilidades de Ciudadanos han virado de un extremo a otro. Inmersos en las negociaciones de los Presupuestos anteriores, los de Inés Arrimadas copaban titulares con sus reivindicaciones. Se les buscaba para conocer las novedades de las cuentas públicas. Disfrutaban de una influencia mayor de la que, en teoría, se corresponde con diez escaños.

Nada queda de ese paisaje. Pedro Sánchez ha elegido pactar los Presupuestos con sus socios de investidura, como terminó haciendo el año pasado. Con PP al alza en las encuestas y Vox en una aparente situación de estabilidad, ¿cuál es el mapa trazado por Arrimadas para sobrevivir a esa presumible irrelevancia mediática?

Algunos dirigentes de Ciudadanos, en conversación con este periódico, utilizan la metáfora de la playa. El objetivo, estando en un mar embravecido, pasa por regresar a la arena. Pero la corriente empuja hacia altamar. "Entonces los socorristas te indican que sigas nadando, pero no a contracorriente, sino hacia el lateral, para que puedas salir y emprender el rumbo hacia la playa cuando ya no haya corriente", reseña un importante miembro de la formación liberal.

Y eso, traducido a la política, ¿qué significa? Hablando en plata: "Sobrevivir a las próximas elecciones generales para poder rearmar el centro de cara al siguiente ciclo electoral".

En Ciudadanos, al contrario de lo que sucedía en tiempo de Albert Rivera, ya no se mencionan las "mayorías". No es sólo una cuestión de realidad –tienen diez escaños–, sino de convicción. O de convicción empujada por la realidad. "Aspiramos a condicionar los gobiernos de un lado y del otro para que vuelvan a la centralidad. Somos, ahora sí, un verdadero partido liberal", reseña otro mandatario en charla con EL ESPAÑOL.

Sumidos en una tendencia a la baja –desaparición en Madrid y batacazo en Cataluña–, Arrimadas y su equipo están convencidos de que si las siglas sobreviven a las generales, la polarización les dará una "gran oportunidad".

"Seguiremos perseverando con nuestras propuestas y nuestra actitud responsable. En pandemia fuimos importantes con nuestros votos, pero eso a veces no basta, no depende sólo de ti. Es difícil capitalizar los beneficios de la centralidad en un momento como este", apunta esta misma fuente.

Por otro lado, está por ver qué ocurre en el centro derecha cuando lleguen las próximas elecciones. Fuentes del PP en distintas Comunidades y Ayuntamientos recalcan que una desaparición de Cs puede dejarles a ellos fuera de los gobiernos. El casi 4% de votos conseguido, por ejemplo, por Edmundo Bal en la Comunidad de Madrid podría ser determinante en lugares como Valencia.

A día de hoy, según ha contrastado EL ESPAÑOL, no se han producido conversaciones en ese sentido y Ciudadanos apuesta por mantener la independencia en las papeletas electorales. Su primer reto será en Andalucía; el mejor lugar de todos los posibles, ya que esta región siempre ha sido uno de los mayores caladeros de votos naranjas.

"Aguantar"

"Si somos capaces de aguantar, teniendo en cuenta lo que vendrá después... Crecerá el centro. Hay una parte importante de la sociedad que no estará dispuesta a asumir determinados sistemas de valores. Debemos aguantar y explicar por qué somos necesarios", narra otro miembro de la Ejecutiva liberal.

Con ese "lo que vendrá después" hace una referencia velada a dos tesituras: la continuación de un gobierno PSOE-Podemos cada vez más en brazos de los nacionalistas o la irrupción de Vox en Moncloa de la mano del PP. "El recorrido para no ahogarse muchas veces no es el más corto", apostillan la metáfora de la playa.

En una entrevista con este periódico, Albert Boadella, fundador de Ciudadanos, ironizó: "A mí 57 diputados me parecieron excesivos. Siempre creí que lo lógico era obtener treinta y condicionar las grandes políticas. ¿Conoce usted algún partido liberal con mayoría absoluta?".

Y en ésas está Ciudadanos, en plena era de la fragmentación, intentando arrancar en Ayuntamientos, Comunidades y el Congreso un número de escaños suficiente para ser socio imprescindible de cualquier mayoría. Pese a la rebaja en las expectativas, resultará, a tenor de todas las encuestas, harto complicado.

"Vamos a perseverar. A trabajar mucho. A picar piedra. Sabemos que no va a depender sólo de nosotros. Es importante el ecosistema mediático", explica otro dirigente cercano a Arrimadas.

En Ciudadanos –y esto ha sucedido tanto con Rivera como con Arrimadas– siempre han tenido la sensación de que son "muy pocos" los opinadores que les apoyan en las tertulias. Entonan aquello de que "el centro es difícil de defender". Perdida una gran parte del poder, esa cuota ha descendido.

"Claro que la visión de los editores es importante. Pero ellos también buscan estabilidad. La estabilidad política es esencial para la estabilidad social. Y somos nosotros los que podemos traer la moderación. Debemos convencerles", concluyen las fuentes consultadas.

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